La periodista y corresponsal María Senovilla analizó la última hora del conflicto ucraniano en los micrófonos del programa “De cara al mundo” de Onda Madrid

El cese de Zaludny pone a Zelensky contra las cuerdas

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en Suiza - ALESSANDRO DELLA VALLE / POOL / AFP

La guerra de Ucrania continúa. Se consumó el cambio en la cúpula militar ucraniana, algo que se venía comentando desde hace más de una semana. Así, el presidente Volodimir Zelenski ha sustituido al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Un asunto que fue tratado por la periodista y corresponsal María Senovilla en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid.  

María Senovilla, ¿dónde te encuentras ahora mismo? 

Me encuentro en el frente de combate de Bajmut en primera línea de contacto. Los propios soldados me han ayudado a posicionarme más atrás para poder conectarme con vosotros. Nos encontramos en plena ofensiva. Los rusos están intentando llevar varias columnas de infantería para intentar atacar las posiciones ucranianas. 

Es la movilización más grande en mucho tiempo de tropas rusas en la zona. Tanto la artillería como los carros de combate ucranianos están dándolo todo. El duelo de artillería es considerable para repeler la entrada de los rusos. 

Se ha consumado el cambio de la cúpula, ¿cómo se ha recibido la noticia entre los ucranianos? ¿Has podido hablar con algunos soldados, para saber que piensan de estos movimientos políticos? 

Llevo todo el día intentando saber la opinión de los soldados, pero en cuanto son conocedores de que quiero grabar la conversación, no se pronuncian porque consideran que no deben valorar decisiones políticas. Personalmente, se les ve rotos. Zaludny, más allá de ser el jefe de las Fuerzas Armadas, era un auténtico líder. 

El apoyo que tenía tanto de la población civil como de los militares va a ser muy difícil que lo gane el general Oleksandr Syrskyi. Es otro perfil de militar que representa una estrategia más antigua, más del estilo soviético. Zaludny había sido quien cuando empezó el conflicto con Rusia, le dijo a Zelensky: “Podemos resistir, vamos a resistir”, y ha llevado a lo largo de estos dos años el peso de la iniciativa de todo lo que ha logrado el Ejército ucraniano. Dentro de una guerra de desgaste como está siendo, solo el hecho de resistir ante el Ejército ruso era algo que nadie contaba con ello. Sin embargo, Zaludny, desde el minuto uno, les insufló ese ánimo y esa valentía. 

Hasta el momento es un cambio que está dejando caras largas dentro del frente de combate y en las conversaciones entre los propios soldados. Aun así, afirman que no esperan grandes cambios de estrategia de cara a las próximas semanas o meses. Aún estamos en invierno por lo que el avance de tropas en ambos lados es complicado por las condiciones climatológicas. Por lo que aún se está a la espera. 

Posiblemente, haya sido una decisión más política que militar, ¿no? 

Tras la fallida contraofensiva de verano y después de las declaraciones de Zaludny en las que afirmaba que la guerra estaba entrando en un callejón sin salida, se quemaron todas las relaciones entre el jefe de las Fuerzas Armadas y el presidente Zelensky. Aun siendo conocedores estos problemas se quiso mantener a Zaludny en gran parte por el apoyo popular, no solo militar, y tendremos que ver cuánto le cuesta a Zelensky política y popularmente esta decisión.  

Porque esto se está solapando con la ley de movilización obligatoria con la que el Ejército pretende que más de 500.000 ciudadanos se alisten, como nuevos reclutas. Se está debatiendo en el Congreso ucraniano. Hay una serie de medidas muy polémicas cuyo fin es el alistamiento de hombres civiles al Ejército, y los diputados no están dispuestos a aprobar ciertas cosas. Entre unas cosas y otras se ha generado un terremoto político y ver que coste final tiene para el presidente. 

¿Quién es el sustituto de Zaludny, el general Oleksandr Syrskyi? Los países de la OTAN que apoyan a Ucrania seguro que tienen algo que decir, y entienden que ese apoyo tiene que estar dirigido de la mejor manera posible. 

Esta decisión ha estado ya hablada con fuerzas OTAN y los líderes de la Unión Europea. Hace 10 días ya hubo un amago de despido. En el portal web del Ejército ya aparece la foto de Syrskyi. En la descripción, lo primero que aparece es que en el año 2013 formó parte de una comisión que negocio con la OTAN para adaptar al Ejército ucraniano a una posible ofensiva rusa. Es un hecho simbólico. Realmente Syrskyi está bastante alejado de las doctrinas de la OTAN y sí, acumula éxitos en estos dos años de invasión lo que lo posicionó de forma bastante clara como número dos en caso de despido de Zaludny. 

Syrskyi fue quien se encargó de la defensa de Kiev, fue quien consiguió mantener ese cerco a Kiev consiguiendo que los rusos se retiraran 5-6 semanas después. También comandó el frente oriental en Járkov que durante meses ha sido la ciudad más asediada por las tropas rusas. Hubo días con más de 30 ataques en 24 horas. 

El general ideó una defensa en capas de la ciudad de Járkov, donde las tropas rusas estuvieron a escasos 20 kilómetros de la urbe y logró de esta manera contener esa invasión que, si las tropas rusas hubieran tomado la segunda ciudad más importante de Ucrania, probablemente la guerra no estaría en los términos que estará ahora, estaría todavía muchísimo peor. Después de conseguir con éxito repeler ese asedio a la ciudad de Járkov, fue el que comandó la exitosa contraofensiva de otoño de 2022, con la que las Fuerzas Armadas ucranianas lograron recuperar el 30% nada menos del territorio que había ocupado Rusia. 

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky (dcha.), y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (izda.) - Sergei SUPINSKY / AFP

Unos meses después, esa contraofensiva acababa en noviembre más o menos de 2022 y rápidamente en enero del 23 comenzaban los combates en el eje Soledad-Bajmut. Y ahí fue donde se enquistó la guerra, donde se perdieron muchísimos recursos, sobre todo recursos humanos, sobre todo personas. Hubo días que en el frente de combate de Bajmut se causaron entre 400 y 500 bajas. Una barbaridad que Syrskyi mantuvo, algunos dicen que, de forma innecesaria, otros dicen que sirvió para dar un balón de oxígeno a los otros frentes de combate. Lo cierto es que, a tenor de lo que sucedió los meses después, la pérdida humana tan grande que se contabilizó en Bajmut parece innecesaria, porque durante todo este tiempo, lo que hizo el Ejército ruso, más allá de enviar a mercenarios de Wagner a la ciudad de Bajmut para intentar tomar esa plaza, lo que hacía mientras era fortificar las defensas del frente sur, toda la línea de Zaporilla, sembrarlo completamente. De minas antipersonas, de minas antitanque, de esas barreras de dientes de dragón que llaman que son bloques de hormigón que impiden el paso de los blindados. Y cuando finalmente se lanzó esa contraofensiva de verano, pues se estrelló estrepitosamente contra todas esas fortificaciones defensivas rusas. 

La trayectoria de Syrskyi a lo largo de estos dos años de invasión ha sido un poco de montaña rusa. Hay que celebrar sus éxitos, tanto conteniendo el cerco de Kiev. Y también, bueno, el cerco a la ciudad de Járkov, como esa exitosa contraofensiva que liberó Járkov. Pero hay también que señalar, pues esa estrategia que mantuvo con Bajmut, con Soledad, una estrategia puramente soviética, de tú pones mil hombres, yo pongo otros mil enfrente y hasta que se maten entre ellos, que dista bastante de las doctrinas OTAN, que ahora mismo necesitan las Fuerzas Armadas ucranianas, si quieren marcar una diferencia. Que les sirva para dar la vuelta a lo que está sucediendo en el campo de batalla.

Tropas del Ejército ucraniano a la entrada de Bajmut, tras meses de bombardeos rusos - PHOTO/ARCHIVO

Tal y como estamos escuchando los ucranianos se defienden como pueden, ¿no?, porque la munición está racionada. 

La munición escasea, yo lo llevo viendo a lo largo de toda esta semana, basada en las posiciones de artillería, y te dicen que normalmente están contestando al fuego una o dos veces al día máximo, cuando los drones les dan unas coordenadas de, digamos, de objetivos buenos. 

Ahora mismo no tiran solo para devolver el fuego, ahora mismo se están seleccionando el tiro, están racionando la munición, y lo que está sucediendo hoy se debe a que ahora mismo hay un intento en curso de los rusos de avanzar en dirección a Chastellar, y están intentando parar el ataque, pero los ucranianos estarían esperando pacientemente a que les dieran las mejores coordenadas para lanzar ese ataque y mantener así a los rusos a raya. 

La falta de munición es un problema gravísimo, lo acusan en todas las posiciones. Si tú ves los arsenales, están menos de a medio gas, donde antes veías munición de 122, de 152 milímetros, ahora las cajas son escasas, están necesitados de munición, lo dicen ellos mismos, y, mientras esto sucede, en el Congreso de Estados Unidos están paralizando esas ayudas que están esperando como agua de mayo.