Los combates en Nagorno-Karabaj se recrudecen tras cinco días de ofensiva

El Cáucaso vuelve a entrar en guerra. La intensidad de los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán aumenta en la República de Artsaj sin negociaciones a la vista pese los llamamientos de la comunidad internacional a la contención y al diálogo.

Actualmente la línea del frente se sitúa a lo largo de toda la frontera este de Nagorno-Karabaj. Los armenios están intentando defender la República de Artsaj enfocando sus ataques más allá de Magadís. 

Por su parte, Azerbaiyán está bombardeando con toda su fuerza aérea las posiciones del norte de la frontera del enclave. “Están empleando drones de fabricación turca, hay cazas F-16 turcos en el aire", escribía ayer en Facebook la portavoz del Ministerio de Defensa de Armenia, Shushán Stepanián.

Tanto Azerbaiyán como Armenia han dado parte de numerosas bajas en las filas enemigas y de ingentes pérdidas de material bélico. Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán declaran haber destruido cerca de 200 carros de combates y 228 piezas de Artillería de las fuerzas militares armenias. 

Entre el material inhabilitado se datan lanzacohetes y morteros, 30 sistemas de defensa aérea, seis puestos de mando, control y observación, cinco depósitos de munición, más de 110 vehículos ligeros y una unidad del sistema de misiles antiaéreos S-300.

En cuanto a pérdidas de vidas humanas, según un parte del ministerio de Defensa azerbaiyano, desde el estallido de los combates se han sufrido "cerca de 2.300 bajas, entre muertos y heridos". Por su parte, el Gobierno de Ereván asegura que más de 800 militares azerbaiyanos han muerto desde el comienzo de la agresión. 

Ambos bandos han entrado en una guerra informativa que no aclara ni desmiente la información que se publica por parte de unos y otros. Pero si estas cifras son ciertas, vemos una gran desventaja dentro de las tropas armenias. De hecho, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha prohibido la salida del país a hombres de entre 18 y 55 años por si acaso tiene que mandarlos al frente.

Los azeríes están ganando terreno en las zonas invadidas por Armenia en el 94 y que llevan en disputa desde que acabó la guerra hace veintiséis años. En este sentido, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha asegurado haber “liberado territorios anteriormente ocupados por Armenia" citando las localidades de Garakhanbeyli, Garvend, Kend Horadiz, Yukhari y Ashagi Abdulrahmanli, entre otras.

Este avance parece no tener fin, sobre todo después de las declaraciones del presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, que dejó claro ayer que proseguirá las operaciones militares hasta que las tropas armenias abandonen los territorios azerbaiyanos ocupados. "Armenia debe renunciar a la política de ocupación. Nosotros tenemos solo una condición: el Ejército armenio debe abandonar nuestra tierra sin condiciones, en su totalidad y de manera inmediata", dijo el mandatario al visitar a varios soldados heridos en el frente.

Nikol Pashinián afirmó ayer que su país no considera posible una cumbre tripartita ruso-armenio-azerbaiyana sobre el arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj. "En medio de intensas acciones militares no es muy apropiado hablar de una cumbre de diálogo. Para negociar se requiere una atmósfera y condiciones adecuadas", dijo Pashinián a un grupo de periodistas en la capital armenia.

En referencia a las conversaciones de paz auspiciadas por el grupo, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, también se muestra muy crítico con la ineficiencia conseguida después de casi treinta años. “Nos alentaron y nos enviaron algunas señales: tengan paciencia y el problema se resolverá. Pero, yo les advertí que el pueblo azerbaiyano no tolerará la ocupación y que, si las negociaciones no dan resultado, Azerbaiyán arreglará el problema por la vía militar", señaló.

Aliyev lamentó que los mediadores del Grupo de Minsk y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) no hayan podido influir en Armenia y agregó que: “si ellos no pueden parar al ocupante, lo hará el soldado azerbaiyano". En contraste con sus acciones bélicas y declaraciones anteriores, el presidente azerí aseguró que no tiene nada en contra del pueblo armenio y recordó que Azerbaiyán es un país donde viven miles de armenios. "Nadie los trata mal. Son nuestros ciudadanos", señaló.

A raíz de la noticia de la reanudación de los enfrentamientos armados, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha decidido retomar la iniciativa del Grupo de Minsk, un órgano creado en 1992 para resolver este conflicto territorial. Los copresidentes del grupo son Rusia, Francia y Estados Unidos. Además, el grupo está integrado por Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia y Turquía, así como por Azerbaiyán y Armenia.

Parece que esta mesa de diálogo ha quedado apartada por ambas partes enfrentadas debido a su ineficacia diplomática en el pasado. Esto pone las cosas más difíciles a la comunidad internacional que tendrá que pensar en otra estrategia para atraer a los oponentes al diálogo, ya sea reinventando el Grupo de Minsk, haciendo intervenir a las Naciones Unidas con una misión de paz o crear otro grupo que tenga más influencia en unas conversaciones justas y diplomáticas.

Tanto el Consejo de Seguridad de la ONU, como el propio presidente francés, Emmanuel Macron, han querido tomar cartas en el asunto de manera directa. Mientras el Consejo pone todas sus esperanzas en el Grupo de Minsk, Macron (que forma parte del grupo) ha decidido hablar directamente con Vladimir Putin, presidente de Rusia, y Donald Trump, de Estados Unidos. Estos tres países forman parte del Grupo de Minsk que está reactivando sus conversaciones para planear una nueva hoja de ruta.

El Gobierno turco aseguró ayer que estará al lado de Azerbaiyán en su enfrentamiento militar. Desde el viernes pasado que se publicaron los movimientos de las milicias turcas de Siria y Libia a Azerbaiyán, no se había confirmado por parte de ningún miembro del Gobierno turco este apoyo en terreno de manera tan explícita.

"Si Azerbaiyán quiere resolver este problema sobre el terreno, estaremos a su lado", declaró el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, a la agencia turca Anadolu.
El ministro no dio detalles sobre qué tipo de apoyo militar estaría Turquía dispuesta a ofrecer, aunque reiteró que Ankara "hará lo que sea necesario si Azerbaiyán tiene "alguna demanda".

Esta intervención extranjera deja a los armenios en profunda desventaja, los enfrentamientos siguen si desarrollo y Armenia pierde terreno. El objetivo principal de Azerbaiyán es recuperar el territorio de Nagorno-Karabaj. 

Aunque todavía no se sabe quién rompió el alto el fuego establecido entre ambas partes, los grandes perdedores de esta ofensiva, al contrario que en la guerra del 94, van en camino de ser los armenios.