Condena del periodista El-Kadi Ihsane: fuerte reacción norteamericana
La Embajada de Estados Unidos publicó un tuit en su cuenta oficial que hizo temblar los muros del palacio presidencial de El-Mouradia y la sede del Ministerio de Defensa Nacional de Argelia.
"La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido por la ONU. La Administración Biden ha dejado y seguirá dejando claro que la libertad de prensa y la libertad de expresión son prioridades estadounidenses en todo el mundo, incluida Argelia". Este mensaje no puede ser más claro, llamando al orden, de forma muy seca, a una potencia liberticida cuyas cárceles están llenas de al menos 500 presos de conciencia.
En la mañana del domingo 2 de abril, el tribunal de Sidi M'hamed (Argel) dio su veredicto en el juicio del periodista El-Kadi Ihsane, director y fundador de los sitios Web Radio M y Maghreb Émergent. Fue condenado en firme. Fue condenado a cinco años de cárcel, de los cuales tres son firmes. La empresa que publica los dos sitios, Interface Médias, fue multada con 10 millones de dinares, además de ser disuelta y confiscado su material.
Y aquí no acaba la historia. El-Kadi Ihsane e Interface Médias también deben pagar conjuntamente 1 millón de dinares por daños y perjuicios a la Autoridad de Regulación del Sector Audiovisual (ARAV), que es parte civil.
Aunque la prensa argelina permanezca impasible ante este veredicto escandaloso, la Embajada de Estados Unidos en Argel no puede permanecer impasible ante tanto abuso y represión por parte de las autoridades argelinas. "La Administración Biden ha dejado y seguirá dejando claro que la libertad de prensa y la libertad de expresión son prioridades estadounidenses en todo el mundo, incluida Argelia" sonará con fuerza en los oídos del dúo Tebboune-Chengriha. Se les recuerda que Estados Unidos no puede hacer la vista gorda ante lo que ocurre en un país transformado en una inmensa cárcel, con el incalculable número de prohibiciones de salir del territorio nacional impuestas a miles de ciudadanos sin motivo alguno, y el encarcelamiento diario de ciudadanos de todas las edades y categorías sociales en todo el país. Por no hablar del excesivo número de periodistas y militantes políticos y de derechos humanos obligados a exiliarse.
Imponiendo el silencio a los medios de comunicación nacionales sobre sus excesos represivos, blandiendo el palo y la zanahoria, y aprovechándose de la pasividad de la opinión pública extranjera, el Gobierno de Argel se creyó libre para asfixiar a todo un país a cuya población sólo le queda una preocupación: hacer frente a la interminable escasez de alimentos básicos.
El periodista El-Kadi Ihsane fue detenido la noche del 24 de diciembre, tras publicar la víspera un tuit en el que cuestionaba la afirmación del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, de que el Tesoro argelino había recuperado la astronómica suma de 20.000 millones de dólares estadounidenses mediante la incautación de los bienes de los oligarcas encarcelados. El-Kadi Ihsane había replicado en Tweet: "El tesoro público ha recuperado 20.000 millones de dólares de los oligarcas de Issaba", dijo el presidente Tebboune sin pestañear!!!!. ¿Cómo puede alguien atreverse a decir algo tan matemáticamente burdo a unos ciudadanos que tienen fama de ser los mejor formados de África?". Ante lo que el régimen de Argel quería presentar como uno de sus logros más importantes, el periodista se burló de un plumazo para ver cómo la mentira se deshacía como la nieve ante el sol.
Era demasiado para un poder que rechaza todo debate y toda contradicción. En la picota durante varios meses, acosado por todas partes, este periodista cuyo sentido de la proporción aprecian todos sus colegas cayó finalmente. Se le acusa de haberse beneficiado de financiación extranjera. Esto es completamente falso, ya que la suma de 25.000 libras esterlinas que llegó a las cuentas de su empresa procedía de su hija, que vive en Gran Bretaña, para permitirle pagar a los periodistas de Radio M y del sitio Maghreb Emergent. Las pruebas fueron aportadas por sus abogados durante el juicio y durante la instrucción.
Sin embargo, el régimen argelino no está en condiciones de hablar de financiación argelina. En efecto, es el régimen el que financia la Gran Mezquita de París, una institución francesa, con 2 millones de euros al año. Pero como todos los pretextos son buenos para acallar las voces discordantes, los dirigentes argelinos no se detendrán ante nada para mantener un poder adquirido a fuerza de represión.
La reacción norteamericana ante la escandalosa condena del periodista El-Kadi Ihsane, considerada como la gota que colma el vaso, llevará sin duda a la Unión Europea y a numerosas organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos a gritar ante el régimen argelino: "Alto a la represión".