Los enfrentamientos entre rebeldes del M23 y el Ejército del Congo agravan la crisis humanitaria del país

Un rebelde del M23 sostiene un arma en la frontera de la Gran Barrera en medio de enfrentamientos con las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), en el paso fronterizo de Gisenyi, en el distrito de Rubavu, Ruanda, el 29 de enero de 2025 - REUTERS/ JEAN BIZIMANA
Los choques con el Ejército provocaron varios muertos y decenas de heridos, escasez de suministros y miles de desplazados en Goma
  1. Ataques a las embajadas de Francia y Estados Unidos
  2. La alianza de los rebeldes
  3. Consecuencias devastadoras para la población civil
  4. Apoyo total a la RDC

La situación en la República Democrática del Congo (RDC) se agrava tras la entrada de las milicias rebeldes M23 (Movimiento 23 de marzo) en la ciudad de Goma, la tercera más importante del país. 

Tras varios días de avance, las tropas del M23 habrían asegurado en sus redes sociales la toma del Aeropuerto Internacional de Goma y confirmado varios ataques en distintas embajadas de la capital del país, Kinsasa. 

Oficiales de seguridad ruandeses escoltan a miembros de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), que se rindieron en Goma, en el este de la República Democrática del Congo, tras los combates entre los rebeldes del M23 y las FARDC, en Gisenyi, Ruanda, el 27 de enero de 2025 - REUTERS/ JEAN BIZIMANA

Sin embargo, el portavoz del Gobierno y ministro de la Comunicación de la RDC, Patrick Muyaya, confirmó en la red social X que el orden y la seguridad de las embajadas habrían sido restablecidos. A su vez, Muyaya realizó un llamamiento al personal diplomático para que se implante la “prudencia y moderación”. 

Decenas de soldados de los cuerpos de paz han fallecido en los enfrentamientos con los rebeldes. Entre ellos se encuentran efectivos del Ejército sudafricano que, mediante un comunicado de la Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF) ha confirmado la muerte de 13 de sus soldados. A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Uruguay, Omar Paganini, anunció que dos de sus soldados resultaron heridos. 

Manifestantes congoleños asisten a una protesta contra Ruanda, en medio de tensiones tras un enfrentamiento en Goma entre rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC); en Bukavu, este de la República Democrática del Congo, el 27 de enero de 2025 - REUTERS/ VICTOIRE MUKENGE

Ataques a las embajadas de Francia y Estados Unidos

En la capital congoleña, Kinsasa, la tensión es cada vez mayor: cientos de manifestantes han atacado e incendiado las embajadas de Francia y de Estados Unidos. Los asaltantes acusan a los gobiernos francés y estadounidense de apoyar a Ruanda, financiador del grupo rebelde M23 e invasor de su territorio para expoliar sus reservas de recursos minerales. También han sido saqueadas las embajadas de países africanos como Ruanda y Uganda. 

La primera medida adoptada por la Embajada de los Estados Unidos ha sido la suspensión de su actividad y el llamamiento a sus ciudadanos para que abandonen el país lo antes posible. Otros países como Alemania han suspendido su ayuda al desarrollo de Ruanda. En lo que llevamos de invasión, tan sólo en la ciudad de Goma se han contabilizado más de 100 muertos y más de 1.000 heridos. 

Tras la caída de Goma ante las fuerzas ruandesas y el grupo armado M23, los manifestantes comenzaron a quemar banderas de Ruanda y retratos de Paul Kagame, presidente del país, quien es de etnia tutsi y cuenta con el apoyo de diversos países occidentales. 

El objetivo de los ataques a intereses de la República Democrática del Congo es el control de los importantes recursos naturales con que cuenta este país, así como su la seguridad nacional. Ruanda ha sido acusada en múltiples ocasiones de tener interés en los recursos minerales del este de la RDC, como el coltán, el cobalto y el oro. 

Rebeldes del Movimiento M23

Estos minerales resultan vitales para la economía global y podrían ser una gran fuente de recursos económicos para Ruanda, que es un país que apenas cuenta con recursos naturales debido a su pequeño tamaño. Con su intervención en el territorio de la República Democrática del Congo, Ruanda también persigue expandir su influencia y liderazgo en la región de los Grandes Lagos. 

La alianza de los rebeldes

El M23 y ADF son dos de los grupos rebeldes del este de la República Democrática del Congo y sus áreas de influencia. Ambos se concentran alrededor de las cuencas mineras del país, de las que se extraen coltán, oro, diamantes y cobalto, entre otros valiosos minerales. 

El grupo rebelde M23 empezó a extender su área de influencia con la ayuda de Ruanda, país con el que comparte frontera. Esto facilita las labores de abastecimiento a los combatientes.  

Compuesto principalmente por la etnia tutsi, el grupo M23 cuenta con el apoyo del Gobierno ruandés. Aunque su objetivo declarado es proteger los derechos de los tutsis en la República Democrática del Congo, a nadie se le escapa que su principal fin es el de asegurar el control de las áreas ricas en recursos minerales. 

Por su parte, el ADF es un grupo rebelde ugandés vinculado al Estado Islámico en 2019, responsable de ataques, secuestros y asesinatos de civiles. 

Un mercenario rumano es sometido a un control mientras es evacuado de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), en medio de un conflicto entre los rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), en el cruce fronterizo de la Grande Barrier, visto desde el lado de Gisenyi en Ruanda, el 29 de enero de 2025 - REUTERS/ THOMAS MUKOYA

Consecuencias devastadoras para la población civil

El drama es total en algunas regiones. Según informaciones de la ONU, varios asentamientos de entre 300.000 y 400.000 personas cada uno quedaron vacíos en cuestión de tiempo debido al rápido avance de las tropas rebeldes del M23. 

Una tesitura que ratificó Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral: “Miles de civiles congoleños tienen que volver a huir para salvar la vida, desesperados por conseguir seguridad y ayuda humanitaria”. 

Civiles congoleños que huyeron de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, tras los combates entre los rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), llegan en un camión a un centro de recepción en Rugerero, cerca de Gisenyi, en el distrito de Rubavu, Ruanda, el 28 de enero de 2025 - REUTERS/ THOMAS MUKOYA

Médicos Sin Fronteras ha corroborado que la tragedia se ha visto agravada por el desplazamiento de cientos de miles de personas del resto del país a los asentamientos de Goma. “El M23, respaldado por Ruanda, debe respetar el derecho internacional humanitario y garantizar la seguridad de la población, y el paso seguro de la población civil que huye del conflicto”, aseguró Chagutah. 

En los hospitales la situación está al límite, ya que se encuentran desbordados por el elevado número de heridos. Algunos informes confirmaron que el personal médico también ha sido atacado, quedando muchos de los pacientes atrapados en el fuego cruzado. Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de las Naciones Unidas, señaló que los muertos se acumulan en las calles.

La afluencia de pacientes a los hospitales es tan alta que los estacionamientos se han convertido en “salas de espera y triaje improvisadas”, según Patrick Youssef, director regional para África del Comité Internacional de la Cruz Roja. 

Apoyo total a la RDC

Ante el aumento de la violencia, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha expresado su condena ante la ofensiva del M23 y reafirmó el apoyo de la Administración norteamericana, tras contactar con el presidente del país, Félix Tshisekedi, mediante una llamada telefónica. 

Por su parte, ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea instaron el pasado 27 de enero a Ruanda a que cesara sus acciones de apoyo a los rebeldes del M23.