La contraofensiva ucraniana: un giro de 180 grados en la guerra
La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó desde el terreno las más de 80 localidades rusas y mil kilómetros cuadrados de territorio que el Ejército ucraniano del presidente Volodymyr Zelensky ha logrado ocupar sin que llegue una respuesta contundente por parte de Vladimir Putin.
Además, abordó el sabotaje producido en el oleoducto Nord Stream, polémica que podría salpicar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
María, el Ejército ucraniano incrementa, no es que sólo mantenga, sino que incrementa sus posiciones en esta región rusa de Kursk y no llega una respuesta contundente de Moscú. ¿Qué pasa?
Así es, no ha dejado de avanzar en estos días de incursión. Ya son 82 localidades rusas las que han quedado bajo el control ucraniano y de momento no ha llegado una fuerza contundente por parte del Kremlin, que choque de frente, que detenga de alguna manera el avance ucraniano.
Sí que es cierto que, en los últimos días, según informan los efectivos que están efectuando esa contraofensiva, se han intensificado los bombardeos rusos contra su propio territorio para intentar de algún modo frenar el avance ucraniano, pero lo cierto es que no lo han conseguido y son ya 1.150 kilómetros cuadrados los que han conseguido ocupar.
Los ucranianos han dicho que van a abrir corredores humanitarios seguros para que la gente que ha quedado en territorios bajo el control de Ucrania se pueda ir si así lo desean y también van a permitir a las ONG internacionales dar asistencia en todos estos lugares.
Esto es importante porque las tropas del Kremlin no han permitido en ningún momento en los territorios que han ocupado en Ucrania el paso a los grupos de trabajo de la ONU, la Cruz Roja Internacional, a ninguna de estas organizaciones internacionales que pueda garantizar de alguna manera los derechos humanitarios de los ciudadanos ucranianos que han quedado bajo la ocupación rusa.
Esto es importante, pues Zelensky ha hecho público que, en el caso de Kursk, del territorio que está ocupando en Rusia, esto no va a ser así. No van a proceder de la misma manera y se van a acoger al derecho internacional para respetar todos los derechos internacionales humanitarios de los ciudadanos rusos que han quedado bajo la ocupación de Ucrania.
Sorprende que, en estos más de 11 días de ofensiva, Putin no haya conseguido detenerla. Se dijo ya la semana pasada que los mercenarios de Wagner, los que estaban ubicados en Bielorrusia, iban ya de camino, pero no se ha informado de que hayan llegado y de que haya habido esos enfrentamientos, esos combates cuerpo a cuerpo, con un número de tropas lo suficientemente contundente.
Y esto, en Ucrania, ha desencadenado una oleada de optimismo como hacía mucho tiempo que yo no veía. Se respira un ánimo totalmente distinto. Muchas personas han recuperado la esperanza y recuerda por momentos a las reacciones que se vivieron cuando ocurrió la contraofensiva de Járkov en 2022, la primera vez que los ucranianos creyeron que podían ganar esta guerra.
Ahora está pasando lo mismo. En las calles, Kramatorsk es una ciudad militarizada, hay más gente con uniforme que civil, pero da igual que preguntes a los uniformados, a la gente que compra en el supermercado o que se toma un café, que responden sonriendo, con la precaución de decir que hay que ver qué pasa, pero el estado de ánimo ahora de la población ucraniana ha dado un giro de 180 grados.
Porque, claro, ¿tiene capacidad el Ejército ucraniano para mantener esta operación, más allá del impacto moral de la gente y el impacto mediático?
Ya algunos portavoces han dicho que Ucrania no tiene interés en mantener ni en anexionarse permanentemente en esta parte de territorio ruso. Lo querrían para negociar en un momento dado, pero sí que es cierto que ahora mismo están trabajando en una zona de amortiguación, en afianzar una franja de ese territorio ruso conquistado, para construir defensas fortificadas a lo largo de ella, para blindar un trozo de territorio y que cuando lleguen esas tropas rusas puedan protegerlo.
Suponemos que se estarán dando mucha prisa porque tienen que aprovechar también el factor sorpresa. Rusia no esperaba esta invasión, yo creo que ninguno nos la esperábamos, entonces la respuesta está siendo lenta e imagino que las tropas ucranianas están trabajando a contrarreloj para conseguir blindar un trozo de esa parte del territorio que han logrado conquistar.
De todos modos, un batallón no se moviliza en un ratito, son necesarios días de preparación y de logística, y aunque Rusia no se esperaba esto y no estaba preparada, te puedo asegurar que se está preparando ahora. Es una constante que hemos visto a lo largo de estos dos años y medio de guerra, cuando Ucrania toma la iniciativa con alguna acción que no se esperaba, los rusos aprenden rápido. Entonces será cuestión de días que veamos esa respuesta.
Pero los rusos continúan con los ataques y los bombardeos en otros lugares, en otras zonas de combate, se pensaba que esta operación iba a quitar algo de presión en el Donbass, pero de momento los rusos siguen con lo suyo.
Siguen con lo suyo y lo han intensificado, la semana pasada llevaron a cabo un terrible ataque contra un hipermercado y un centro comercial de Konstantinovka. Fueron 14 muertos y más de 40 heridos, objetivo completamente civil, y en los días posteriores tuvimos bombardeos en Kramatorsk durante los dos siguientes días.
Aquí también bombardearon una subestación eléctrica, parte de un polígono industrial donde había fábricas con gente trabajando, y también la ciudad vieja de Kramatorsk, donde se vieron afectadas decenas de viviendas que se quedaron sin cristales, con daños estructurales, sin agua, sin electricidad. No sé si esto sería una respuesta a la contraofensiva de Kursk, porque ya no se puede hablar de respuestas, porque son acciones que Rusia lleva dos años y medio haciendo, el bombardear objetivos civiles, hospitales, supermercados, edificios de viviendas. Entonces fueron unos días muy complicados. El fin de semana, sobre todo, fue muy complicado aquí en esta zona, y en el eje que discurre entre las ciudades de Pokrovsk, Torez, Niu-York y Konstantinovka, la presión no solo no ha disminuido, sino que se ha incrementado.
Continúan los combates urbanos en esa localidad de Torez, que la semana pasada se estaban produciendo tímidamente. Ahora ya ha entrado un número bastante más grande de tropas rusas en la ciudad, y dicen que la situación se está deteriorando por días. Hemos llegado a tener días en los que se han contabilizado 3.000 impactos de proyectiles entre la artillería, las bombas planeadoras y los misiles, para que veas la intensidad de la guerra que estamos viviendo en esta parte del Donbass, que, contra todo pronóstico, esta incursión de Kursk no ha conseguido frenar.
María, una última cuestión, en este caso algo más polémica. El sabotaje en el oleoducto Nord Stream salpica al presidente Zelensky, al presidente de Ucrania.
Pues así lo ha insinuado el diario norteamericano de Wall Street Journal, y las reacciones no se han hecho esperar.
Los partidos de ultraderecha de Países Bajos están encabezando la polémica, han pedido explicaciones al Gobierno de Kiev, y han llegado incluso a amenazar con suspender la ayuda militar a Ucrania, si se confirman estas informaciones. Recordemos que el Nord Stream era un gasoducto que transportaba gas ruso hacia Alemania a través del mar Báltico, y que fue saboteado el 26 de septiembre de 2022, va a ser casi ya dos años, sin que nadie asumiera la autoría de las explosiones que lo dejaron fuera de servicio en aquel momento. Ahora Alemania ha emitido una orden de detención contra un ciudadano ucraniano que vivía en Polonia, un instructor de buceo, y supuestamente estaría vinculado con el sabotaje del Nord Stream.
Se está intentando aclarar si el presidente Zelensky estaba al tanto de todo. Eso es precisamente lo que ha insinuado el rotativo estadounidense, que Zelensky aprobó inicialmente el plan, y que luego intentó cancelarlo sin éxito, pero Zelensky lo negó todo. Dijo que Ucrania no tenía nada que ver y que por supuesto él no había dado ninguna orden de sabotaje contra ese gaseoducto que transportaba el gas ruso hacia Alemania.
También hay que tener presente los vínculos que tienen estos partidos de ultraderecha de Países Bajos con el Kremlin. Se trata de partidos políticos marcadamente prorrusos. Además, no se esconden, lo dicen claramente, que llevan ya mucho tiempo intentando que se ponga fin a la ayuda militar y financiera que recibe Ucrania.
Así que ahora, sin duda, intentarán amplificar esta polémica por todos los medios, y hay que ver también cómo avanzan los interrogatorios y los procedimientos que está llevando a cabo Alemania con este ciudadano ucraniano, instructor de buceo, que podría estar implicado en el sabotaje del Nord Stream. No sabemos si va a las órdenes de Zelensky, por cuenta propia, o si realmente la acusación no tiene base.