La ministra española de Asuntos Exteriores habla de normalidad diplomática con el reino alauí

La embajadora de Marruecos rebaja la tensión y asegura a España que no varía la postura sobre Ceuta y Melilla

PHOTO/ATALAYAR - Karima Benyaich, embajadora de Marruecos en España

España y Marruecos decidieron rebajar la tensión tras la polémica levantada por el primer ministro marroquí, Saad Eddine El Othmani, al hablar de la reclamación de la soberanía marroquí sobre Ceuta y Melilla en una entrevista concedida a un canal de Arabia Saudí. Después del revuelo generado, la nación española y la norteafricana vuelven a la tranquilidad diplomática tras aclarar la situación.

Karima Benyaich, embajadora de Marruecos en España, garantizó a España que no hay ningún cambio sobre las ciudades autónomas, mientras se mantiene cierta reivindicación histórica por parte marroquí sobre estas, y España sostiene que ambas son totalmente españolas. El anuncio de El Othmani llegó en un momento clave tras el reconocimiento total de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sobre la absoluta pertenencia del Sáhara Occidental a Marruecos, y la intervención del primer ministro marroquí fue vista como una intención de intentar mover algo más políticamente sobre Ceuta y Melilla a nivel internacional. 

Pero no ha habido modificaciones, como aclaró Karima Benyaich a la secretaria de Estado de Exteriores de España, Cristina Gallach, en una conversación mantenida entre ambas y en la que la diplomática marroquí ofreció explicaciones. Ni España ni Marruecos tienen interés en cambiar la actual situación, que, pese a este contencioso histórico sobre a quién pertenece Ceuta y Melilla, ha permitido a ambos Gobiernos mantener una buena relación de vecindad, que les convierte en socios prioritarios.

Durante la conversación, Gallach le trasladó a la representante del reino de Marruecos que "España espera de todos sus socios respeto a la soberanía e integridad territorial de nuestro país" lo que hacía que España expresara de forma clara la españolidad de estas dos ciudades pese a la reivindicación marroquí que se da por entendida, pero nada más, y por eso pedía explicaciones ante las declaraciones de El Othmani. La respuesta de la embajadora marroquí, según la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, vino a tranquilizar al Gobierno español, ya que Benyaich ha dejado claro que "no ha cambiado en nada la postura marroquí en esta situación", como informaba el diario La Vanguardia. 

González Laya dejó claro que la llamada a la embajadora marroquí es una práctica habitual de la diplomacia cuando se quieren pedir aclaraciones y que la embajadora Benyaich ha despejado esas dudas.

De esta forma, el Gobierno de España rechazó de forma tajante cualquier aspiración de Marruecos sobre la soberanía de Ceuta y Melilla como la expresada por el primer ministro marroquí. En esta línea, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, se refirió a la posición del Gabinete de Pedro Sánchez tras conocer las declaraciones de El Othmani: "No hay tema. Ceuta y Melilla son españolas. No hay tema. Lo conoce muy bien el Gobierno marroquí. Esto no lo discute el Gobierno de España", señaló Calvo en la conferencia de prensa posterior a la habitual reunión semanal del Consejo de Ministros. La vicepresidenta se limitó a expresar ese rechazo rotundo a las aspiraciones marroquíes.

La polémica provocó otras reacciones, como las del Gobierno de Ceuta, que ha considerado que las palabras del primer ministro marroquí carecen de todo fundamento. En un comunicado, el Ejecutivo ceutí, que preside Juan Jesús Vivas, señaló que estas declaraciones "merecen el más absoluto rechazo". "Ceuta y Melilla son España en lo más profundo de su ser; lo son en base a inapelables argumentos históricos, jurídicos y políticos y lo son porque así lo quieren ceutíes y melillenses", señaló. Además, mostró su apoyo al Gobierno central en "cuantas actuaciones lleve a cabo para defender, con la debida firmeza", la soberanía e integridad territorial. 

Mientras, tras las afirmaciones del primer ministro de Marruecos, el líder del PP, Pablo Casado, achacó a la "división interna" de la coalición de Gobierno entre PSOE y Podemos y a la "debilidad internacional" del Ejecutivo la reivindicación de Marruecos sobre la soberanía sobre Ceuta y Melilla.