La llegada de los eurodiputados a la isla desafía las advertencias de China tras afirmar que su llegada dañaría los intereses con el gigante asiático

Una delegación europea aterriza por primera vez en Taiwán

PHOTO/ Yuan Ejecutivo vía AP - El primer ministro de Taiwán, Su Tseng-chang, en el centro, posa para las fotos con parlamentarios de la Unión Europea en Taipei, Taiwán, el miércoles 3 de noviembre de 2021

Las desavenencias entre Taiwán y China continúan en medio de un pulso diplomático. Desde Pekín las reivindicaciones que defienden la integración de la isla como parte de su territorio se encuentran en un momento caracterizado por las agresivas políticas de Xi Jinping. Su política exterior defiende la reunificación de Taiwán, considerada como “una provincia rebelde” por parte de China y continúa manteniéndose firme en su postura integrista ya que, de acuerdo con el mandatario, “aquellos que olviden su herencia, traicionen a la madre patria y busquen dividir al país no tendrán un buen final, y serán despreciados por el pueblo y condenados por la historia”. 

Por otra parte, desde Taiwán defienden la independencia de la isla y se considera así misma como un estado soberano. Tras este pulso directo con China, el país ha intensificado su campaña con el fin de aislar a la isla en la escena internacional. Algo que China no ha logrado del todo ya que Taiwán ha experimentado una mejora considerable en su visibilidad internacional, sobre todo con la Unión Europea. 

El pasado 20 de octubre el Parlamento Europeo aprobó un informe en el cual una mayoría abrumadora de eurodiputados se posicionaba a favor de estrechar las relaciones con Taipéi, desautorizando de esta forma la política taiwanesa promulgada por el presidente chino, Xi Jinping, que defiende la reunificación completa del país continental con Taiwán.

Tras la firma del informe, dicha delegación, conformada por siete eurodiputados, ha aterrizado ya en Taiwán con el fin de seguir fortaleciendo los lazos con la isla, obviando así las advertencias por parte de China. De hecho, la misión aprobada en Bruselas ha sido criticada por Pekín tras advertir que su desarrollo “dañaría los intereses de China y minaría el sano desarrollo de las relaciones entre China y la UE”. 

Así, se espera que la delegación, liderada por el francés Raphael Glucksmann, se reúna con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, además de con otros altos responsables, según ha informado el ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés.

El propio Glucksmann ha sido sancionado anteriormente por China y ha sufrido en reiteradas ocasiones las críticas del gigante asiático. En esta convulsa situación, el eurodiputado escribía a través de Twitter que “ni las amenazas ni las sanciones me impresionan. Nunca. Continuaré siempre al lado de aquellos que luchan por la democracia y los derechos humanos. Y aquí está: voy a Taiwán”

Esta delegación se ha convertido en la primera representación “oficial” del Parlamento Europeo en visitar la isla. De acuerdo con el comunicado, desde Taiwán esperan “fructíferas discusiones sobre la defensa de la democracia, la libertad, el estado de derecho y el respeto por los derechos humanos con nuestros socios europeos con valores similares”. 

Esta política coincide en un momento inquietante ya que se han registrado en tan solo una semana más de 150 incursiones de aviones chinos en Taiwán. Desde Taipei está injerencia la calificaron como un “abuso” mientras que Estados Unidos lo tildó como una “provocación”. Junto a esto, o es la primera vez que Taiwán pide a China que abandone sus políticas de “coerción”, considerada por el país como la base de los problemas entre ambos estados.

Sin embargo, lejos de apaciguar la situación, China ha protagonizado nuevas maniobras militares con fuego “contra objetivos a alta velocidad no identificados” en el mar de China Oriental, según ha señalado la cadena estatal CCTV. 

Ante esta situación, Estados Unidos ya ha anunciado su presencia militar en Taiwán, estancia que estaría justificada “para entrenar a las tropas taiwanesas” algo que China afirma que es “una provocación” y una amenaza que atenta “contra la paz”. Estas declaraciones se han trasladado a la reunión del G20, celebrada en Roma, en la que el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, señaló al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que Taiwán “es la cuestión más delicada” entre las dos superpotencias. 

Ante las constantes amenazas de China, Taiwán ha indicado que el entrenamiento de las fuerzas militares se vería reforzado para mejorar su capacidad en un combate real. Así las históricas rivalidades entre los dos países siguen forjándose en un clima que se ha tensionado más tras la elección de 2016 de la presidenta Tsai, quien defiende fervientemente a Taiwán como un estado soberano de facto.