Francia auditará todos los acuerdos que mantiene con Argelia
El primer ministro francés, François Bayrou, confirmó, tras la reunión del Comité Interministerial sobre el Control de la Inmigración que convocó el pasado miércoles, que “se auditarán todos los acuerdos que mantienen Argel y París”, después de que salieran a la luz informaciones sobre una posible revisión de estas resoluciones.
Las relaciones entre ambos países están rotas, sin embargo, el atentado sucedido en Mulhouse, presuntamente a manos de un ciudadano argelino residente en Francia, ha marcado un antes y un después sirviendo como detonante para que Bayrou afirmase con rotundidad que pedirá al Gobierno argelino que se revisen todos los acuerdos firmados y su aplicación.
Además, se presentará al Ejecutivo de Argel una lista con “carácter urgente” de las personas que deberán regresar a su país.
“El drama en Mulhouse fue posible porque este ciudadano argelino tenía una orden de expulsión y fue presentado para su repatriación en 14 ocasiones y en cada una de ellas fue rechazado por las autoridades argelinas”, François Bayrou.
Asimismo, Bayrou rememoró así nuevas medidas generales que ampliarán el control sobre la inmigración irregular mediante un mayor despliegue de vigilancia en las fronteras del archipiélago del Mayotte.
Revisión del acuerdo de 1968
Han pasado varios meses desde que el ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, reclamara más cooperación a las autoridades argelinas en materia migratoria. Unas pretensiones que se hicieron especial eco tras el encarcelamiento del escritor argelino Boualem Sansal.
De acuerdo con el tratado de 1968, se otorga un estatus privilegiado a los ciudadanos argelinos, sin embargo, en los últimos meses, el estado de las relaciones entre ambos países ha derivado en que las autoridades francesas califiquen este acuerdo de “obsoleto y perjudicial” para los intereses franceses.
Firmado el 27 de diciembre de 1968, el acuerdo tenía como uno de sus privilegios la facilitación de la concesión del permiso de residencia de 10 años a los ciudadanos argelinos con respecto a las personas de cualquier otra nacionalidad. A este respecto, Retailleau aclaró que el estado de las relaciones franco-argelinas afectan de lleno a la dignidad francesa.
Un insulto a Argelia
Al otro lado de las orillas del Mediterráneo, estas decisiones unilaterales llevadas a cabo por Francia han sido consideradas un insulto, por parte de fuentes cercanas al Gobierno de Abdelmadjid Tebboune, y que forman parte de las presuntas “provocaciones” francesas.
Tanto es así que el Ministerio de Asuntos Exteriores expresó su sorpresa por la decisión del Comité Interministerial de auditar todo tipo de acuerdos entre ambos países. La principal reclamación de Argelia es que las autoridades francesas no comunicaron la decisión a Argelia, tal y como estipula el artículo 8 del acuerdo franco-argelino sobre la exención de visados el cual se renovó en 2013. Según el propio Ministerio, estos actos buscan “tensar las relaciones entre ambos países hasta llevarlas a un punto de no retorno”.
Como consecuencia, el Consejo de la Nación anunció la suspensión inmediata de sus relaciones diplomáticas con las cámaras parlamentarias francesas, especialmente, con el Senado francés tras la visita del presidente Gérard Larcher a la ciudad de El Aaiún en el Sáhara Occidental.
Francia y la influencia en la Unión Europea
La dureza en cuanto a la gestión de los flujos migratorios en Europa ha ganado enteros en los debates de la Eurocámara en los últimos meses.
La intensificación de los actos delictivos cometidos por ciudadanos de terceros países cuya situación no quedaba clara debido a problemas de retorno a sus países de origen, ha llevado a que Francia está dispuesta a utilizar su influencia dentro de la Unión para instar, en este caso, a Argelia a aceptar sus planteamientos en sus relaciones bilaterales.
Aunque la Unión no menciona a ningún país en concreto, varios países han hablado de endurecer las políticas de libre circulación y asilo. Es en este contexto en el que las declaraciones del primer ministro francés demuestran la intención del Ejecutivo francés de acercarse a sus socios de la Unión.