El enfoque de Mohamed VI defiende la participación igualitaria de África en el CDH de la ONU
- Los cuatro fundamentos del enfoque real sobre derechos humanos en Marruecos
- La hora de África: de consumidor a participante en la elaboración de valores de derechos humanos
- Reconocimiento de la contribución marroquí a la noble labor del CDH
Vista la excesiva politización de los derechos humanos, la erosión del consenso internacional en materia de derechos humanos, la incapacidad de la comunidad internacional para establecer normas consensuadas y nuevos estándares en el ámbito de los derechos humanos, la reunión anual del Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) organizado en Rabat los días 21 y 22 de noviembre, constituye una oportunidad ideal para un debate abierto y responsable sobre cuestiones fundamentales relativas al presente y al futuro del sistema de derechos humanos; según declaró Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos.
Nasser Bourita anunció que Marruecos propone acoger un diálogo periódico centrado en los retos actuales y futuros a los que se enfrenta el CDHNU; subrayando que “el éxito o el fracaso del Consejo en el cumplimiento de sus misiones de promover y proteger los derechos humanos en todo el mundo, tratar los casos de violaciones de los derechos humanos y formular recomendaciones al respecto, depende del compromiso de sus miembros para promover los nobles objetivos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
Los cuatro fundamentos del enfoque real sobre derechos humanos en Marruecos
El enfoque del rey Mohamed VI en materia de derechos humanos representa, según el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, un marco de referencia para las reformas y las iniciativas pioneras lanzadas por Marruecos en este ámbito, fundamentado en cuatro bases esenciales:
- La apropiación y la elección voluntaria, mediante decisiones audaces e iniciativas pioneras como la Comisión de Equidad y Reconciliación, que ha celebrado este año su 20º aniversario; siendo un experimento único de justicia transicional que ha inspirado muchos procesos a escala regional e internacional.
- La conciliación permanente de la universalidad de los derechos humanos y la especificidad nacional. En esta línea, las orientaciones reales sobre la reforma del Código de la Familia y la revisión de sus disposiciones son un ejemplo elocuente del compromiso de Marruecos en compaginar entre los preceptos del Islam con los valores universales consagrados en los convenios internacionales ratificados por el Reino.
- La firme determinación de promover todos los derechos humanos: políticos, civiles, económicos, sociales y culturales.
- El enfoque participativo, que convierta a los componentes de la sociedad marroquí y a sus fuerzas motrices en actores activos de la consagración de las conquistas de la primera y la segunda generación de derechos humanos, sentando al mismo tiempo las bases de una apertura progresiva hacia la tercera generación de estos derechos, como demuestra la primera versión de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible en el horizonte de 2030.
Estas constantes del enfoque real siguen siendo, de acuerdo con la declaración del ministro de Asuntos Exteriores marroquí, el eje principal de las contribuciones constructivas de Marruecos al desarrollo del sistema internacional de derechos humanos.
La hora de África: de consumidor a participante en la elaboración de valores de derechos humanos
Nasser Bourita hizo un especial hincapié en la necesidad de remediar las deficiencias históricas en la participación de los países del sur, en particular los países africanos, en la elaboración de normas internacionales de derechos humanos; instando a convertir África en un productor de los valores de derechos humanos en vez de ser un mero consumidor.
En este contexto, subrayó la necesidad de que las deliberaciones del Consejo reflejen las prioridades africanas, con un mayor margen para deliberar sobre los derechos económicos, sociales y culturales junto con otros derechos; así como insistió en la importancia de encontrar soluciones creativas a los obstáculos que impiden avanzar en el desarrollo y crear un medio ambiente sano reforzando el acceso a las nuevas tecnologías.
“Hoy y mañana, África se niega a seguir siendo objeto exclusivo de deliberaciones y evaluaciones externas, y aspira a erigirse en actor principal en pie de igualdad con los demás actores internacionales”, afirmó Bourita; abogando por ir más allá de los conceptos convencionales en materia de desarrollo de capacidades, dada la eficiencia y eficacia de las experiencias y soluciones locales africanas.
El ministro concluyó indicando que las recomendaciones de este cónclave han de constituir la base de un proceso de seguimiento que conduzca a un consenso más amplio, con vistas a una revisión del estatuto del Consejo de Derechos Humanos por la Asamblea General en 2026; elogiando las acciones desarrolladas por la Red Africana de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos en materia de formación, educación y defensa, así como por la Red Africana para la Prevención de la Tortura creada en 2023.
Reconocimiento de la contribución marroquí a la noble labor del CDH
Nasser Bourita recordó los esfuerzos constantes de Marruecos para llegar a un consenso sobre las normas básicas que rigen los mecanismos de trabajo del Consejo de Derechos Humanos.
El examen periódico universal es un ejemplo, en cuyo proceso de creación (2007) y revisión (2011) Marruecos desempeñó un papel central, como lo hizo a través de su interacción pionera con los mecanismos de derechos humanos, gracias a la acogida de 12 visitas de los procedimientos especiales del CDH de Naciones Unidas. Lo que sitúa al Reino en una posición vanguardista entre los Estados examinados en el marco de estos mecanismos.
En este sentido, el diplomático marroquí mencionó que Marruecos ha acogido importantes procesos internacionales de derechos humanos, como:
- El Plan de Acción de Rabat de 2012 sobre la prohibición de la apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia.
- La Declaración de Marrakech de 2016 sobre los derechos de las minorías religiosas en el mundo musulmán.
- El Plan de Acción de Fez de 2017 sobre el papel de los líderes religiosos en la prevención de la incitación a la violencia.
- El II Foro Mundial de Derechos Humanos y la primera reunión internacional preparatoria del III Foro Mundial de Derechos Humanos.
El ministro de Asuntos Exteriores afirmó que “para preservar la credibilidad y la eficacia del Consejo de Derechos Humanos, así como la contribución de los países del sur al desarrollo de los valores y del sistema de derechos humanos en el futuro, en lugar de desempeñar el papel de consumidor, hay que respetar las siguientes dimensiones":
- A nivel institucional, conciliar el apego al mantenimiento del estrecho vínculo entre el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General de las Naciones Unidas, al tiempo que se concede al CDH una mayor autonomía en términos de recursos y se le garantiza un mayor margen de autofinanciación y de desarrollo de sus competencias.
- La actual estabilidad institucional es una garantía eficaz para mantener las cuestiones de derechos humanos entre los pilares más importantes del sistema de las Naciones Unidas.
- Consolidar los logros del Consejo de Derechos Humanos para evitar cualquier resultado contrario a los objetivos deseados.
- El desarrollo de métodos de trabajo para el Examen Periódico Universal que garanticen la eficacia del proceso de seguimiento y apoyen los esfuerzos de los países para aplicar las recomendaciones formuladas de acuerdo con sus prioridades nacionales.
- La tendencia a suplantar el papel central de los Estados, que afecta a la integridad y credibilidad del sistema internacional de derechos humanos en general.
- El papel fundamental y complementario de la sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos en los Estados miembros.