El proyecto Nord Stream 2, elemento de discrepancia entre Estados Unidos y Alemania
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha recibido este lunes a su homólogo, el líder germano Olaf Scholz, en la Casa Blanca para dialogar sobre el conflicto ruso y ucraniano, incluyendo el desarrollo de un “sólido paquete de sanciones” en el caso de que se produzca la invasión con el fin de castigar a Moscú. Ambas naciones quieren mostrarse unidas, pero hay un punto clave de fricción: el futuro del gasoducto Nord Stream 2. Este encuentro, también, tenía como objetivo reparar las relaciones con el país europeo después de que el expresidente Donald Trump acusara públicamente a Alemania de eludir sus obligaciones internacionales.
El proyecto del gasoducto Nord Stream 2 contempla transportar gas natural ruso bajo el mar Báltico a Alemania, debido a ello, el país dependería en gran medida de la energía rusa, lo que dificulta la imposición de sanciones por miedo a sufrir un corte de petróleo y gas durante los fríos meses de invierno. Mientras tanto, el gigante americano ha estado buscando suministros alternativos de energía que podrían desviarse a Europa, de Asia a Medio Oriente, y a proveedores estadounidenses nacionales, aunque dicha iniciativa puede no ser tan exitosa como plantea la nación americana.
El nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, en una entrevista para la CNN, reveló que había una brecha como consecuencia del futuro del gasoducto. Por su parte, Biden declaró que no seguiría adelante con el proyecto si se produce la invasión rusa. “Si Rusia invade, eso significa que tanques o tropas cruzan la frontera de Ucrania nuevamente, entonces ya no habrá un Nord Stream 2”, dijo Biden el lunes. “Pondremos fin a esto”. Igualmente, el estadounidense, se negó a decir cómo su nación detendría Nord Stream 2, sin la ayuda de Alemania. “Les prometo que podremos hacerlo”, dijo.
Sin embargo, el sucesor de Angela Merkel se negó a comprometerse a poner fin al gasoducto si se produjera la invasión. Además, el germano repitió su promesa de permanecer alineado con los Estados Unidos. “Todos los pasos que daremos los haremos juntos”, dijo Scholz a Tapper. “Como dijo el presidente, nos estamos preparando para eso. Usted puede entender y puede estar absolutamente seguro de que Alemania estará junto con todos sus aliados y especialmente los Estados Unidos, que tomamos los mismos pasos. No habrá diferencias en esa situación”.
En ese mismo día, también, se iba a producir una reunión entre la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky; fue cancelada debido a un error de programación, aunque una fuente cercana al Gobierno ucraniano dijo que la “la reunión no tuvo lugar debido a la renuncia de Alemania a abandonar el proyecto Nord Stream 2 si se produce una invasión rusa”. Scholz, en la entrevista, dijo que no sabía si la reunión había sido cambiada debido a la postura tomada por Alemania sobre futuro del gasoducto. De hecho, Baerbock señaló que todavía estaba en Ucrania, y se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano.
Volviendo a la controversia del Nord Stream 2, Biden declaró que, cree que el problema de Nord Stream 2 no debería interponerse en el camino de mejorar las relaciones entre ambas naciones, pero reconoce la delicada política que Scholz enfrenta con el futuro del gasoducto. “Alemania es uno de nuestros aliados más importantes en el mundo. No hay duda sobre la asociación de Alemania con los Estados Unidos. Ninguna", dijo el presidente del país norteamericano. “Alemania es completamente confiable. Totalmente, totalmente, completamente confiable. No tengo ninguna duda sobre Alemania en absoluto”, añadió. Biden, en todo momento, quiere demostrar la unidad occidental contra la agresión de Putin.
La posición tomada por Scholz no ha gustado a su predecesor de su partido político, Gerhard Schroeder, miembro de la junta directiva de Nord Stream 2. Éste ha sido el último político del Partido Socialdemócrata en servir como canciller y el cual tiene vínculos estrechos con la industria energética rusa. “No está hablando en nombre del Gobierno. No está trabajando para el Gobierno. Él no es el Gobierno. Ahora soy el canciller”, dijo Scholz en CNN, respondiendo a las declaraciones de Schroeder. Asimismo, el pueblo alemán ha criticado la gestión de Scholz, le acusan de mostrarse invisible ante el aumento de tensiones.
La negativa de Alemania de no ofrecer medidas de disuasión, influido por la dependencia energética de Rusia, ha frustrado a algunos funcionarios estadounidenses. Debido a ello, miembros republicanos y demócratas han manifestado su descontento, incluyendo a Joe Biden. El canciller, a finales de este mes, visitará Rusia y Ucrania para intentar rebajar las tensiones.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.