Además de extender las detenciones, las autoridades están cortando sus vías de financiación y difusión de su ideología

Egipto intensifica su lucha contra los Hermanos Musulmanes

AFP/KHALED DESOUKI - Entrada del edificio del Consejo de Estado, el más alto tribunal administrativo de Egipto, en El Cairo

Un tribunal penal de la gobernación de Sharqiya en el Delta del Nilo ha condenado a dos miembros del grupo de los Hermanos Musulmanes a pena de muerte, según ha revelado el medio local Ahram. Otras ocho personas han sido sentenciadas con condenas de entre tres y 15 años de prisión. Todas ellas han sido encontradas culpables de “unirse a un grupo terrorista, posesión de armas y municiones sin licencias, y asesinato e intento de asesinato”. En este último caso, la corte les responsabiliza de la muerte de un policía de las fuerzas de seguridad egipcias en el año 2014, año en el que el actual presidente del país, Abdel Fattah al-Sisi, ganó los comicios con un 97% de los votos frente a Hamdeen Sabahi.

Cabe recordar, en este punto, que un año antes, en 2013, el por aquel entonces primer ministro, Hazem Beblawi, dio la orden de designar a los Hermanos Musulmanes como “organización terrorista”, una clasificación a la que se han sumado más recientemente otros países árabes como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos (EAU). El golpe que recibió la organización por parte del Ejecutivo -debilitada tras el derrocamiento del presidente afín, Mohamed Morsi- no fue más que una señal de lo que, a partir de entonces, iba a ser la política gubernamental respecto a los Hermanos Musulmanes. Así, Al-Sisi emprendió una guerra contra el terrorismo que, de acuerdo con los analistas de The Intercept -que desvelaron los vínculos entre el grupo e Irán- fue dejando al grupo “acorralado”

Hace tres días, el 24 de diciembre, el tribunal penal de la capital, El Cairo, renovó la orden de detención por otros 45 días contra el excandidato presidencial y líder del partido político ‘Por un Egipto Fuerte’, Abdel Moneim Aboul Fotouh, quien también había pertenecido con anterioridad a la cúpula dirigente de los Hermanos Musulmanes. Las autoridades le acusan de “liderar y revivir un grupo prohibido”, así como de “publicar noticias falsas” contra las instituciones estatales.

El excandidato fue detenido por primera vez en el mes de febrero de 2018, tras la investigación del Ministerio del Interior en la que habían probado “comunicaciones entre Fotouh y los Hermanos Musulmanes dentro y fuera del país”. La acusación ministerial explica que “esta comunicación buscaba implementar un esquema destinado a provocar confusión e inestabilidad, junto con grupos armados que realizan actos de sabotaje contra instituciones estatales vitales, creando un desorden que les permitiría volver a la cima de la escena política”, como recoge el medio local Egypt Independent.

Este miércoles se ha conocido también que el Ministerio Público de Seguridad del Estado ha detenido al youtuber egipcio Shady Srour a la espera de que se esclarezcan los cargos por los que está siendo investigado: “cooperación con los Hermanos Musulmanes en la publicación de noticias falsas”. El joven egipcio, que cuenta con más de 5 millones de suscriptores en su canal de Youtube, admitió haber publicado en sus redes sociales un vídeo que contenía “un llamado a manifestaciones de presuntos miembros de los Hermanos Musulmanes”, pero únicamente con la intención de informar, no de alentar a sus seguidores.

Cabe destacar, en este punto, que Egipto no solo está llevando a cabo una campaña contra los Hermanos Musulmanes dentro de su territorio, sino que está movilizando a sus países árabes vecinos en esta contienda. Fruto de esta política, el pasado 15 de diciembre, Kuwait deportó a un ciudadano egipcio por supuestos enlaces con la denominada “célula de los Hermanos Musulmanes”, la cual fue detectada a mediados de julio en el país del Golfo. El periódico local Al Rai desveló que el hombre, que trabajaba como dentista, había reconocido “tener vínculos con el grupo de ocho miembros arrestado en julio, así como su participación en la transferencia de fondos a los Hermanos Musulmanes basados en Egipto”.

Contra la financiación y la difusión

La purga contra el grupo designado como terrorista, además de detener a sus miembros, está dirigiéndose contra sus vías de financiación y difusión de su ideología. En el primer caso, el medio local Al-Araby Al-Jadeed reveló, el pasado 16 de diciembre, que las autoridades egipcias confiscarían los fondos de 120 personas acusadas de sostener económicamente a los Hermanos Musulmanes. Figuras como el expresidente Mohamed Morsi, el guía supremo Mohamed Badie, Khairat Al-Shater, Mohammed El-Beltagy y Yusuf Al-Qaradawi ya fueron “blanco de la orden de incautar fondos”, como recoge Middle East Monitor. 

En el segundo caso, cabe resaltar que el Ministerio de Dotaciones Islámicas -responsable de la gestión de los templos religiosos- tomó medidas, a principios de este mes, “para mantener a los predicadores afiliados al grupo islamista lejos de las mezquitas”, según ha informado el analista Ahmed Megahid en The Arab Weekly. Recientemente, el Ministerio despidió a diez predicadores por pertenecer a los Hermanos Musulmanes, a los que también prohibió ejercer su labor en el futuro.

“El Ministerio tiene reglas que prohíben la participación de los predicadores de mezquitas en la política […] Esta participación afecta negativamente su independencia y no sirve a los intereses públicos”, declaró entonces el subsecretario de la entidad, Fouad Abdel Azeem.

Ya en el mes de octubre, el Ministerio de Educación despidió a 1.070 maestros escolares por sus vínculos con la organización. 

“Los Hermanos Musulmanes están profundamente arraigados en las escuelas y mezquitas de Egipto. El control sobre las mezquitas y las escuelas permitió al grupo islamista llegar a muchos miembros del público”, explica Megahid al respecto.