La FPNUL cambia su papel en la frontera entre Líbano e Israel, de monitorear a patrullar

Un soldado de paz del contingente español mira a través de binoculares desde un puesto de vigilancia en el cuartel de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) cerca de Khiam en el sur del Líbano el 23 de agosto de 2024 - PHOTO / ANWAR AMRO / AFP
Los temores de una profundización del conflicto alcanzaron su punto máximo este verano después de que el Ejército israelí matara a uno de los líderes de Hezbolá cerca de Beirut

Desde el comienzo del conflicto entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre, las fuerzas de todos los bandos se están viendo rebasadas por la crueldad de las acciones y la escalada de los movimientos de unos y otros Ejércitos y/o milicias. 

Un soldado de mantenimiento de la paz del contingente español se encuentra en el cuartel de la Fuerza Provision de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) cerca de Khiam, en el sur del Líbano, el 23 de agosto de 2024 - PHOTO / ANWAR AMRO / AFP

El personal de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (FPNUL) destinado en una de las fronteras con mayor actividad militar del planeta, entre el Líbano e Israel, enfrentan una serie de desafíos diarios sin precedentes para la organización.

Los enfrentamientos entre las milicias de Hezbolá y el Ejército israelí cuestan decenas de vidas al día, situación que la FPNUL ya no puede sostener. En estos momentos, el papel de la organización ha dado un giro de 180 grados: de monitorear un alto al fuego y realizar tareas de vigilancia, a ser uno de los encargados de sostener las fuerzas entre bandos. 

Los cascos azules del contingente español caminan en el cuartel de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) cerca de Khiam en el sur del Líbano el 23 de agosto de 2024 - PHOTO / ANWAR AMRO / AFP

La FPNUL tiene un papel que desempeñar para calmar la situación que debe ir acompañado de negociaciones políticas dirigidas por partes interesadas clave y fuerzas regionales. 

La violencia en el Líbano ha matado a más de 600 personas desde octubre, la mayoría de ellos combatientes de Hezbolá, aunque también se ha llorado al menos a 131 civiles, según AFP. Según las autoridades israelíes, 23 soldados y 26 civiles murieron en Israel y en los Altos del Golán. Además, varios casos azules han resultado heridos desde que comenzó la guerra. 

Un vehículo blindado de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) patrulla la zona fronteriza libanesa meridional de Marjayoun el 8 de agosto de 2024, en medio de los continuos enfrentamientos transfronterizos entre tropas israelíes y combatientes de Hezbolá - PHOTO / AFP

Durante una gira especial con UNIFIL España, el Washington Post publicó un informe que describe la nueva realidad que se encuentran los miembros de la FPNUL en el transcurso de su misión.

“Hubo momentos en los que la situación estaba en calma después de dos días de constantes combates”, dijo el teniente coronel José Irisarri, después de que la zona fronteriza se convirtiera en un campo de batalla durante los 345 días desde que comenzara el conflicto, amenazando con convertir un enfrentamiento limitado en una guerra total. 

“No estamos en contra de nadie, pero si la FPNUL no estuviera aquí, estoy absolutamente seguro de que la situación empeoraría”, José Irisarri. 

Situados en la región desde el 2006, la FPNUL se ha encargado de mantener y supervisar los distintos altos al fuego que se han dado entre el Líbano e Israel. Sin embargo, desde el estallido de la guerra tras los terribles atentados del 7 de octubre que dejaron más de 1.200 muertos y más de 200 secuestrados, las fuerzas de paz han intentado reducir la escalada del conflicto transmitiendo mensajes entre el Ejército israelí y los grupos armados libaneses. 

Miembros de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas (FPNUL) observan la frontera entre Líbano e Israel, de pie en el techo de una torre de vigilancia en la ciudad de Marwahin, en el sur del Líbano, el 12 de octubre de 2023 - REUTERS / THAIER AL-SUDANI

“Nuestra misión en el Líbano, de acuerdo con la resolución 1701 de la ONU, es controlar la zona y ayudar al Gobierno libanés y a las Fuerzas Armadas libanesas a hacerse con el control de la región al sur del Litani”, explica el teniente coronel José Irisarri. 

A medida que un gran número de civiles huían a ambos lados de la frontera, la postura de la FPNUL cambió de monitorear las violaciones fronterizas a patrullar las líneas del frente, lo que Irisarri comparó con un “incómodo papel de amortiguación”. 

Los cascos azules del contingente español se sientan un edificio del cuartel de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) cerca de Khiam el sur del Líbano, el 23 de agosto de 2024 - PHOTO / ANWAR AMRO / AFP

Los protocolos y sistemas de actuación se sobrepasaron. Hasta octubre del año pasado, existía un mecanismo de mediación más formal, en el que representantes militares se reunían en salas de conferencias bajo la supervisión de la FPNUL, mecanismo que ha tenido que suspenderse desde entonces. 

En medio de esta escalada, las fuerzas de la FPNUL se encontraron en el centro de la crisis. El capitán Alfonso Albar, miembro de la unidad española, describió que el nivel de alerta se elevó al nivel más alto (Nivel 3), lo que obligó a los soldados a refugiarse bajo tierra. “Pasamos cinco horas al día en el búnker, escuchando constantemente los sonidos del sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro de Israel”, subrayó. 

Las fuerzas de paz del contingente español de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) patrullan a lo largo de la carretera Jdeideh-Marjeyoun en el sur del Líbano el 23 de agosto de 2024 - PHOTO / ANWAR AMRO / AFP

Desde que Israel se retiró del Líbano en 2000, la naturaleza de las violaciones en la zona fronteriza ha cambiado. A pesar de la importante escalada, la base de la FPNUL no ha sido objeto de ataques directos en el conflicto actual. Sin embargo, la misión no estuvo exenta de víctimas. 

El Washington Post informó este mes que un contratista de la FPNUL murió en un ataque a su coche y que un peluquero que trabajaba para la unidad española resultó herido de camino al trabajo por disparos de francotiradores de Israel. 

Un soldado de paz del contingente español señala un mapa que muestra las ubicaciones de despliegue de otros contingentes de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), en sus cuarteles cerca de Khiam en el sur del Líbano el 23 de agosto de 2024 -  PHOTO / ANWAR AMRO / AFP

Refiriéndose a su evaluación de la situación actual, en medio de temores de una confrontación directa entre Hezbolá e Israel, el portavoz de la FPNUL, Andrea Tenenti, subrayó en comunicados de prensa el mes pasado: “La situación es muy preocupante y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para evitar cualquier conflicto o malentendidos, que podrían conducir a conflictos regionales con graves consecuencias”. 

La gente camina cerca de los vehículos de las fuerzas de paz de la ONU (FPNUL) en Marjayoun, cerca de la frontera con Israel, en el sur del Líbano, el 9 de agosto de 2024 - REUTERS / KARAMALLAH

“Mantenemos abiertos los canales de comunicación para que las partes intercambien mensajes porque todavía existe la posibilidad de una retirada, pero la solución debe ser puramente diplomática y política”, añadió. El personal de la FPNUL se mantendrá en la región pese a la escalada y a los cambios en sus funciones, pero la realidad es que no podrán hacerlo durante mucho tiempo.