El Fórum emitió un comunicado analizando las consecuencias de la estancia del jefe del Frente Polisario en España y la subsiguiente causa judicial

El Fórum Canario Saharaui denuncia la actuación gubernamental española en torno a la acogida de Brahim Ghali

AFP/RYAD KRAMDI - Brahim Ghali

El Fórum Canario Saharaui emitió un comunicado de prensa en el que deja clara su posición respecto al polémica asunto de la acogida de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario en España para ser tratado por una afección de coronavirus.

El Fórum ha criticado el secretismo con el que actuó el Gobierno español para dar cobijo al dirigente polisario, lo cual provocó una crisis diplomática con Marruecos, y ha puesto en valor la perseverancia del juez Rafael Lasala para arrojar luz sobre cómo se produjo todo el proceso de acogida de Brahim Ghali.

A continuación, se reproduce el comunicado del Fórum Canario Saharaui:

En la línea de nuestros anteriores comunicados, y con objeto de ir actualizando nuestra postura oficial al respecto de la estancia de Brahim Ghali de España y sus consecuencias, después de su internamiento en el Hospital San Pedro de Logroño para tratarse de coronavirus, con la intención de ser cobijado secretamente por el Gobierno de España, este Fórum Canario Saharaui expone lo siguiente:

En relación con la actualidad judicial del caso, aplaudimos la perseverancia del titular del Juzgado número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, que día tras día nos permite conocer más pormenores de un caso en el que la mayoría de los actores que lo protagonizaron actuaron de forma turbia, a espaldas de la legalidad. En ese sentido, el juez Lasala no solo ha ido dejando en evidencia con sus actuaciones a distintas altas instancias del Gobierno central, comenzando por la exministra González Laya, así como distintos cargos de Exteriores, Defensa o Interior, sino que las ramificaciones de este lamentable sainete van mucho más allá.

En ese sentido, celebramos y creemos absolutamente imprescindible, que dichas actuaciones del juez inquieran incluso al Gobierno Regional de La Rioja presidido por Concha Andreu, teniendo que declarar el próximo 5 de noviembre Eliseo Sastre, jefe de la Oficina de Presidencia, como testigo. Aunque, de hecho, uno de los abogados de la acusación particular, Juan Carlos Navarro, ha solicitado que prestase declaración la propia presidenta Concha Andreu, y la delegada del Gobierno en esa comunidad, María Marrodán, para saber si ordenaron el control policial del líder del Frente Polisario, y donde la principal cuestión que se plantea es la probable implicación directa como intermediarios o colaboradores necesarios, de altos cargos del Gobierno de La Rioja presidido por el PSOE, como a todas luces así parece. Igual de necesario nos parece que sean llamados a declarar los miembros de la sanidad riojana que en breve comparecerán ante el juez, a fin de escudriñar todos los detalles de tan deleznable asunto con objeto de depurar responsabilidades.

Igualmente queremos resaltar la loable actitud de dicho juzgado zaragozano, en dirección diametralmente opuesta a la Audiencia Nacional, instancia donde se dirimen los delitos más graves contra Brahim Ghali y su séquito, y desde donde se actuó con la más absoluta opacidad y dejación de funciones, acabando por archivar el caso. No hay que olvidar que el juez Lasala ha ido, partiendo de una encomiable firmeza y profesionalidad, dejando retratados a todo tipo de instancias gubernamentales, nacionales o locales, por tratar de eximir al ínclito Ghali de los trámites de identificación habituales, para así poder burlar los controles y eludir la acción judicial correspondiente derivadas de unas actuaciones que estaban abiertas en la Audiencia Nacional. Prueba de ello es el pasaporte argelino falso expedido para Ghali en Argelia (y no precisamente de forma casual el mismo día de su llegada el 18 de abril de 2021) a nombre de Mohamed Benbatouche.

Los últimos en desfilar ante el juez, han sido nada menos que la jefa de gabinete de Grande- Marlaska y la exjefa de gabinete de Carmen Calvo, y cuyas declaraciones no han dejado en muy buen lugar precisamente al ministro del Interior, lo cual deja bien a las claras las veladas formas de este Gobierno durante el recorrido de este caso.

En definitiva, desde el Fórum Canario Saharaui saludamos estas actuaciones y la independencia de un juez con mayúsculas, Rafael Lasala, que cree que el Gobierno vulneró  el código de fronteras a conciencia para introducir a Ghali en España, toda una vulneración frontal del reglamento Schengen. Este Fórum Canario Saharaui también lo cree, de lo cual esperamos se extraigan las correspondientes consecuencias judiciales.

En otro orden de cosas, otra de las consecuencias de la presencia de Ghali en España gracias al soporte gubernamental que tuvo tanto en Madrid como en La Rioja, es el trampolín mediático que ha supuesto su caso dentro de nuestras fronteras, pero que ha utilizado hábilmente fuera de ellas. Un tema, la cuestión del Sáhara, generalmente poco tratado en los medios generalistas a lo largo de los años, pero que ha cobrado especial relevancia con la presencia ilegal de Ghali en España. Este, a través del ‘autobombo’ y el baño de masas gracias a su renovada popularidad, como si de una estrella del rock se tratase, convocó distintos actos y ruedas de prensa hace escasos días en Tinduf invitando a medios españoles, algo inédito y que en condiciones normales difícilmente se habría producido. Todo ello para glorificar la causa, no del pueblo saharaui sino del propio Polisario, tendente a perpetuar su liderazgo sin dejar espacio al cada vez mayor número de voces críticas o disidencia dentro su propia población, y que viven bajo riesgo de ser represaliados. Ejemplo de esto último son los distintos casos, de los que repetidamente hemos hablado, en la Audiencia Nacional con Ghali como protagonista.

En ese sentido, una de las finalidades de dichos encuentros, era visibilizar una presunta guerra contra Marruecos, de la que se cumple ya casi un año, y de la que apenas se conoce nada si es que de verdad existe. No hay imágenes, no hay información salvo un puñado de partes de guerra escuetos, casi indistinguibles, que cada día emite el Polisario. ‘Victoria o martirio’ rezaba uno de los lemas presentes en estos actos de descarada propaganda. Arengas casi decimonónicas que reflejan lo que el Polisario de Ghali pretende hoy en día. Nada de paz, nada de diálogo ni acuerdos, solo guerra, exista o no. Todo ello con la presencia de los habituales apoyos políticos del Polisario en España, especialmente en el ámbito del independentismo o el nacionalismo canario, los habituales ‘palmeros’ del Polisario.