La CPI emite órdenes de detención contra Netanyahu, Gallant y un líder de Hamás
La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el exministro de Defensa, Yoav Gallant, y uno de los líderes de Hamás, Mohammed Deif.
A través de un comunicado, el tribunal con sede en los Países Bajos señaló que tenía “motivos razonables” para creer que Netanyahu es responsable penalmente de crímenes de guerra como “la inanición como método de guerra”, así como de “los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos”.
Por otro lado, la CPI aseguró haber encontrado "motivos razonables” para creer que Deif era responsable de “crímenes de lesa humanidad, incluidos asesinato, exterminio, tortura y violación y otras formas de violencia sexual, así como los crímenes de guerra de asesinato, trato cruel, tortura, toma de rehenes, ultrajes a la dignidad personal y violación y otras formas de violencia sexual”. Israel afirmó haber matado a Deif -uno de los cerebros del 7 de octubre- en un ataque aéreo en septiembre, aunque Hamás aún no ha confirmado su muerte.
La base de estas órdenes se remonta al pasado mes de mayo, cuando el fiscal del tribunal, Karim Khan, acusó a Netanyahu y Gallant de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Khan también solicitó la emisión de órdenes de arresto contra la cúpula de Hamás: Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, asesinados en agosto y octubre respectivamente.
Las autoridades israelíes han rechazado las acusaciones de la Corte Penal Internacional, un organismo que tachan de “parcial y discriminatorio”, según señala un comunicado de la Oficina del Primer Ministro de Israel.
“No hay guerra más justa que la que Israel libra en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, cuando la organización terrorista Hamás lanzó un asalto asesino y perpetró la mayor masacre contra el pueblo judío desde el Holocausto”, señala el comunicado.
La Oficina del Primer Ministro también destaca que esta decisión fue tomada por un fiscal jefe “corrupto que intenta salvarse de acusaciones de acoso sexual y de jueces parciales motivados por el odio antisemita a Israel”.
Recientemente, la Corte Penal Internacional anunció una investigación externa sobre las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra su fiscal jefe después de que fuera denunciado por una abogada de unos 30 años por tocamientos sexuales no deseados y “abusos” durante un período prolongado, así como comportamiento coercitivo y abuso de autoridad.
Asimismo, el comunicado acusa al fiscal de la CPI de mentir, ya que Khan habría asegurado no emprender ninguna acción hasta que hubiera visitado Israel y escuchado su versión.
“En lugar de ello, canceló su llegada a Israel el pasado mes de mayo, varios días después de que se formularan contra él sospechas de acoso sexual, y anunció su intención de dictar órdenes de detención contra el Primer Ministro y el ex Ministro de Defensa”, añade el comunicado, donde se destaca que “ninguna decisión antiisraelí impedirá al Estado de Israel defender a sus ciudadanos.
“El Primer Ministro Benjamin Netanyahu no cederá a las presiones. Seguirá persiguiendo todos los objetivos que Israel se propuso alcanzar en su guerra justa contra Hamás y el eje iraní del terror”, concluye.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, también ha condenado la decisión de la CPI, acusando al tribunal internacional de “elegir el bando del terror y el mal frente al de la democracia y la libertad” y de convertir el sistema de justicia “en un escudo humano para los crímenes contra la humanidad de Hamás”.
Herzog considera que la decisión de la CPI “ignora la difícil situación de los 101 rehenes israelíes mantenidos en brutal cautiverio por Hamás en Gaza”, así como “el cínico uso que hace Hamás de su propio pueblo como escudo humano”.
“Ignora el hecho básico de que Israel fue bárbaramente atacado y tiene el deber y el derecho de defender a su pueblo. Ignora el hecho de que Israel es una democracia que actúa conforme al derecho humanitario internacional y que hace todo lo posible por atender las necesidades humanitarias de la población civil”, agrega.
Para concluir, el presidente israelí pide “una verdadera claridad moral frente a un imperio iraní del mal que pretende desestabilizar la región y el mundo, y destruir las propias instituciones del mundo libre”.
El recién nombrado ministro de Exteriores, Gideon Sa’ar, también se ha pronunciado al respecto, calificando a la CPI “como una herramienta política al servicio de los elementos más extremistas que trabajan para socavar la paz, la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio”.
El jefe de la diplomacia israelí tacha estas órdenes de “ataques personales” contra Netanyahu y Gallant, así como un ataque a Israel, “la nación más amenazada y atacada del mundo y también el único país de la región abiertamente atacado por otras naciones que buscan su destrucción”.
Además de las condenas por parte de Israel, el futuro asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, ha subrayado que la CPI “no tiene credibilidad”. “La CPI no tiene credibilidad y el Gobierno de Estados Unidos ha refutado estas acusaciones. Israel ha defendido legalmente a su pueblo y sus fronteras de los terroristas genocidas. Es de esperar que en enero se produzca una respuesta contundente al sesgo antisemita de la CPI y la ONU”, escribió Waltz en sus redes sociales.