Se consolida la influencia del Ejército en las instituciones del Estado argelino

Abdelmadjid Tebboune y Said Chengriha - PHOTO/FILE
El nombramiento del general Said Chengriha como ministro delegado ante el Ministro de Defensa fortalece la presencia del Ejército en la política 

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, ha nombrado al general Said Chengriha ministro delegado ante el Ministro de Defensa en medio de la reestructuración gubernamental que consolida la estrecha relación entre las instituciones de la Presidencia y el Ejército.

Con este nombramiento, Chengriha adquiere un nuevo rol dentro de los órganos civiles oficiales. Estará presente en los consejos de Gobierno y de ministros, interviniendo directamente en la política del país. Antes de este nombramiento, el general Chengriha ya era descrito como “la sombra del presidente” debido a su presencia constante en diversos eventos y actividades políticas donde participaba Tebboune.

La estrecha relación entre Chengriha y el presidente de la República fue objeto de críticas por parte de la oposición, ya que lo consideraban una vulneración de los poderes constitucionales. El Ejército de Argelia se percibe como el gobernante de facto del país, mientras que las instituciones civiles son simplemente una fachada.

Quienes siguieron los resultados de la enmienda gubernamental no descartaron la posibilidad de que el Jefe del Estado Mayor del Ejército hubiera ejercido presión, a su manera, para fortalecer los pilares de la institución en diversas partes del país, incluido el Gobierno, con el fin de proteger los logros alcanzados en los últimos años, dado su creciente papel en diversas entidades, tanto militares como civiles, como embajadas.

La falta de un consenso tácito entre ambas partes en varios asuntos, especialmente los de carácter estratégico y diplomático, sugiere que la medida del presidente Tebboune busca acercar a Chengriha a su círculo de influencia, vinculándolo estrechamente a su autoridad, con el objetivo de garantizar una conexión sólida y evitar que actúe fuera de la voluntad del máximo mandatario del Estado.

El general argelino Said Chengriha - AP/FATEH GUIDOUM

Este escenario puede formar parte de la agenda de Tebboune para reforzar su poder al mando del país después de las pasadas elecciones presidenciales. 

La relación entre ambos cargos ha permanecido ambigua durante varias décadas de presidencia en Argelia. El difunto ministro de Defensa, general Khaled Nizar, ya había presionado al presidente que lo nombró, Chadli Bendjedid, junto con los conocidos como los halcones del Éjército, para que presentara su renuncia y disolviera la Asamblea Nacional Popular -Parlamento- a principios de los años noventa. El objetivo era crear un vacío constitucional que permitiera al Ejército intervenir y frenar el avance electoral de los islamistas del Frente de Salvación.

El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune asiste a una sesión del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en San Petersburgo, Rusia, el 16 de junio de 2023 - RIA NOVOSTI/ PAVEL BEDNYAKOV vía REUTERS

De hecho, hay quien sostiene que el empujón que llevó al difunto presidente Bouteflika a abandonar el poder fue un golpe encubierto orquestado por el también fallecido general Gaid Salah, quien fue ascendido por el presidente a jefe de gabinete y luego a viceministro de Defensa, debido a la confianza mutua. que existió entre ambos.

La situación se repite actualmente con la promoción del General Chengriha por parte del presidente Tebboune, quien lo ha nombrado ministro delegado ante el Ministro de Defensa. Esto plantea la hipótesis de que el escenario podría repetirse, considerando los frágiles equilibrios y las renovadas tensiones entre los círculos del poder.