El presidente Idriss Déby Itno murió en el campo de batalla en la lucha contra los rebeldes del Frente para la Alternancia y la Concordia de Chad

El futuro de Chad está en juego

REUTERS/AMMAR AWAD - El presidente de Chad, Idriss Deby Itno, falleció el 20 de abril de 2021 a causa de las heridas sufridas en combate tras tres décadas en el poder

“El mariscal acaba de dar su último aliento defendiendo la integridad territorial en el campo de batalla”, han sido las palabras pronunciadas por Azem Bermandoa Agouna, portavoz del Ejército de la República de Chad. Estas han sido las primeras declaraciones oficiales para confirmar que el presidente Idriss Déby Itno había fallecido en el campo de batalla en su lucha contra el Frente para la Alternancia y la Concordia de Chad (FACT).  Este grupo entró en territorio chadiano el 11 de abril, día en el que se celebraron las elecciones en dicho país lanzando un ataque en las regiones de Kanem y Tibesti. Aquel día comenzó una lucha encarnizada entre este grupo rebelde y las fuerzas gubernamentales, con especial crudeza en el norte del país. Tras la muerte del ya expresidente es su hijo Mahamat Idriss Déby quien se ha hecho cargo de la situación no sin antes disolver el Gobierno y el Parlamento. Este forma parte de un consejo de transición militar que ostentará el poder durante 18 meses antes de convocar elecciones libres. 

Antecedentes

Déby tomó el poder en diciembre de 1990 tras una rebelión contra su predecesor Hissène Habré. Desde ese año Déby ha gobernado el país con puño de hierro, habiendo ganado hasta en seis ocasiones diferentes los comicios, siendo los últimos los celebrados el pasado día 11 de abril. 

En estos casi 30 años de mandato el ahora expresidente tuvo que hacer frente a numerosos intentos de golpe de Estado, de los cuales uno estuvo a punto de derrocarle en 2008, cuando los rebeldes llegaron hasta la capital, N´Djamena. Las rebeliones internas y la creciente amenaza del yihadismo, especialmente en los últimos 10 años también han sido una constante. A pesar de contar con amplias reservas de petróleo, la corrupción endémica del país y la volatilidad del entorno en el que este se encuentra han contribuido a su bajo desarrollo. Según datos de la ONU, alrededor del 80% de los chadianos vive bajo el umbral de la pobreza. 

Por un lado, la situación comenzó a crisparse aún más a partir de febrero, cuando Déby se postuló como candidato para las elecciones. Esta crispación se trasladó a las calles, donde se realizaron numerosas manifestaciones que fueron reprimidas por la Policía y en las que hubo numerosos heridos y detenidos.  Por otro lado, una oposición ya de por sí débil y dividida, que además no fue capaz de articular un frente común sufrió la dura represión que también derivó en detenciones y que hizo que algunos de los principales candidatos opositores retirasen su candidatura. Todo esto hizo que la reelección de Idriss Déby no peligrase en ningún momento independientemente del creciente descontento anteriormente nombrado. A pesar de que el resultado era relativamente claro de antemano, este no se hizo público hasta el 18 de abril por parte de La Comisión Electoral Nacional Independiente, que afirmó que el candidato gubernamental había ganado al obtener el 79,32% de los votos. 

Ofensiva

Como bien se ha indicado arriba, la ofensiva rebelde liderada por el FACT que ha culminado con la muerte del presidente chadiano comenzó el mismo día en el que se celebraban los comicios. Este grupo, al parecer formado en su mayoría por toubous, penetraron en Chad desde Libia, donde tienen su base de operaciones. Este grupo ha sido apoyado por la Unión de Fuerzas de la Resistencia (UFR), que han puesto en jaque al país en dos ocasiones. La primera en 2008, cuando solo un bombardeo francés les privó de derrocar a Déby tras llegar a la capital, y la segunda en 2019, cuando fueron bombardeados por aviones franceses al entrar en el país desde Libia.  A pesar de que en un primer momento el ministro chadiano manifestó que la situación militar estaba controlada por el Ejército, los diferentes países con embajada en el país pidieron a sus ciudadanos y al personal no esencial que lo abandonasen ante el temor de que la situación escalase. Debido a lo complicado del terreno y al aislamiento de determinadas zonas la información que ha llegado durante estos días ha sido contradictoria, no sabiendo a ciencia cierta lo que ha llegado a ocurrido en algunas ocasiones. 

A pesar de lo contradictorio de las informaciones el FACT aseguró haber tomado toda la región de Kanem. Posteriormente, el 18 de abril, y al parecer, ante el avance de los rebeldes hacia la capital el ejercito se despliega en los puntos más importantes de N´Djamena. Ese mismo día el FACT se repliega hacia el norte tras sufrir numerosas perdidas en combate en la región de Kanem. 

Tras unos días de lucha la última noticia que cabía esperar era la de la muerte de Idriss Déby, que ha supuesto una autentica sorpresa. Esta noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre los partidarios gubernamentales. Esta muerte se produce tras la decisión de Déby de comandar al ejército chadiano en el mismo frente de batalla, aunque no se conocen las circunstancias exactas de su muerte. 

¿Y ahora qué?

El futuro de Chad es incierto. Déby ha sido un fuerte aliado de las potencias occidentales, especialmente de Estados Unidos y Francia. Este último país ha calificado a Déby como un “amigo valiente” y ha manifestado en un comunicado que “Chad pierde a un soldado y presidente que ha trabajado por la seguridad del país y de la región incansablemente durante 30 años”. Además, ha presentado sus condolencias a la familia.  El presidente Macron tenía pensado acompañar a su homólogo en Chad, lo que le ha valido críticas por parte de diferentes medios de comunicación, en los que se le acusa de ser el garante de un régimen depredador y corrupto.

Las potencias occidentales han encontrado en Déby a un luchador incansable contra el yihadismo. En los últimos años el Ejército chadiano ha mantenido numerosos enfrentamientos en los alrededores del Lago Chad contra Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental además de con filiales de Al-Qaeda en la zona del Sahel. A pesar de que se presupone que Mahamat Idriss Déby seguirá los pasos de su padre en materia de lucha contra el yihadismo no queda claro si los socios occidentales tendrán la misma confianza en este que en su predecesor. 

Otra cuestión para tener en cuenta es cómo afectará esto al G5 del Sahel, al que Chad aporta tropas. Este marco de cooperación regional esta cada vez mas cuestionado por Francia y por Estados Unidos, al ver que la violencia no disminuye, sino que aumenta a medida que pasa el tiempo. Puede que la muerte de este hombre fuerte haga que estos países se replanteen diferentes cuestiones, especialmente la de si es rentable seguir manteniendo desplegados a soldados en lugares tan recónditos, y más con resultados tan discretos.  

Asimismo, la situación geográfica en la que se encuentra el país es complicada. Chad se encuentra totalmente rodeado de países muy inestables en los que hay diferentes conflictos, y en los que Chad de manera más directa o indirecta participa. Por ejemplo; al norte limita con Libia, donde colaboró con las fuerzas del LNA que luchaban por Haftar. No es la única influencia que ejerce sobre Libia, ya que también actúa como tapón para frenar a los migrantes que pretenden llegar hasta Libia y utilizarlo como puente hacia Europa. En el este se encuentra Sudán, y más concretamente la inestable región de Darfur, de donde provienen más de un millón de refugiados que hay en suelo chadiano. Al sur aparece la República Centroafricana, un país desangrado por un conflicto civil que dura ya años y donde soldados, rebeldes y mercenarios chadianos han participado en uno u otro momento en el enfrentamiento. Al suroeste Camerún y Nigeria. El primero de ellos inmerso en una batalla en la zona anglófona de Ambazonia y el segundo sumido en una lucha contra la insurgencia islamista en las zonas fronterizas con Chad. Por último, está Níger, donde Chad tiene numerosas tropas desplegadas en el oeste del territorio y donde ha sufrido ya decenas de bajas. 

Todo esto, unido a los desafíos que ha propuesto la pandemia de la COVID-19 pueden dar al traste con años de intento de pacificación de la región.  Si esto ocurre podemos estar ante un escenario muchísimo peor que el que se ha podido ver hasta ahora y convertirse en una especie de autopista para los diferentes grupos yihadistas y criminales de todo tipo. 

Por lo pronto, además de la disolución del Parlamento y del Gobierno, se ha acordado establecer un toque de queda entre las 18:00 de la tarde y las 05:00 de la mañana y el cierre de todas las fronteras aéreas y terrestres.  La primera reacción del Frente por el Cambio y la Concordia en Chad ha sido anunciar que va a continuar con su ofensiva sobre N´Djamena y que derrocará a Déby, a la que también se ha unido el Consejo de Comando Militar para la Salvación de la República, otro grupo rebelde asentado en Libia.