La devolución se inició este viernes por la mañana en el polideportivo de Santa Amelia, donde estaban alojados 234 de unos 800 menores cuya vuelta está planificada

Comienza el regreso de centenares de menores que entraron ilegalmente en Ceuta tras el acuerdo entre Marruecos y España

AP/JAVIER FERGO - Hombres y niños marroquíes sentados mientras el Ejército español acordona la zona en la frontera de Marruecos y España, en el enclave español de Ceuta, el martes 18 de mayo de 2021

Empezó el retorno a Marruecos de centenares de menores de edad que entraron de manera ilegal por la frontera de Ceuta a mediados del mes de mayo y que todavía permanecían en la ciudad autónoma ceutí, dentro de la etapa de crisis diplomática abierta entre el España y el reino alauí. 

El dispositivo se inició este viernes por la mañana mediante la participación de la Policía Nacional de España y la Policía Local de Ceuta en el Polideportivo Santa Amelia, lugar donde había alojados 234 de los aproximadamente 800 menores que tienen previsto su regreso próximamente.

Por lo tanto, llega el pacto para la devolución de centenares de menores que entraron de manera ilegal los días 17 y 18 de mayo por la frontera de Ceuta justo en medio de la tensión que se vive entre Marruecos y España tras la confrontación diplomática que estalló a raíz de la entrada de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en territorio español para ser tratado de problemas respiratorios en un hospital de Logroño. Se calcula que llegaron a entrar ilegalmente por la frontera ceutí más de 10.000 personas, y de ellas entre 2.000 y 3.000 serían menores. 

La Cadena Ser y el diario El País informaron sobre el progreso de la negociación entre Marruecos y España. Ambos medios hicieron referencia a las gestiones del Ministerio del Interior con la Vicepresidencia del Gobierno de Ceuta para coordinar con las autoridades marroquíes “el dispositivo de retorno” de los menores no acompañados.

Mientras, según la agencia EFE, fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta indicaron que la operación se había iniciado esta misma mañana en el citado polideportivo donde estaban alojados 234 de los menores que todavía estaban en territorio español. Aunque no había confirmación oficial en principio del Ministerio del Interior español, que tampoco llegó a desmentirlo. Por otro lado, diversas organizaciones confirmaron efectivamente el paso por la frontera durante esta jornada de diversos menores para la vuelta a la nación norteafricana. 

Las salidas de estos menores se han ido produciendo en su fase inicial en grupos de 15, exceptuando los considerados “vulnerables”. El objetivo principal ahora es “garantizar en cada caso las condiciones de reunificación familiar efectiva del menor o su entrega a cargo de una institución de tutela”, como recogía una comunicación de la Secretaría de Estado de Seguridad a la que tuvo acceso la agencia EFE. De esta forma, los niños han comenzado a ser trasladados a un centro de acogida marroquí a la espera de reunirlos con sus padres.

Según unos documentos desvelados por la Cadena Ser y el diario El País, el Ministerio del Interior mantiene que el reino de Marruecos se compromete a velar por los intereses de los menores y se explica que los niños serán acogidos en el centro de menores de Martil, cercano a Tetuán. El Ministerio del Interior garantizaría que Marruecos protegerá los derechos de los menores hasta reunirlos con sus padres lo antes posible y, en el caso, de que este escenario no sea posible, será L’Entraide Nationale (perteneciente al Ministerio de Familia, Solidaridad, Igualdad y Desarrollo Social de Marruecos) quien se hará cargo de ellos.

Los retornos se realizarán en grupos, día a día, “según se vayan tramitando los expedientes individuales”, pero no han dado detalles de cómo y cuándo se completarán estos expedientes, como informaba el diario El País.

Hay organizaciones que se han opuesto a estos regresos grupales, como diversas ONGs o el Defensor del Pueblo, al entender que se incumple la ley española. La entidad Save the Children ha comunicado que cualquier repatriación colectiva de niños o adolescentes es ilegal, recordando que las reagrupaciones de menores marroquíes han de garantizar su protección y ser individuales y voluntarias. La organización ha destacado que para que la vuelta pueda ser considerada como la solución que mejor garantice los derechos del menor ha de llevarse a cabo tras haberse realizado un análisis profundo e individual de cada caso. Además, ha señalado que es imprescindible que su retorno no suponga un riesgo para su integridad física o moral y que se pueda garantizar un seguimiento individualizado y una garantía de reintegración que permita el cumplimiento de todos sus derechos, como recordaba el medio La Razón. 

Cabe recordar que la devolución de menores extranjeros no acompañados está recogida en un convenio bilateral con Marruecos, pero desde su última revisión en 2012, no se había activado. 

Este escenario indica que ahora puede existir más colaboración entre Marruecos y España; de hecho, la delegada del Gobierno en Ceuta aseguró que la relación con Marruecos vuelve a ser “muy buena”. Todo ello después de la crisis desatada por la entrada de Brahim Ghali en España para ser hospitalizado. Situación que criticó Marruecos, denunciando la falta de colaboración de un país considerado vecino y aliado como el español. Desde el Ministerio de Exteriores español dirigido por aquel entonces por Arancha González Laya se argumentaron razones humanitarias para permitir la entrada de Ghali, pero esas explicaciones no contentaron al Reino. A partir de ahí llegaron episodios que tensaron más la situación, como la referida entrada de miles de migrantes de manera ilegal por la frontera de Ceuta o la exclusión de España de la Operación Paso del Estrecho que facilita la vuelta de marroquíes a su país en temporada veraniega. 

Al conocerse la presencia de Brahim Ghali en España, la Audiencia Nacional le citó a declarar telemáticamente el 1 de junio por los supuestos delitos de torturas y terrorismo que aparecen en las querellas presentadas contra Ghali por la Asociación Saharaui para los Derechos Humanos (ASADEDH) y el activista saharui Fadel Breica. Tras la declaración judicial no se aplicaron medidas cautelares sobre el jefe polisario y este salió de territorio español el 2 de junio con destino a Argelia para ser hospitalizado en un centro de Argel, donde recibió la visita incluso del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune y del jefe del Ejército Said Chengriha; demostrándose así la buena sintonía entre Argelia y el Frente Polisario, frente a un rival político en el Magreb como es Marruecos. 

Una de esas querellas fue archivada y se está a la espera de ver qué decide el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz sobre la otra. Mientras, desde un juzgado de Zaragoza se investiga también la actuación de responsables del Ministerio de Exteriores en época de González Laya por las dudas existentes sobre el procedimiento de entrada y salida de Brahim Ghali de España sin supuestamente pasar control alguno, a raíz de la denuncia presentada por el abogado de la acusación particular Antonio Urdiales. 

Detrás de la crisis hispano-marroquí subyace otro problema de fondo, el del Sáhara Occidental. Marruecos considera que España no ha otorgado el apoyo suficiente a su propuesta de una amplia autonomía para la región saharaui bajo soberanía marroquí, dentro del marco de la Organización de Naciones Unidas. Una iniciativa que recibió el importante apoyo del pasado Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y del actual Ejecutivo norteamericano de Joe Biden y que tuvo un gran impulso con el anuncio de apertura de Consulados de países relevantes como el gigante estadounidense o Emiratos Árabes Unidos en puntos relevantes como Dajla o El Aaiún. 

Frente a esta postura está la del Frente Polisario, que defiende un referéndum de independencia saharaui; opción que cuenta con poco soporte internacional, incluido el de Argelia. 

Después de la crisis establecida entre Marruecos y España, llegó el relevo en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España con la salida de Arancha González Laya y la llegada de José Manuel Albares, exembajador en París, quien dejó claro en su estreno como ministro que el objetivo era reforzar la relación con un país aliado, socio y vecino como es Marruecos.