Dos franco-marroquíes muertos por la guardia costera argelina
Los hechos: El martes 29 de agosto, 4 jóvenes navegantes de la localidad costera de Saïdia, en la frontera marroquí-argelina, se hacen a la mar para dar un paseo en moto acuática sin sospechar por un momento que esta excursión se convertirá, unos minutos después, en un drama desafortunado que sumirá a sus familias y a todos los marroquíes en el luto. Dos de los cuatro jóvenes, Bilal Kissi y Abdelali Mechouar, serán baleados fríamente por un guardacostas argelino, según una grabación de voz del primo de una de las dos víctimas. Un tercer navegante, Smaïl Snabé, según la misma fuente, estaría en prisión en la ciudad de Maghnia, donde fue presentado ante el tribunal local que lo habría condenado a 18 meses de prisión.
Argel y Rabat se amurallan en silencio y París es el único que reacciona oficialmente a través de la voz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Fue solo el miércoles, a última hora de la noche, que la información se difundió en las redes sociales marroquíes. El jueves, el funeral de Bilal Kissi tuvo lugar en Beni Drar, en el noreste de Marruecos, una ciudad a 22 km de Oujda, la ciudad fronteriza. El cuerpo de la segunda víctima, Abdelali Mechouar, alcanzado por varias balas, según fuentes cercanas a su familia, estaría en un hospital para las necesidades de la autopsia.
Esta tragedia, que no hizo más que exacerbar los sentimientos hostiles hacia el régimen de Argel, causó conmoción entre marroquíes y argelinos aturdidos por una actitud tan cruel de un guardacostas que no tenía motivos para usar un arma de fuego frente a navegantes civiles sin arma y sin la menor intención de dañar.
A pesar de la gravedad de los hechos, las autoridades argelinas han ignorado magníficamente la muerte de dos jóvenes, uno de los cuales, Bilel Kissi, dejó dos huérfanos. Así como no sabemos qué pasó con este guardacostas que se convirtió en un criminal con dos muertes en su conciencia en el momento en que menos lo esperaba.
Por su parte, las autoridades marroquíes, prefiriendo retrasar y evitar caer en la trampa de la provocación, reaccionaron con la voz del portavoz del gobierno, Mustapha Baitas, quien declaró sobre este tema, durante una rueda de prensa," que tal incidente es competencia exclusiva del poder judicial", según informó el sitio web del diario marroquí, Opinion. Esto indica un deseo marroquí de no politizar el caso.
Por su parte, París reaccionó con la voz de su Ministerio de Relaciones Exteriores, que solo mencionó la muerte de un solo nacional sin especificar las circunstancias de su muerte, informa AFP.
"El centro de crisis y apoyo del Ministerio para Europa y de Asuntos Exteriores y nuestras embajadas en Marruecos y Argelia están en estrecho contacto con las familias de nuestros conciudadanos, a quienes brindamos todo nuestro apoyo", dice el comunicado del Quai d'Orsay y agrega: "Estamos en contacto con las autoridades marroquíes y argelinas. La fiscalía ha sido notificada", según informó AFP.
¿Los próximos días traerán un nuevo desarrollo de este trágico incidente que ocurrió en una zona fronteriza marítima o terminaremos sofocando el caso, en el lado marroquí, en el altar de la paciencia frente a un vecino provocador que busca la más mínima coartada para incendiar la región, solo para camuflar sus recientes fracasos en la escena internacional y su incapacidad para garantizar la subsistencia mínima para sus poblaciones, como agua, leche, sémola, etc.?