Dos estadounidenses y un británico mueren en un ataque en Irak
Un ataque lanzado este miércoles con 18 cohetes Katyusha sobre la base militar de Taji, ubicada al norte de la capital iraquí, Bagdad, ha dejado un saldo de tres víctimas mortales, entre ellas, un soldado y un contratista estadounidense y un soldado británico, miembro del Cuerpo Médico del Real Ejército de las islas. Otras 15 personas han resultado heridas. La instalación militar iraquí atacada alberga a los miembros de la Operación ‘Inherent Resolve’ -entre ellos soldados españoles-, una misión internacional liderada por Estados Unidos que se dedica a luchar contra el grupo yihadista Daesh, también conocida como Coalición Global.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y su homólogo británico, Dominic Raab, han asegurado que “los responsables de estos ataques deberán rendir cuentas”. El presidente iraquí, Barham Saleh, también ha condenado la ofensiva, que ha calificado de “terrorista”.
Aunque se desconoce la autoría del ataque, todo apunta, por el tipo de proyectiles empleados, que se trata de una ofensiva lanzada por las milicias iraquíes pro-iraníes, las denominadas Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés) o Hashd al-Shaabi, que perdieron a uno de sus líderes, Abu Mahdi al-Muhandis, en el bombardeo estadounidense del pasado 3 de enero, en la que también murió el comandante iraní de las Fuerzas Quds, Qassem Soleimani.
Por ello, el Ejército estadounidense ha bombardeado en respuesta las posiciones de estas milicias en la ciudad fronteriza de Albukamal, ubicada entre Siria e Irak. Según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), han sido neutralizados al menos 26 combatientes. De acuerdo con Al-Ain, la cifra se eleva hasta los 40 fallecidos, entre los que se encuentran un líder de la organización libanesa Hizbulá, Wissan Tufayli, y altos mandos del cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica Iraní (IRGC, por sus siglas en inglés). La organización con sede en Londres también ha informado de que se han lanzado redadas en un campamento de Hizbulá.
Cabe recordar, en este punto, que la ofensiva de esta madruga es la número 22 que atenta contra los intereses militares estadounidenses desde finales del pasado mes de octubre. De hecho, hace tan solo una semana, dos cohetes Katyusha impactaron contra la denominada Zona Verde de Bagdad, que alberga a las principales misiones diplomáticas extranjeras, entre ellas la del gigante norteamericano. Uno de ellos aterrizó cerca de la entrada al recinto y otro en las inmediaciones del edifico turco. Tres días antes, otros proyectiles cayeron en la misma área. En ninguno de los dos casos se produjeron víctimas mortales.
Sin embargo, el ataque que lanzaron las milicias el pasado 8 de enero contra la base iraquí de Al-Asad, como respuesta a la muerte de Al-Muhandis y Soleimani, provocó lesiones a cerca de un centenar de soldados estadounidenses.
“Las milicias iraníes comenzaron los ataques como parte del plan de Teherán para transferir la confrontación con Washington dentro del territorio iraquí”, explican expertos desde Al-Ain. Una fuente iraquí ha asegurado, en este sentido, que las ofensivas “son un intento de disuadir a la Administración del presidente Donald Trump de sus pasos punitivos contra el régimen de Teherán”.
Sobre el ataque que ha acabado con la vida de los tres miembros de la Coalición, dicho analista asegura que fueron los propios miembros de IRGC los que entregaron los misiles Katyusha a las milicias para que llevaran a cabo la ofensiva.