El eje Rusia-Irán-China, que cada vez se vuelve más complejo y amenazante, ya no se siente intimidado por las “líneas rojas” de Washington

Estados Unidos se vuelve débil ante los ojos de sus enemigos

El presidente estadounidense Joe Biden le da la mano al presidente chino Xi Jinping - REUTERS/KEVIN LAMARQUE

Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses programadas para noviembre se celebrarán en un momento en el que Washington se enfrenta a numerosos desafíos geopolíticos. Es por este motivo que la política exterior está teniendo una gran importancia en la actual batalla electoral entre los dos candidatos: el actual presidente Joe Biden, quien aspira a ganar un segundo mandato, y el exmandatario Donald Trump, quien, a pesar de todas sus casos judiciales y polémicas, espera volver a la Casa Blanca.

En este sentido, los oponentes de Biden han criticado su política exterior, asegurando que sus estrategias hacen parecer a Estados Unidos “débil” ante los ojos del mundo, especialmente, ante sus enemigos. 

Incluso Robert Wilkie, exsecretario de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos durante la Administración de Trump, compara la situación actual con el panorama en Occidente tras el fin de la Primera Guerra Mundial.

“Los ecos del siglo XX han regresado con fuerza”, destaca. Wilkie recuerda que, después de la Gran Guerra, los presupuestos de defensa fueron recortados mientras que los aliados occidentales firmaban pactos que declaraban el fin de la guerra como instrumento de política nacional y convertían poderosos buques de guerra en chatarra. No obstante, la invasión de Polonia y el ataque a Pearl Harbor destruyeron ese sueño pacifista.

“La caída del Muro de Berlín también anunció el “fin de la historia” para algunos. Las fantasías utópicas incluso sobrevivieron a años de salvajismo terrorista patrocinado por enemigos fanáticos de Occidente”, señala Wilkie en la revista National Interest

Donald Trump - PHOTO/FILE

Comparando ambas situaciones, Wilkie afirma que la izquierda “no aprendió las lecciones” del pasado. Ahora, de acuerdo con Wilkie, Estados Unidos enfrenta un peligro proveniente de un eje del mal -China, Rusia, Irán- más amenazador y más complejo de lo que alguna vez fue la Unión Soviética.

También el secretario de Defensa británico, Grant Shapps, advirtió que estamos entrando en una fase de “preguerra” en un momento en el que el ejército británico tiene municiones para sólo una semana de combates en un escenario similar al ucraniano. 

Además de criticar a Biden, Wilkie también carga contra la Administración de Barak Obama, quien trato de apaciguar a sus adversarios tradicionales: Irán, Rusia y China. Mientras enviaron miles de millones de dólares al régimen de los ayatolás, prometieron indulgencia a Putin y mostraron debilidad ante China al no mantener presencia en el Pacífico.

Ayatolá Ali Jamenei - PHOTO/FILE 

Todo esto llevó a los enemigos de Washington a desafiar las “líneas rojas” estadounidenses, que se cruzaron sin ninguna respuesta por parte de la Casa Blanca. “Estados Unidos fue pintado como el tigre de papel que los comunistas y los fanáticos teocráticos siempre afirmaron que éramos”, destaca Wilkie, quien recuerda la retirada de Afganistán y las respuestas actuales a los ataques de milicias respaldas por Irán contra bases estadounidenses en Oriente Medio. 

Respecto al ámbito militar, Wilkie asegura que el ejército estadounidense está “desbordado, infravalorado y carente de recursos suficientes". El gasto en defensa es el porcentaje más bajo del PIB desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el reclutamiento militar se ha agotado a medida que la administración utiliza el Pentágono como experimento de justicia social, denuncia Wilkie.

El destructor de la Armada estadounidense USS Carney (DDG 64) en el Bósforo en Estambul, Turquía - REUTERS/YORUK ISIK

El exsecretario de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos también plantea la cuestión de quién está a cargo en la Casa Blanca, recordando que el secretario de Defensa desapareció durante días y nadie se dio cuenta.

“¿Están los radicales del personal de la Casa Blanca inspirados por los profesores que dirigen el espectáculo llevando a la administración hacia la izquierda, incluso hasta el punto de arrojar a Israel a los lobos? Este es el mismo personal que ha arruinado nuestra independencia energética y que mira con nostalgia al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en busca de inspiración”, escribe Wilkie. 

Wilkie termina su análisis con una advertencia: “esta es la hora de máximo peligro para Estados Unidos”. Considera que, cuando el país debería prepararse para un conflicto entre grandes potencias, nadie parece estar al mando. “La malicia de los malvados es reforzada por la debilidad de los virtuosos”, concluye, parafraseando a Winston Churchill.