En la directiva polisaria hay diferentes opiniones sobre la vuelta al alto el fuego, roto en noviembre de 2020

Divisiones en el seno del Frente Polisario por la posible vuelta al alto el fuego con Marruecos

PHOTO/FILE - Miembro del Frente Polisario en los campamentos de Tinduf (Argelia)

Algunos dirigentes del Frente Polisario no se ponen de acuerdo sobre la posibilidad de volver a detener el conflicto armado que les enfrenta a Marruecos por la cuestión del Sáhara Occidental. 

La dirección del Frente Polisario dio por roto el alto el fuego con Marruecos en noviembre de 2020 por los enfrentamientos acaecidos en el paso del Guerguerat, la zona de distensión que se acordó entre las partes, después de 30 años de cese de la actividad armada que llegó por los acuerdos firmados en 1991, los cuales pacificaron la situación después del enfrentamiento cruento protagonizado por los bandos opositores desde que se produjese la salida de España a consecuencia del proceso descolonizador del territorio. 

Oubi Bachir, representante polisario en Europa, tiene en consideración la posibilidad de volver al alto el fuego “siempre que haya una voluntad política real para resolver el conflicto, en lugar de gestionarlo”, como indicó en una entrevista concedida al medio tunecino Al-Mustaquilla, de la que se hizo eco el medio Yabiladi y la agencia de noticias Sahara Press Service, vinculada al Frente Polisario y a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a la que representa este.

Esta línea no es la defendida por otro cargo importante del Frente Polisario destinado en Nueva York, Ammar Mohamed, uno de los portavoces de la línea más inmovilista del Frente Polisario y que encarna el enfrentamiento más directo con Marruecos. “No habrá un alto el fuego completo por parte de los saharauis mientras haya una fuerza de ocupación en el territorio. El movimiento saharaui se mantiene firmemente fiel a su declaración de lucha armada, ampliamente respaldada durante el 16º congreso celebrado a mediados de enero en el campamento de Dajla”, según indicó en declaraciones al medio RASDTV.

El propio Ammar Mohamed ya mostró una línea muy inflexible con motivo de la visita de Staffan de Mistura, enviado especial del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el Sáhara Occidental, a los campamentos de refugiados de Tinduf, donde el representante de la ONU pudo comprobar las difíciles condiciones de vida de los refugiados en estos asentamientos localizados en Argelia. “El Polisario ya no considera el referéndum de autodeterminación como una posible solución, sino que se aferra directamente a su legítimo derecho a la plena independencia del Sáhara Occidental. El pueblo saharaui mantiene su derecho a defenderse por todos los medios legítimos”, destacó el responsable polisario ante los medios de comunicación. 

Esta postura de Ammar Mohamed se oponía a la expuesta por el portavoz del Frente Polisario en Argelia Abdelkader Taleb Omar, que se había pronunciado a favor de “una solución política basada en la organización de un referéndum como solución de compromiso”. “La organización de un referéndum probablemente resolvería todos los problemas”, indicó este portavoz, como recordó el medio Yabiladi. 

La ruptura del alto el fuego de 2020 puso fin de manera temporal a unas esperanzas puestas en el proceso negociador para llegar a una solución del diferendo del Sáhara Occidental, que dura ya más de cuatro décadas tras la salida de España como potencia colonizadora de la zona. A pesar de las diferentes mediaciones a lo largo de la historia y de la intervención de la ONU, sigue en pie el enfrentamiento. 

Marruecos plantea una fórmula de amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de Naciones Unidas, la cual cuenta con un importante respaldo internacional de países relevantes como Estados Unidos, Alemania, Emiratos Árabes Unidos o la propia España. Estos consideran la iniciativa de la nación norteafricana como la “más seria, creíble y realista” para solventar el problema.

Por otro lado, el Frente Polisario defiende en general la celebración de un referéndum de independencia, de difícil materialización, como han apuntado diversos expertos teniendo en cuenta los problemas con el censo y otros factores, y que cuenta con menos apoyos, entre los que se encuentra el de Argelia, gran rival político de Marruecos en el Magreb. Aunque, como se ha apuntado, hay algunos representantes polisarios como Ammar Mohamed que directamente apelan a un proceso de independencia directo más allá de celebrar previamente un referéndum, como señaló el medio Yabiladi, enfrentándose así a propuestas más moderadas y menos rupturistas. 

El enviado de Naciones Unidas Staffan de Mistura mantuvo a principios de abril reuniones bilaterales con Marruecos y el Frente Polisario y otras partes implicadas en la problemática e informó al secretario general António Guterres sobre la evolución y resultados de estas antes de la próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que tratará la cuestión del Sáhara Occidental. De Mistura programó consultas informales bilaterales con representantes de Argelia, Mauritania y miembros del “Grupo de Amigos”, entre los que se encuentran España, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia. Es decir, con todas las partes que tienen algo que ver con la cuestión saharaui. El secretario general de la ONU, António Guterres, recibió a Staffan de Mistura para discutir los resultados de las “consultas informales y bilaterales” que tuvo De Mistura, según señaló el Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU (DPPA) y como confirmaron medios como Morocco World News citando a esta fuente.

En la reunión a puerta cerrada con el secretario general de la ONU, De Mistura informó a Guterres de las “consultas informales y bilaterales” mantenidas con todas las partes implicadas en el conflicto del Sáhara, según diversas informaciones de medios que hicieron referencia a la DPPA. De Mistura tuvo conversaciones bilaterales con delegaciones de Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania, así como de Francia, la Federación Rusa, España, el Reino Unido y los Estados Unidos con el objetivo de acercar posturas y relanzar el proceso político de pacificación de la región.

Durante este mes de abril está prevista una reunión (programada por Rusia, que ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU) para analizar la cuestión del Sáhara Occidental. Los 15 miembros del Consejo de Seguridad abordarán el tema el 19 de abril mediante una sesión informativa en la que participará también el enviado especial Staffan de Mistura, quien expondrá un informe sobre las últimas visitas a territorio saharaui y sobre los encuentros llevados a cabo con las distintas partes involucradas en el conflicto.