Tras la muerte de líder de los yazidíes, varias voces apelan a crear un proceso de elección conjunta del sucesor

La comunidad yazidí, dividida entre el liderazgo de tres ‘emires’

AFP/ SAFIN HAMED - Hazem Tahsin Beg, el nuevo líder de la comunidad global Yazidí (L) y otros yazidíes visitan el Templo de Lalish, en un valle cerca de la ciudad kurda de Dohuk, a unos 430 km al noroeste de la capital iraquí, Bagdad, el 2 de agosto de 2019

La pequeña comunidad yazidí, perseguida y diezmada por el grupo terrorista Daesh, se encuentra dividida por el nombramiento de un nuevo emir, Hazem Tahsin Bek, tras la muerte de su padre, que reinó desde 1944, y la autoproclamación de otros dos líderes rivales, incluida una mujer. El difunto emir Tahsin Bek, fallecido el 28 de enero de 2019 después de haber estado al frente de esta comunidad ancestral del norte de Irak durante tres cuartos de siglo, dio instrucciones de que su sucesor fuera elegido teniendo en cuenta la opinión de los yazidíes. 

Sin embargo, los detractores del nuevo emir alegan que este no ha llegado al poder con el respaldo de la comunidad sino que fue nombrado sin consenso el pasado 27 de julio por el Consejo Espiritual yazidí, el máximo órgano de la comunidad. Hazem Tahsin ha tomado posesión en el templo de la localidad de Lalish, al norte de la ciudad de Mosul, en el Kurdistán iraquí, y es acusado de ser el hombre elegido por el partido que gobierna esta región autónoma del norte de Irak. 

Mientras tanto, en la comarca de Sinyar, cuna de los yazidíes adonde están regresando después de haber huido en 2014 por la irrupción de Daesh, Nayef Daoud Jidr se ha proclamado emir con el apoyo de los habitantes de la zona y un tercer emir, o emira, Omaya Moauiya Ismail, encabeza la comunidad exiliada en Alemania.

El clérigo yazidí Fajer Jalaf Jadida, encargado de los lugares santos de peregrinación, ha asegurado a la agencia Efe que "de momento no hay ningún emir que represente a los yazidíes después del fallecimiento de Tahsin Bek". "Hay divisiones en las filas yazidíes, los que se proclamaron emires no gozan de la aceptación de todos, ninguno es independiente, todos pertenecen a algún partido o entidad extranjera y no cumplen con las condiciones religiosas", denunció Jadida. El clérigo ha agregado, además, que debe cumplirse un "ritual" para la investidura del emir, que no fue respetado en el caso de Hazem Tahsin. Por su parte, el secretario personal del emir, Karim Suliman, ha rechazado hacer comentarios al respecto y declaró que "el emir Hazem no quiere hablar de ello porque ya asumió el cargo, fue investido por acuerdo de la mayoría en la comarca de Al Shiján", sede de las instituciones yazidíes.

Mientras, la emira o princesa yazidí Oruba Bayzid Ismail Bek ha declarado a la agencia Efe que el emir difunto había ordenado que el pueblo yazidí sea el que tenga la última palabra para elegir a su sucesor. "Estas instrucciones fueron ignoradas de forma descarada y sin la mínima consideración por el anterior emir (...), Hazem Tahsin se ha impuesto por la fuerza", lamentó Oruba. La descendiente de una familia noble de yazidíes ha detallado que Hazem fue elegido por los kurdos, a pesar de que no cumple los requisitos, mientras que Nayef cuenta con el respaldo de algunos clanes que rechazan ser englobados en el pueblo kurdo. Por último, Omaya representa a la diáspora y se encuentra en el exterior de Irak.

Muchos yazidíes huyeron del país después de que fueran perseguidos, secuestrados y asesinados por los radicales de Daesh, que llevaron a cabo un "genocidio" -tal y como lo calificó la Organización de Naciones Unidas (ONU)- contra esta minoría, cuya religión se basa en el zoroastrismo y que suele asociarse a la etnia kurda, aunque no todos acepten esta pertenencia. 

El presidente del Partido Nacional Yazidí, Said Batush, ha considerado que ninguno de los tres emires representa al pueblo y propuso, para salir de esta crisis, que se forme un consejo de representantes yazidíes por sus zonas de origen y que este organismo elija a un líder que goce del respaldo de todos.

El activista y escritor yazidí Aidu Baba al-Sheij, exconsejero del presidente de la República iraquí para asuntos de los yazidíes, ha explicado a Efe que la sucesión al frente de la comunidad siempre ha sido hereditaria, pero después de que la familia gobernante se escindiera en cuatro ramas hace más de 100 años surgió la rivalidad entre ellas. Recordó que cuando en 1944 murió el emir Said Bek, Tahsin asumió el cargo con tan sólo 11 años de edad por orden de su abuela, Mayan Jatun, a pesar de que tenía otros dos hermanos mayores. "El pueblo yazidí no puede opinar", ha asegurado el experto, según el cual la figura del emir es "muy importante" para los yazidíes y es el encargado de los rituales religiosos en el templo de Lalish, y en este lugar tiene que ser coronado.