Drones Bayraktar revelan la débil posición de la inteligencia argelina en el Sahel

El reciente incidente en la frontera entre Argelia y Malí ha puesto de manifiesto las carencias de la inteligencia argelina, tras la violación del espacio aéreo a través de la frontera sur con Malí de un dron turco Bayraktar, a pesar de que este fue finalmente derribado por las Fuerzas de Seguridad argelinas. 

El dron, de fabricación turca, ha generado las suspicacias de que sea Turquía, en alianza con Malí, los responsables del incidente. Un hecho que ha sido considerado por el Ministerio de Defensa de Argelia como un ataque a la soberanía y estabilidad del Sahel. 

No obstante, las versiones sobre los hechos son contradictorias, puesto que la inteligencia militar argelina no ha emitido detalles sobre lo ocurrido. Hasta el momento, solo se conoce que el modelo corresponde con los drones turcos Bayraktar, debido a las imágenes de los restos de éste encontrados cerca de Tinzaouatene, penetró más de 2 kilómetros en territorio argelino. 

Aunque el Ejército argelino se merita el derribo del dron, las Fuerzas Armadas de Malí aseguran que la aeronave no tripulada se estrelló durante una misión de vigilancia rutinaria; y las fuerzas del Frente de Liberación de Azawad (FLN), también ha reivindicado el derribo del dron porque lo consideraron un “dispositivo terrorista”, un hecho habitual y con el que el FLN está acostumbrado a lidiar.

Para el periodista español, Ignacio Cembrero, el responsable del ataque habrían sido los Afrika Corps rusos, siendo el primer ataque de este estilo desde territorio maliense a Argelia. 

“En el contexto de los esfuerzos realizados para proteger nuestras fronteras nacionales, una unidad de la Defensa Aérea del Territorio de la Sexta Región Militar, en la noche del 1 de abril de 2025, alrededor de la medianoche, pudo detectar y derribar un dron de reconocimiento armado cerca de la ciudad fronteriza de Tinzaouatene, después de que había penetrado el espacio aéreo por una distancia de 2 kilómetros”, señaló el Ministerio de Defensa de Argelia.

Estas tres versiones sobre lo sucedido ponen de manifiesto la alta inestabilidad de la zona con una presión y tensión geopolítica cada vez mayor por la presencia de cada vez más actores importantes del panorama internacional. 

En los últimos años, las relaciones de Malí con Rusia y Turquía se han incrementado, especialmente en el ámbito militar. Por parte de Turquía mediante la venta y concesión de drones Bayraktar, y por parte de Rusia con la venta de todo tipo de armamento, hasta tal punto que el arsenal militar de Malí es en un 70 % de origen ruso. 

Pero la influencia rusa en Malí se ha destacado por el ingreso de cientos de miembros de los Afrika Corps, el antiguo Grupo Wagner, los cuales durante más de 5 años han apoyado al Gobierno militar maliense en las guerrillas que han mantenido durante el último lustro contra grupos rebeldes, organizaciones terroristas y separatistas. 

Este constante crecimiento de los apoyos que reciben los países del Sahel por parte de potencias que buscan desestabilizar la región para poder obtener, en el caso de Argelia, su colaboración, la salida al Mediterráneo y recursos energéticos, están generando sensaciones de temor en la Inteligencia argelina, ya que la región del Sahel, con quien Argel comparte frontera por el sur, es donde se han producido el 30 % de todos los ataques terroristas desde 2020. 

Argelia es el país con mayor extensión de terreno de África y uno de los diez países del mundo más grandes, por lo que la defensa de todo su territorio ha sido históricamente una difícil tarea para el Ejército argelino, en parte por las duras condiciones climáticas, ya que más del 70 % se encuentra en el desierto del Sáhara, el más grande del mundo. 

En cambio, qué consecuencias puede tener este incidente. Según informó el propio Ministerio de Defensa de Argelia, Argel estaría estudiando denunciar oficialmente la presencia de armamento turco y mercenarios rusos de Mali dentro del territorio argelino. Sin embargo, si es así la primera consecuencia sería el debilitamiento de las relaciones diplomáticas entre Argel y Bamako. 

Pero no solo eso, sino que para Argelia aumentar la fricción con el Ejecutivo maliense podría suponer que los conflictos internos de Malí con los separatistas tuareg del norte se extiendan hacia territorio argelino poniendo en peligro la poca estabilidad que quedan en la región. 

A expensas de que se aclare el suceso, este incidente pone a Argelia entre la espada y la pared, puesto que necesita mantener la soberanía del país, pero al mismo tiempo mantener las buenas relaciones, especialmente con Rusia, con quien mantiene alianzas desde la época soviética.