Los desafíos a los que se enfrenta el nuevo papa León XIV

El recién elegido Papa León XIV, el cardenal Robert Prevost de los Estados Unidos, pronuncia el mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) desde el balcón de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el 8 de mayo de 2025 - REUTERST/YARA NARDI
Una Iglesia dividida, finanzas en crisis y la necesidad urgente de inclusión marcan el inicio de su pontificado
  1. Tolerancia cero al abuso sexual 
  2. La mujer en la Iglesia
  3. Inclusión LGBTQ+
  4. El Sur global: nuevo epicentro del catolicismo
  5. Finanzas vaticanas
  6. Un mundo dividido

El recién elegido papa León XIV, anteriormente conocido como el cardenal Robert Francis Prevost, afronta una de las etapas más complejas en la historia reciente de la Iglesia católica. Tras solo dos días de cónclave, el cardenal estadounidense de ascendencia española fue nombrado pontífice, convirtiéndose en el primer Papa nacido en Estados Unidos.

A sus 69 años, León XIV hereda una institución con profundas fracturas internas, una reputación aún afectada por los escándalos de abuso sexual, y una misión urgente de adaptarse a una comunidad global en transformación.

Su primera aparición como Papa ya ha dejado una señal: este viernes, oficiará su primera misa como pontífice después de haber realizado una visita sorpresa al personal de su antigua residencia, un gesto que sugiere continuidad con el estilo cercano de su predecesor, Francisco.

Pero más allá de los gestos simbólicos, la lista de desafíos que lo aguardan es extensa y significativa. La forma en que el papa León XIV afronte estos retos determinará no solo su legado, sino también el rumbo del catolicismo en el siglo XXI.

Los fieles se reúnen en la Plaza de San Pedro para la elección del papa León XIV y el Cardenal Robert Prevost de los Estados Unidos, en el Vaticano, el 8 de mayo de 2025 - REUTERS/ MURAD SEZER

Tolerancia cero al abuso sexual 

El abuso sexual dentro de la Iglesia sigue siendo una herida abierta. Aunque el papa Francisco fue más lejos que ninguno de sus predecesores, convocando una cumbre global de obispos y estableciendo protocolos de cooperación con tribunales civiles, no obligó a que los casos fueran remitidos automáticamente a las autoridades. Las víctimas han valorado y agradecido los avances, pero coinciden en que no fueron suficientes.

León XIV deberá decidir si refuerza las reformas, incluyendo una mayor transparencia y colaboración obligatoria con la justicia civil. Esta presión vendrá no solo de las víctimas, sino también de los fieles y del escrutinio internacional.

Una mujer sostiene una foto tomada con Robert Prevost, ahora papa León XIV, mientras la gente se reúne en la Catedral de Santa María, el día de la elección del papa León XIV, en Chiclayo, Perú, el 8 de mayo de 2025 - REUTERS/ SEBASTIAN CASTANEDA

La mujer en la Iglesia

Durante su pontificado, Francisco permitió por primera vez que las mujeres votaran en una reunión sinodal. Sin embargo, nunca modificó la estructura jerárquica para incluirlas en roles de liderazgo eclesial ni avanzó en la cuestión de su ordenación.

El nuevo Papa deberá posicionarse con claridad frente a un problema que ha provocado que cerca de 10.000 monjas abandonasen la vida religiosa en la última década, según cifras del Vaticano. Las mujeres, pilar del trabajo pastoral y educativo de la Iglesia, siguen sintiéndose tratadas como ciudadanas de segunda clase dentro de la institución religiosa. 

El recién elegido papa León XIV, el cardenal Robert F. Prevost de los EE. UU., sostiene una cruz mientras aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el 8 de mayo de 2025 - REUTERS/DYLAN MARTINEZ 

Inclusión LGBTQ+

"¿Quién soy yo para juzgar?" fue una frase icónica de Francisco sobre la homosexualidad, y marcó el inicio de una era más inclusiva. Permitió bendiciones a parejas del mismo sexo, aprobó el bautismo de personas transgénero y su rol como padrinos, pero sin tocar la doctrina oficial.

Estas decisiones, si bien históricas, provocaron una fuerte oposición de sectores conservadores, especialmente en África. León XIV deberá decidir si continúa este camino o toma distancia, enfrentándose al difícil equilibrio entre avanzar en inclusión y evitar una ruptura interna.

Robert Prevost, actual papa León XIV, con el papa Juan Pablo II - PHOTO/ Provincia Agustiniana de Nuestra Madre del Buen Consejo/Folleto vía REUTERS

El Sur global: nuevo epicentro del catolicismo

La Iglesia pierde fuerza en Europa, pero crece con rapidez en América Latina, Asia y África. Francisco intentó reflejar esta realidad en el Colegio Cardenalicio y en su política exterior.

León XIV encarna, en parte, esa globalización: nacido en Chicago, pero con una carrera pastoral de más de dos décadas en Perú y experiencia de gobierno en Roma. Su perfil multicultural lo coloca en una posición privilegiada para tender puentes entre las distintas sensibilidades del mundo católico.

Una persona mira las noticias en su teléfono sobre la elección del cardenal Robert Francis Prevost como nuevo Papa, Nueva York, EE. UU., 8 de mayo de 2025 - REUTERS/ ADAM GRAY

Finanzas vaticanas

La situación económica del Vaticano es alarmante. El déficit presupuestario supera los 83 millones de euros y el fondo de pensiones acumula un agujero de más de 2.000 millones. Francisco inició una profunda reforma del IOR (el Banco Vaticano) para acabar con décadas de escándalos financieros, pero la tarea sigue inconclusa.

León XIV deberá mostrar firmeza administrativa y transparencia, y quizás aplicar recortes o modernizaciones que le generen resistencia interna. Su perfil centrista podría ayudar a generar consensos, pero la gestión económica será uno de sus mayores campos de batalla.

Robert Prevost, actual papa León XIV, con el difunto papa Benedicto XVI - PHOTO

Un mundo dividido

A nivel internacional, el Papa también será una figura clave para mediar en conflictos globales y mantener el papel moral de la Iglesia. Desde las guerras en Ucrania y Oriente Medio hasta la crisis climática, la migración y los derechos humanos, la agenda es amplia.

La gente observa mientras el recién elegido papa León XIV, el cardenal Robert Prevost de Estados Unidos, que aparece en la pantalla, aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro, visto desde Roma, Italia, el 8 de mayo de 2025 - REUTERS/ ALKIS KONSTANTINIDIS

Tras dos décadas marcadas por los extremos de Benedicto XVI y Francisco, la Iglesia necesita estabilidad. Prevost ha sido descrito como un moderado, un posible conciliador. Su reto es monumental: equilibrar tradición y modernidad, mantener la unidad sin frenar las reformas y lidiar con un mundo cada vez más volátil.