Un documental intensifica la crisis entre Francia y Argelia
En un nuevo episodio de la compleja relación entre Argelia y Francia, los medios de comunicación argelinos han lanzado una fuerte ofensiva contra sus homólogos franceses tras la proyección de un documental que expone presuntas maniobras del régimen argelino en suelo francés para presionar a opositores y activistas.
El reportaje, titulado La noche de veinte horas, revela métodos de la inteligencia argelina para contactar a opositores exiliados en Francia y persuadirlos de colaborar proporcionando información sobre otros activistas. A cambio, se les ofrecería la posibilidad de regresar a Argelia sin enfrentar represalias. El documental también señala que las operaciones del régimen van más allá de la influencia en redes sociales, incluyendo acciones directas en territorio francés para neutralizar a opositores.
Uno de los testimonios clave es el del caricaturista opositor Ghilas Ainouche, refugiado en Francia, quien denuncia presiones y amenazas por parte del régimen. Ainouche asegura haber recibido reiteradas ofertas de las autoridades argelinas para cancelar su condena de diez años de prisión a cambio de su sumisión al gobierno. Otros opositores han confirmado haber sido contactados con propuestas similares.
La respuesta contundente de los medios argelinos
La reacción de la prensa oficialista argelina no se hizo esperar. La Agencia Argelina de Noticias, junto con otros medios como Echorouk y Ennahar, calificó el documental como "una vil conspiración" y acusó a los medios franceses de promover la desinformación. La agencia denunció el informe como un "escándalo mediático" y arremetió contra France Télévision, asegurando que "ha descendido a niveles informativos alejados de la ética y el profesionalismo".
Los medios argelinos también han destacado que, aunque las críticas francesas contra el régimen han sido constantes, las instituciones de comunicación de Argelia han practicado el distanciamiento hasta ahora. Sin embargo, la difusión del documental ha llevado a una respuesta feroz, con acusaciones de que se trata de una campaña orquestada para dañar la imagen del país.
Se acentúa la crisis diplomática
El enfrentamiento entre los medios de comunicación de ambos países se produce en medio de fuertes tensiones entre Argelia y Francia que han aumentado en los últimos años, con desacuerdos sobre cuestiones históricas, políticas y económicas. La decisión de Argelia de diversificar sus alianzas económicas y reducir su dependencia de Francia ha generado fricciones, y algunos sectores en Argel acusan a París de utilizar los medios de comunicación para influir en la opinión pública y desestabilizar al país.
Además, Argelia ha acusado reiteradamente a medios como Le Monde y France 24 de tergiversar la realidad nacional y centrarse en críticas al gobierno en materia de derechos humanos y democracia. Estas tensiones mediáticas suelen coincidir con momentos de crisis diplomática, reforzando la percepción de que la información es una herramienta de presión política.
Mientras los medios tradicionales se enfrentan, las redes sociales han adquirido un papel clave en la difusión de narrativas opuestas. Cuentas influyentes en Argelia han promovido activamente la idea de un boicot a los medios franceses, acusándolos de distorsionar la realidad del país. A la par, plataformas digitales francesas amplifican las denuncias contra el régimen argelino, dando voz a los opositores.
El conflicto entre los medios argelinos y franceses no es solo una disputa por la verdad, sino también una extensión de las tensiones políticas y diplomáticas entre ambos países.