Francia endurece su postura contra los Hermanos Musulmanes

El presidente francés, Emmanuel Macron - REUTERS/ STEPJANIE LECOCQ
Tras años de seguimiento limitado, el gobierno de Macron califica a la organización islamista como una amenaza a la cohesión nacional y anuncia medidas legales y políticas para frenar su influencia ideológica
  1. Medidas anunciadas
  2. Aumento de la influencia del grupo
  3. Reacciones políticas y sociales
  4. Una amenaza sin violencia directa

Francia ha decidido cambiar radicalmente su estrategia frente a los Hermanos Musulmanes. Tras años de seguimiento discreto, el presidente Emmanuel Macron presidió el miércoles una reunión de seguridad de alto nivel para analizar un informe oficial que describe con detalle las actividades del grupo islamista en el país. El Elíseo confirmó que se ha pasado de una política de mera vigilancia a una de confrontación directa, tanto jurídica como política.

El informe, elaborado por dos altos funcionarios del gobierno y presentado en una reunión con el primer ministro y varios ministros clave, concluye que los Hermanos Musulmanes —organización fundada en Egipto en 1928— representa una amenaza para la cohesión nacional, no tanto por acciones violentas directas, sino por una infiltración ideológica organizada que busca socavar los valores nacionales.

Según el documento, esta infiltración se lleva a cabo principalmente a través de instituciones religiosas, educativas y centros culturales, y está orientada a difundir un discurso contrario al laicismo francés y a los principios de la República. El informe sostiene que el grupo actúa de manera encubierta, evitando la confrontación directa con el Estado, pero promoviendo una islamización cultural que, a medio y largo plazo, puede desestabilizar el tejido social del país.

Medidas anunciadas

Aunque muchas de las medidas previstas se mantendrán en confidencialidad, el Elíseo indicó que algunas se harán públicas en los próximos días. Entre ellas, se evalúan restricciones legales y administrativas sobre organizaciones consideradas afines al grupo, así como reformas legislativas para frenar el avance del islam político en Francia.

El Ejecutivo recalcó que esta nueva estrategia no pretende estigmatizar al islam ni a los musulmanes en general, sino combatir el islamismo político y sus derivaciones extremistas. “Estamos totalmente de acuerdo en que no debemos generalizar en nuestras relaciones con los musulmanes. Estamos luchando contra el Islam político y sus excesos extremistas”, subrayó la presidencia francesa en un comunicado.

El Ejecutivo recalcó que esta nueva estrategia no pretende estigmatizar al islam ni a los musulmanes en general, sino combatir el islamismo político y sus derivaciones extremistas - PHOTO/FILE

El informe también alimenta el debate sobre el uso de símbolos religiosos en el espacio público. El partido de Macron ha propuesto prohibir el hiyab a menores de 15 años, argumentando que representa una forma de coacción que atenta contra la igualdad de género y los derechos de la infancia. También se plantea criminalizar a los padres que obliguen a sus hijas a llevarlo.

Estas iniciativas se suman a la ya vigente prohibición de la abaya en escuelas públicas, decretada en 2023, y reflejan un endurecimiento progresivo de la laicidad francesa frente a expresiones religiosas visibles.

Aumento de la influencia del grupo

La creciente preocupación del gobierno se apoya en cifras como las aportadas por la investigadora Hélène de Lauzon. En 2024, en un artículo publicado por Le Journal du Dimanche, citó a un experto en inteligencia francés que aseguró que el número de miembros de los Hermanos Musulmanes en Francia se duplicó entre 2019 y 2023, pasando de 50.000 a 100.000.

Además, señaló un incremento significativo en la visibilidad de prácticas islámicas conservadoras en la vida cotidiana, como el uso del hiyab, la abaya o las demandas específicas en espacios públicos y lugares de trabajo. Todo ello, según el informe, reflejaría un proceso de “islamización cultural coordinada”.

Eel número de miembros de los Hermanos Musulmanes en Francia se duplicó entre 2019 y 2023, pasando de 50.000 a 100.000 - PHOTO/FILE

Reacciones políticas y sociales

El informe ha provocado una oleada de reacciones políticas. Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (extrema derecha), acusó al gobierno de inacción histórica y reiteró en la red social X que “siempre hemos propuesto medidas para eliminar el fundamentalismo islámico”.

Su sucesor y actual presidente del partido, Jordan Bardella, declaró en France Inter que, en caso de llegar al poder, prohibirían la organización.

En contraste, la Unión de Organizaciones Islámicas en Francia (UOIF) —identificada en el informe como la rama nacional de la Hermandad— calificó las acusaciones de infundadas y peligrosas. En un comunicado oficial, denunció que “la constante asociación entre islam, islam político y extremismo no solo es errónea, sino que fomenta la islamofobia y la violencia social”.

Los Hermanos Musulmanes —organización fundada en Egipto en 1928— representa una amenaza para la cohesión nacional, no tanto por acciones violentas directas, sino por una infiltración ideológica organizada que busca socavar los valores nacionales - PHOTO/FILE

Una amenaza sin violencia directa

Aunque el informe descarta que exista actualmente una voluntad clara por parte de los musulmanes franceses de establecer un estado islámico o implementar la sharía, sí identifica una estrategia de “subversión silenciosa” de las instituciones, basada en el largo plazo.

“El fenómeno representa una amenaza a corto y mediano plazo. No estamos ante una situación separatista hostil, sino ante un objetivo oculto”, afirma el documento citado por Le Figaro, el primer medio en publicar extractos del mismo y que lo calificó de “impactante”.