Crisis Marruecos-Francia: París continúa rechazando las solicitudes de visado de ciudadanos marroquíes
La actual política migratoria francesa continúa obstaculizando la entrada y viajes de ciudadanos marroquíes al país europeo. Casi un año después de que París anunciase la reducción de visados a Marruecos, Argelia y Túnez, los habitantes del Reino siguen denunciando que las solicitudes se rechazan sin motivos convincentes.
Trabajadores del sector público y privado, como ingenieros, médicos, exministros y también estudiantes han tratado de adquirir un visado francés sin éxito, lo que ha provocado indignación entre la sociedad marroquí. “Me están privando del derecho a viajar, algo que es fundamental”, escribe en Twitter un ciudadano que vivió durante 15 años en Francia, según recoge Jeune Africa.
Además de generar indignación y enfado, esta medida se percibe como una humillación, tal y como recalca Hajar a Middle East Eye. “Esta es la primera vez que me niegan una visa”, asegura el marroquí, quien recuerda que todas sus estancias anteriores en el espacio Schenguen “han ido bien”. “¿Qué riesgo represento para Francia? Es incomprensible”, añade.
Muchos ciudadanos marroquíes han recurrido a las redes sociales para expresar su enfado y denunciar su situación. Algunas de las historias se han hecho virales y han llegado incluso a exmiembros del Gobierno francés, que se han solidarizado con los afectados.
Cécile Duflot, exministra de Igualdad Territorial y Vivienda en el Ejecutivo del expresidente François Hollande, ha apelado a la Embajada de Francia en Marruecos adjuntando la historia de un chico que lamenta que su madre y abuela no pudieron asistir a la boda de un familiar en París después de que les denegasen el visado. “La administración a veces carece de corazón, pero siempre hay personas capaces de resolver problemas”, escribió Duflot en un tweet mencionando a la delegación diplomática gala.
Los medios de comunicación marroquíes también se han hecho eco de esta situación y han denunciado esta “humillación”. El periódico Bladi, por ejemplo, acusa a Francia de “humillar a exministros marroquíes” y, basándose en opiniones de internautas marroquíes, plantea la posibilidad de que Marruecos imponga visados a los franceses que quieran visitar el Reino. No obstante, ciertos medios franceses también han informado sobre este problema. El célebre diario Le Monde, por ejemplo, publicó un artículo incluyendo testimonios de los afectados bajo el titular “No es digno de Francia”. En el reportaje el periódico afirma que, con esta medida, es como si se hubiese levantado “un muro entre dos países”.
Por otro lado, el Parlamento alauita ha pedido al Gobierno de Aziz Akhannouch que defienda la “dignidad marroquí”. Durante una comparecencia ante la Cámara del ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, la diputada de la Federación de Izquierda Democrática, Fatima Tamni, indicó que Francia avanza hacia la reducción del número de visados “sin justificaciones razonables, rodeado de una lógica de mucha ambigüedad, especialmente de cara al cobro de tasas y sumas de dinero”.
En los últimos años, los marroquíes han experimentado un descenso de visados franceses. Según datos del Ministerio del Interior francés recogidos por Al Arab, en 2020 aceptaron alrededor de 98.000 solicitudes marroquíes, frente a las 346.000 de 2019, las 303.000 de 2018 y 295.000 de 2017.
La postura de Francia, además de afectar a los ciudadanos marroquíes que deseen viajar al país galo, puede perjudicar las relaciones entre Rabat y París. De hecho, ciertos analistas y periodistas marroquíes como Mohamed Mamouni Al Alaui de Al Arab consideran la situación actual como una “crisis diplomática silenciosa”.
En esto coincide Hajar, quien indica que “todos los lazos que han tardado décadas en forjarse se irán rompiendo poco a poco”. Además de las restricciones a los visados, esta crisis “silenciosa” se agrava debido al recelo de Francia sobre la diversificación de Marruecos de sus socios estratégicos, de acuerdo con Al Alaui.
Asimismo, estas restricciones dañan la imagen exterior de Francia, especialmente entre los países de la región, tal y como explica el analista internacional marroquí Hicham Motad al periódico árabe. Motad también apunta que estas medidas reflejan “la magnitud del fracaso catastrófico de la política francesa en la gestión del expediente migratorio”.
En septiembre de 2021 París decidió reducir los visados a los tres países magrebíes después de que estos no aceptasen el regreso de sus nacionales sujetos a procesos de deportación. El entonces portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, describió la medida como "una decisión drástica y sin precedentes, pero también una decisión necesaria”. París optó por reducir en un 50% los visados a marroquíes y argelinos y en un 30% a los tunecinos.
Attal argumentó que estos países no están de acuerdo en aceptar a sus ciudadanos, a quienes “no pueden mantener” en Francia. Como respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores Marruecos tachó la medida como una “decisión injustificada” que “no refleja la realidad de la cooperación entre los dos países en la lucha contra la inmigración ilegal”.