Cumbre BRICS Río de Janeiro 2025: ¿un nuevo impulso para la multipolaridad?

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de China, Xi Jinping, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, durante la Cumbre BRICS de 2023 el 23 de agosto de 2023 - REUTERS/ GIANLUIGI GUERCIA
“Desde hace algún tiempo, el mundo atraviesa un período de búsqueda y realineamiento, y las decisiones de los BRICS pueden acelerar el cambio del orden económico mundial”, Corneliu Pivariu
  1. Principales resultados
  2. Conclusiones e implicaciones prácticas

La reunión de los BRICS de los días 6 y 7 de julio de 2025 tuvo lugar en un contexto internacional tenso, marcado por el estancamiento del crecimiento económico en Occidente, el prolongado conflicto en Ucrania, las tensiones en Oriente Medio y una reactivación industrial en Asia. La cumbre se celebró en un momento en que los Estados miembros de los BRICS tratan de reforzar su papel en la arquitectura mundial, pero también estuvo marcada por la ausencia física de dos líderes clave: Xi Jinping estuvo ausente por primera vez desde 2012, y Vladimir Putin solo participó por Internet. 

Entre los participantes se encontraban Luiz Inacio Lula da Silva - presidente de Brasil (anfitrión y presidente de turno de los BRICS), Narendra Modi - primer ministro de la India, Cyril Ramaphosa - presidente de Sudáfrica, Prabowo Subianto - presidente de Indonesia (admitido como miembro el 6 de enero de 2025), y Mohammed bin Zayed Al Nahyan - presidente de los Emiratos Árabes Unidos.

Esta reunión se perfila como un punto de inflexión, con el potencial de acelerar el proceso de desdolarización y la consolidación de un orden económico multipolar.

Delegados sudafricanos se sientan detrás de un cristal con el logotipo de los BRICS mientras la cumbre de los BRICS se celebra en Johannesburgo, Sudáfrica, el 23 de agosto de 2023 REUTERS/ALET PRETORIUS

Principales resultados

La declaración final fue extensa y prudente, abarcando 31 páginas, en las que se abordaron las reformas de las instituciones mundiales (ONU, FMI, Banco Mundial), la cooperación en materia de sanidad, cambio climático, IA e infraestructuras logísticas. 

Se expresaron posturas reservadas hacia EE. UU. e Israel, y se optó por una redacción diplomática en relación con las sanciones y los conflictos regionales, aunque se condenó el ataque militar a Irán y se expresó un apoyo genérico al multilateralismo. 

Promoción del uso de monedas nacionales en el comercio interno en detrimento del dólar, con apoyo al desarrollo de la plataforma BRICS Pay y al establecimiento de infraestructuras financieras propias, consolidación del Banco BRICS (NDB). 

Iniciativas para la regulación de la IA y la protección de datos, destacando la necesidad de salvaguardar los datos contra el uso no autorizado en el entrenamiento de la IA. Dada la complejidad y novedad del tema, se seguirá abordando el establecimiento de un marco jurídico obligatorio en la materia. 

En el ámbito de la coordinación energética y los recursos estratégicos, la reunión se celebró en un contexto de volatilidad del mercado del petróleo y de nuevas alianzas energéticas. Se debatió sobre la reducción de la dependencia del dólar estadounidense en las transacciones energéticas y la creación de cadenas de suministro dentro de los BRICS. Las tensiones geopolíticas (sanciones contra Rusia e Irán) hacen necesario acelerar la coordinación energética. 

La cumbre confirmó que las asociaciones tecnológicas e industriales se están convirtiendo en un pilar estratégico del bloque, que aspira a medio plazo a la autonomía tecnológica dentro de los BRICS, la creación de un mercado interior integrado y la transformación del bloque en un importante actor industrial-tecnológico mundial. 

A diferencia de 2024, año en el que se produjo la mayor expansión del BRICS, en Río no se tomó ninguna decisión definitiva sobre la admisión de nuevos miembros. Se decidió continuar las discusiones sobre la admisión de Arabia Saudí hasta la cumbre BRICS 2026. Además, se decidió crear un grupo de trabajo BRICS sobre la expansión para establecer: criterios económicos y políticos de admisión; procedimientos para evaluar las candidaturas; y un calendario realista para la próxima ola de expansión. En conclusión, la expansión de los BRICS no se ha detenido, sino que ha entrado en un periodo de consolidación interna tras la gran expansión de 2024. 

Conclusiones e implicaciones prácticas

La reunión de los BRICS de 2025 consolidará la tendencia a diversificar las relaciones económicas y financieras mundiales, ofreciendo a los Estados miembros y socios una alternativa a la hegemonía del dólar.

Mediante acuerdos sobre energía y recursos, el BRICS reducirá la exposición de sus miembros a las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, especialmente en el contexto de los conflictos actuales.

La coordinación de los BRICS puede debilitar la influencia del FMI y el Banco Mundial, mientras que el NDB puede convertirse en un pivote para la financiación de proyectos de infraestructuras en el Sur Global.

China e India reforzarán su influencia como líderes del Sur Global, influyendo en los flujos de inversión y estableciendo estándares tecnológicos.

La cumbre refleja la consolidación de los BRICS como polo alternativo pero prudente, sin pasos radicales. El evento marca el paso de la retórica ideológica a medidas prácticas para construir una autonomía económica, financiera y tecnológica.

Estados Unidos y la Unión Europea han expresado su preocupación por el acelerado proceso de desdolarización, temiendo la pérdida de influencia financiera mundial y el desplazamiento de los flujos comerciales hacia las plataformas de los BRICS.

El presidente chino, Xi Jinping, se reúne con el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, antes de la cumbre de los BRICS en el aeropuerto internacional OR Tambo en Johannesburgo, Sudáfrica, 22 de agosto de 2023 - PHOTO/ Yandisa Monakali/DIRCO via REUTERS

La expansión de los BRICS y sus iniciativas de desdolarización pueden afectar al acceso de la UE a recursos esenciales y mercados emergentes, lo que requerirá ajustes en las estrategias energéticas e industriales europeas para contrarrestar la creciente influencia del bloque BRICS en los mercados mundiales.

Para Rumanía, es importante seguir de cerca las orientaciones marcadas en la cumbre de los BRICS, ya que la expansión y consolidación de este grupo puede generar cambios en los mercados de la energía, las materias primas y el comercio mundial, afectando indirectamente también a las economías europeas.

Al mismo tiempo, la evolución de los BRICS puede ofrecer oportunidades de colaboración específica en ámbitos como las infraestructuras, la energía y el comercio, y la adaptación de las estrategias nacionales a estas realidades puede contribuir a reducir las vulnerabilidades y a diversificar las asociaciones económicas internacionales.

En conclusión, aunque los BRICS no pueden cambiar unilateralmente el orden económico mundial, la cohesión de los intereses de los Estados miembros puede impulsar gradualmente cambios en los flujos de poder económico y financiero mundiales.

General (Rtd) Corneliu Pivariu. Miembro del Consejo Asesor de IFIMES y fundador y antiguo director general de INGEPO Consulting