El rol de Argentina en el Mercosur
Desde la firma del tratado de Asunción, Argentina y Brasil han tenido un gran poder de influencia sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur). Alberto Fernández, presidente de Argentina, ostenta la presidencia del bloque, pero no cuenta con el apoyo del resto de países en cuestiones clave como la flexibilización de la organización o la bajada del arancel externo común. Respecto a estas materias existe una fractura entre Argentina y los otros tres estados parte del Mercosur: Brasil, Uruguay y Paraguay. Nos encontramos en un momento tenso en la región, en el que la situación económica y sanitaria es incierta y el tiempo para tomar decisiones apremia.
Con el expresidente argentino Carlos Menem, nace el bloque suramericano en 1991. Su creación se inspira en el pensamiento desarrollista de los gobiernos de José Sarney y Raúl Alfonsín en la década de 1980. Buscan constituir un bloque económico-político regional en un nuevo escenario internacional, en plena efervescencia neoliberal auspiciada por el Consenso de Washington. Se desarrolla bajo el paradigma del “libre comercio” y el llamado “regionalismo abierto”.
Gobiernos como el de Kirchner denotan el cambio político que se da en los países de América del Sur en contra de la globalización neoliberal impulsada por el poder angloamericano, centrando su política exterior en el fortalecimiento de las relaciones con los países aliados de la región y el Mercosur. En esta época se articulan políticas centradas en lo social y en políticas de corte antiliberal, el acento ya no está puesto en la economía, el libre comercio y las políticas para atraer capitales, sino en las estrategias para la acumulación de poder regional, la integración política y social y la complementación productiva.
Con las presidencias liberales en la región como la de Mauricio Macri, se da un nuevo giro hacia la dimensión económica-comercial del Mercosur, con la conclusión de tres acuerdos que regularon áreas referentes al comercio e inversiones, la agenda digital y el comercio electrónico. Asimismo, en contraposición a las políticas regionalistas de Kirchner, se observa un afán globalizacionista, que busca aumentar el comercio con otras regiones estratégicas del globo, como el impulso por el acuerdo de libre comercio con la UE que aún no se ha visto firmado.
El mandato de Alberto Fernández, presidente de la Nación Argentina desde el 10 de diciembre de 2019, ha sido marcado por la pandemia. Según el informe para la Prensa N°:406/20 pide “más y mejor Mercosur con una recuperación económica sostenible e inclusiva” al igual que la solidaridad ante la COVID-19. Siendo del partido “Frente de Todos”, de orientación peronista y contando con la vicepresidencia de Cristina Fernández, es de esperar que las políticas de Alberto Fernández sigan la estela de los Kirchner.
La cumbre virtual de presidentes por los 30 años del Mercosur dejó ver una vez más las diferencias en el bloque ante los planteamientos de flexibilización del acuerdo, este debate viene de varios gobiernos atrás. Lo pusieron sobre la mesa los expresidentes de Uruguay Jorge Batlle, Tabaré Vázquez, José Mujica en 2012, y nuevamente Vázquez en 2015 cuando viajó a Paraguay. En su intervención en la Cumbre, Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, puso de manifiesto la urgente necesidad de revisar el arancel externo común, y recalcó que el Mercosur no puede ser un lastre, “un corsé en el cual nuestro país no se pueda mover”. Por ello pidió la flexibilización de la organización, así como la posibilidad de negociar a distintas velocidades o “distintos ritmos” ya que “Uruguay necesita avanzar”.
A la hora de cerrar el acto, Fernández respondió al presidente uruguayo, dijo que el consenso es necesario para avanzar y lamentó si alguien entendió que podía haberse convertido en “una carga”. “La verdad es que no queríamos ser una carga para nadie. Lo más fácil es bajarse del barco si es que esa carga pesa mucho. Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie. Si somos un lastre que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mí es un honor ser parte del Mercosur”, concluyó.
Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, también está a favor de flexibilizar la dinámica del bloque, durante su exposición sostuvo que “No podemos permitir que las ideologías contaminen este proceso, que nos dividan nuestras diferencias, tenemos que ser ejemplo como líderes de dejar un legado de entendimiento”. Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, también hizo referencia a la flexibilización de la organización, "La regla del consenso no puede ser una herramienta de freno o de veto permanente (...) Queremos celeridad y concentrar nuestro trabajo en generar inversiones externas que puedan generar trabajo, empleo y renta”, haciendo referencia a la necesidad de votar en vez de avanzar mediante el consenso.
No hay que olvidar que durante las elecciones argentinas en 2019 Bolsonaro defendió públicamente la reelección de Macri, el oponente de Fernández, y predijo que
, si el candidato peronista fuera elegido, habría un éxodo de argentinos a Brasil. Asimismo, Fernández respondió diciendo que celebraba que "un misógino y violento" hablara mal de él. Dicha enemistad se fue acrecentando durante el transcurso de la pandemia debido a las evidentes diferencias entre ambos presidentes de abordarla.
Ante la posibilidad de reducir el arancel externo común, desde Argentina consideran una bajada selectiva, que no afecte a sectores clave como el automovilístico o el textil. Brasil, con el apoyo de Uruguay, insiste en reducir un diez por ciento todos los aranceles este año y otro diez por ciento el año próximo. Argentina y Brasil son los socios principales del Mercosur, y si no hay entendimiento entre ambos presidentes por sus diferencias personales e ideológicas es imposible que se pueda trazar un plan en vista al mundo post-COVID.
En una semana, una nueva reunión de cancilleres y ministros de economía, prevista para el 8 de junio en Buenos Aires, Bolsonaro y Lacalle siguen sosteniendo reclamos que los alejan de la postura argentina, que sostendrá hasta julio la presidencia pro tempore del bloque.
Coordinador de América Latina: José Antonio Sierra