Desbordados por la avalancha en Ceuta
Los servicios secretos españoles, tanto civiles como militares, creen que las propias autoridades marroquíes se vieron sorprendidas por el número de personas que se lanzaron al agua para alcanzar Ceuta el 18 de mayo, pues, aunque “favorecieron” esta ‘invasión’ no esperaban el elevado número de personas que iban a entrar en España.
Esta es una de las conclusiones de los servicios de información españoles tras la crisis que afectó a la ciudad española a mediados de mayo y que terminó con la entrada de alrededor de 8.000 personas, de los que más de 1.000 eran menores.
Se calcula que hasta el año 2017 unas 4.000 mujeres porteadoras vivían de comprar productos en España (Ceuta y Melilla) y venderlos en Marruecos. A partir de esta fecha Marruecos fue poniendo problemas y la cifra bajó casi al 50%.
La crisis del coronavirus provocó el cierre de la frontera y que miles de familias dejaran de tener ingresos en estas ciudades fronterizas con Ceuta y Melilla. Al tener información, en mayo, de que Marruecos permitía el paso a Ceuta cruzaron a España para intentar mejorar sus condiciones de vida.
Los servicios de información españoles sí detectaron que el problema se iba a producir pues tenían noticias de la aglomeración de personas en la zona fronteriza, así como de la postura de Marruecos de favorecer esta entrada ilegal de sus compatriotas. Informaron a los responsables del Ejecutivo de los hechos que se iban a producir.
Las autoridades españolas tuvieron horas para reaccionar, pero optaron por una posición conservadora como fue dejarles entrar y, tras unos momentos de confusión, proceder a la devolución en caliente de los mayores de 18 años.
Más de 1.000 menores permanecen en la ciudad, ya que sus familias no los han reclamado y por la legislación internacional no pueden ser devueltos a su país.
La gestión de la crisis corrió a cargo del Ministerio del Interior que fue recibiendo información del CNI y del Centro de Inteligencia del Ministerio de Defensa constantemente. Interior recibió los datos y posteriormente decidió pedir la colaboración de las fuerzas de Regulares y la Legión.
En Defensa están “muy satisfechos” de la actuación de sus soldados pues creen que los que buscaban una foto de militares golpeando a súbditos marroquíes no lograron su objetivo.
En la mente de todos estaban las fotos y los vídeos, que se vieron en todo el mundo, de las cargas de policías nacionales en la crisis de Cataluña de octubre de 2017.
Cuando se produce una situación de crisis los servicios de inteligencia civiles y militares dan a la autoridad la información que van recibiendo y que es sintetizada por sus analistas antes de hacerla llegar al Gobierno. Las autoridades deben decidir sobre la credibilidad de esta y obrar y elegir su reacción.