Emiratos propone utilizar contratistas militares de empresas privadas para gestionar Gaza
- División interna en la política palestina
- Efectos de la propuesta
- Discusiones a puerta cerrada
- La Autoridad Nacional Palestina
- Modificaciones que se piden a la Autoridad Nacional Palestina
Los Emiratos Árabes Unidos proponen contratar a militares de empresas privadas para trabajar dentro de una fuerza de paz después de la guerra en Gaza, en lugar de gestionar el poder entre los movimientos de Fatah y Hamás cuando concluya la guerra.
Esta idea muestra el enfoque de los funcionarios emiratíes hacia la solución de buscar rápidamente quién gobernará Gaza: Hamás, la Autoridad Nacional Palestina del presidente Mahmoud Abbas o ambos, dentro de la fórmula de los recientes acuerdos de El Cairo.
División interna en la política palestina
Los problemas entre Hamás y el partido Fatah de Mahmoud Abbas son importantes para entender la división interna de la política palestina. Estas dos facciones tienen diferencias ideológicas, políticas y estratégicas que han generado enfrentamientos.
Fatah, liderado por Mahmoud Abbas, es una organización político-militar palestina y promueve una solución diplomática con Israel basada en la creación de dos Estados, mientras que Hamás es un movimiento islamista que controla Gaza desde 2007 y que rechaza el reconocimiento de Israel y opta por la resistencia armada para liberar a Palestina.
Los conflictos entre estas facciones escalaron en 2006 cuando Hamás ganó las elecciones legislativas con la mayoría absoluta, marcando un cambio drástico en la política palestina, y en 2007 comenzaron los enfrentamientos entre ambas facciones provocando que Hamás expulsara a Fatah de Gaza y tomara el control de la región, manteniéndose Fatah en Cisjordania.
Desde 2011 se han producido intentos de reconciliación entre ambas facciones con la firma de acuerdos en El Cairo (Egipto), Doha (Qatar) y otros lugares, con el objetivo de formar un Gobierno de unidad, que no ha sido posible debido a las disputas sobre el control de Gaza y la diferencia en los manejos de asuntos de seguridad y empleados públicos.
Efectos de la propuesta
Esta propuesta, además, da prioridad a eliminar los restos de los efectos en la infraestructura provocados por la guerra, retirando los escombros, abriendo carreteras, devolviendo a los desplazados a sus pueblos o ciudades y garantizando la llegada de distribución de ayuda para incluir a todos los necesitados, en presencia de fuerzas de seguridad y militares.
Los expertos creen que la supervisión de militares de empresas privadas logrará dos cosas importantes. Por una parte, garantizar la seguridad total de los ciudadanos gracias a la solidez por la que son conocidas las empresas de seguridad, y bloquear el camino a los conflictos que puedan surgir entre las facciones y que estas monopolicen el poder.
Y, por otra parte, unificar el partido que actúa en la fase de posguerra y evitar intervenciones externas, lo que podría provocar una confusión en la fase de transición patrocinada por las Naciones Unidas.
Se espera que la reconstrucción en Gaza, que incluye la construcción de sus instituciones políticas, tarde años y sea costosa. Además, esto requerirá un importante apoyo internacional para la reconstrucción, tras 15 meses desde que Israel inició su campaña militar.
Dos exfuncionarios israelíes, que pidieron mantenerse en el anonimato, declararon que Israel quiere que los Emiratos Árabes Unidos participen en la fase de posguerra en Gaza, a pesar de sus críticas al Ejército israelí y al primer ministro Benjamín Netanyahu.
Asimismo, fuentes informadas mencionaron que los Emiratos Árabes Unidos están discutiendo con Israel y Estados Unidos para participar en una administración temporal en la Franja de Gaza después de la guerra, hasta que la Autoridad Palestina reformada pueda asumir la responsabilidad.
Discusiones a puerta cerrada
Diplomáticos extranjeros y funcionarios occidentales declararon a la agencia Reuters que las discusiones que son a puerta cerrada tienen la posibilidad de que los Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, con otros países, supervisen temporalmente la gobernanza, la seguridad y la reconstrucción en Gaza después de que el Ejército israelí se retire y hasta que la Administración palestina pueda asumir la responsabilidad.
Los Emiratos Árabes Unidos son un socio cercano de Estados Unidos en materia de seguridad y mantienen relaciones diplomáticas con Israel (firmaron los Acuerdos de Abraham, promovidos por la primera Administración Trump), a diferencia de otros gobiernos árabes. Este hecho le da cierta influencia sobre el Gobierno de Netanyahu.
Por su parte, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos mencionó que hubo conversaciones con varios socios, incluidos los Emiratos Árabes Unidos, sobre opciones de gobernanza, seguridad y reconstrucción, y que presentaron varios borradores de propuestas, planes e ideas.
Las fuentes también mencionaron que Emiratos pide en las conversaciones que la reforma de la Autoridad Palestina para gobernar Gaza, Cisjordania y Jerusalén esté bajo un Estado palestino independiente, al que Israel se opone abiertamente.
Además, un funcionario emiratí declaró a Reuters su respuesta en relación con las discusiones: “Los Emiratos Árabes Unidos no participarán en ningún plan que no incluya una reforma importante de la Autoridad Nacional Palestina, su empoderamiento y desarrollo de una hoja de ruta confiable hacia el establecimiento de un Estado palestino”.
Los Emiratos están presionando para obtener una reforma efectiva e integral de la autoridad presidida por Abbas para que sea fuerte y pueda cumplir sus promesas, ya que dijo que no participará con fuerzas en una misión multinacional después de la guerra excepto por invitación de la Autoridad Nacional Palestina y con la participación de Estados Unidos.
La Autoridad Nacional Palestina
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) era reconocida como representante legítima del pueblo palestino y abogaba por la lucha contra Israel, inicialmente de manera armada. Finalmente, en 1988, la OLP declaró la independencia del Estado de Palestina y comenzó a buscar una solución negociada con Israel.
De esta manera, y debido a los Acuerdos de Oslo de 1993-1995, se estableció la Autoridad Nacional Palestina. Estos acuerdos fueron firmados por Israel y los palestinos, lo que provocó que obtuvieran una autoridad limitada sobre Cisjordania y la Franja de Gaza.
La Autoridad Palestina se conformó a partir de los resultados de los acuerdos de paz entre Israel y la OLP en la década de 1990. La OLP fue presidida por Yasser Arafat desde 1994 hasta su fallecimiento en 2004. Ese año le sucedió Mahmoud Abbas, quien también es miembro del partido palestino Fatah.
Modificaciones que se piden a la Autoridad Nacional Palestina
Por su parte, Netanyahu declaró que se opone a que la Autoridad Nacional Palestina gobierne la Franja de Gaza en su forma actual, y lo atribuyó a su queja que ha mantenido mucho tiempo sobre los planes de estudios escolares desarrollados por la Autoridad, diciendo que alimentan el odio hacia Israel. También, el primer ministro israelí lo atribuyó a su política de dar remuneraciones a las familias de los palestinos encarcelados en Israel.
El Gobierno emiratí, según diplomáticos y funcionarios, pidió el nombramiento de un nuevo primer ministro para dirigir la Autoridad Nacional Palestina, algo que los funcionarios emiratíes han calificado y criticado como corrupción e incompetencia en conversaciones privadas.
De esta manera, los funcionarios emiratíes, según diplomáticos y funcionarios, señalaron al ex primer ministro Salam Fayyad, un exfuncionario del Banco Mundial educado en Estados Unidos, como una figura confiable para liderar la Autoridad Palestina. Fayyad fue ministro desde 2007 hasta 2013, debido a una disputa con el ahora presidente, Mahmoud Abbas.
En marzo, Muhammad Mustafa, primer ministro palestino, asumió el cargo y se comprometió a implementar reformas dentro de la Autoridad, que ha estado sufriendo un déficit en sus finanzas públicas durante años después de que los países donantes redujeran su financiación hasta que se eliminaran la corrupción y el despilfarro.
El Gobierno emiratí considera que Hamás y otros grupos islamistas son fuerzas desestabilizadoras. Los funcionarios emiratíes expresaron públicamente su preocupación por el impacto de la guerra en la estabilidad en el Medio Oriente y en los esfuerzos para promover la integración regional y el desarrollo económico.