Pedro Canales
El actual presidente de Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz, ha revelado en una entrevista concedida al periódico digital árabe Rai al Yum, que los países occidentales no quieren que exista un estado independiente en el actual territorio del Sáhara Occidental. El jefe de Estado mauritano, que concluye su mandato el próximo mes de junio, ha sido tajante en las declaraciones hechas al veterano periodista palestino Abdel Bari Atwan que dirige el periódico digital: “Estados Unidos y Europa no quieren que haya un Estado que separe geográficamente Marruecos de Mauritania”, añadiendo que “todo lo que se diga fuera de este ámbito, es falso”.
Mohamed Uld Abdelaziz habla con conocimiento de causa, ya que Mauritania es un país concernido por la crisis del Sáhara, y además de haber participado en todas las negociaciones realizadas hasta el presente, mantiene un diálogo directo con las grandes potencias sobre la problemática regional.
Mauritania, al igual que Marruecos, participa anualmente en todos los ejercicios militares que Estados Unidos realiza en la fachada atlántica africana, así como en las maniobras y coordinación militar y de seguridad del Grupo G5 Sahel, que comprende Burkina Faso, Mali, Chad, Níger y Mauritania, considerado como un apéndice de Francia en África noroccidental.
Es la primera vez que un jefe de Estado en ejercicio hace una revelación de esta magnitud en relación con el conflicto que atañe a la excolonia española. Mauritania reconoció a la “República saharaui” en 1984, y desde entonces ha mantenido la posición de ceñirse a las resoluciones de la ONU. El Frente Polisario, por su parte, ha hecho todo lo posible para volcar a Nuackchot en su favor. El 11 de marzo pasado, el representante saharaui ante la MINURSO, Mhamed Haddad, entregó una carta de la dirección del Polisario dirigida al jefe de Estado mauritano.
Las declaraciones de Uld Abdelaziz han caído por sorpresa en Argelia y en el movimiento independentista. Sólo algunos saharauis críticos con la dirección del Frente han reaccionado. Mustafa Salma, que dirigió la Policía saharaui en los campamentos de Tinduf antes de marcharse a Mauritania donde reside actualmente, considera que estas declaraciones afectan a la credibilidad del Polisario ante los refugiados de los campamentos, “a los que promete algo inaccesible”. Por su parte, Mahyub Salek ve en ellas “una verdad que el Polisario intenta ocultar”. Para ambos saharauis, críticos con la actual dirección del Polisario, la única vía posible es la de alcanzar el autogobierno en el plan de autonomía propuesto por Marruecos y cada vez más aceptado en Naciones Unidas.
Según fuentes diplomáticas citadas por el periódico norteamericano Middle East Eye, se están llevando a cabo discretas conversaciones entre Marruecos y Estados Unidos, cara a la posición que el Consejo de Seguridad de la ONU deberá adoptar a finales de abril acerca de la renovación del mandato de la MINURSO.