Irak y Estados Unidos negociarán en junio la retirada de las tropas del país
Junio parece la fecha elegida por Washington y Bagdad para sentarse en una mesa de negociación y hablar sobre la retirada de las tropas estadounidenses de Irak. Así lo ha anunciado el portavoz del Comandante Jefe de las Fuerzas Armadas iraquíes, el general Abdul Karim Khalaf en el diario iraquí Al-Sabah.
Esta retirada se encuadra dentro de la decisión tomada por parte del Parlamento iraquí de proceder a la salida de todas las tropas extranjeras en territorio iraquí. Esta medida fue tomada pocos días después del asesinato del General Qassem Soleimani, general iraní y hombre clave en la República Islámica, y del Abu Mahdi al-Muhandis, comandante militar iraquí que lideraba la alianza paramilitar iraquí Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés).
Sobre esta decisión, el General Khalaf ha señalado que el embajador estadounidense en Bagdad, Douglas A. Silliman, mostró su buena voluntad de contribuir a esta retirada, y así se lo hizo saber al primer ministro interino, Adel Abdul-Mahdi, conversación en la que también abordaron las nuevas relaciones que se establecerán entre ambos países una vez acabe la retirada. “Estados Unidos ha reducido significativamente sus fuerzas militares en Irak, como un gesto de buena voluntad, y hay señales positivas de comprensión por parte del lado americano”, ha dicho el General.
Sin embargo, el General Khalaf señaló que “las relaciones de seguridad entre Irak y Estados Unidos mantendrán el intercambio de experiencias y de entrenamientos, incluso si la retirada se implementa”. “Las negociaciones tratarán toda tipo de relaciones entre ambos países en cuanto a la economía, cultura, política y la seguridad estableciendo un Acuerdo Marco Estratégico”.
Según fuentes militares, se estima que aún quedan unos 5.200 soldados estadounidenses distribuidos en las bases militares al norte y oeste del país, incluida la base en Ain al-Asad, en la provincia de Anbar, cercana a Siria. En esta provincia las tropas americanas tenían planeado construir una nueva base militar, en el área de Umm Samij e instalar ahí sistemas de defensa antiaérea del modelo Patriot.
El pasado 11 de febrero, las fuerzas estadounidenses comenzaron a retirarse de 15 bases militares. El rotativo Al-Sabah asegura que la decisión final de la retirada no se llevará a cabo hasta que en Irak no se forme un gobierno, ya que el Parlamento no está autorizado a tomar decisiones sobre la retirada de las tropas americanas, pues es competencia absoluta del Gobierno.
Desde la dimisión de Mahdi, que ha seguido como presidente interino, a finales de noviembre del año pasado, el país no ha sido capaz de encontrar una estabilidad política que pueda solucionar los diferentes frentes abiertos que tiene el país. A mediados de abril, el presidente iraquí, Barham Saleh encomendó la tarea de formar gobierno al antiguo jefe de los servicios de inteligencia, Mustafa al-Kazemi.
Hace unas semanas, Karim Al-Muhamadawi, parlamentario iraquí y miembro de la Comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento denunció que la política llevada a cabo por Washington no cuadraba con la retirada de las tropas, sino que estaría tratando de aumentar su capacidad ofensiva y sus ataques contra las milicias iraquíes pro-iraníes, como las PMF. “La retirada de las tropas estadounidenses de varias bases militares no está en la línea con la resolución parlamentaria iraquí que insta al Gobierno de Bagdad a expulsar a las fuerzas extranjeras del país. Es más bien parte de los planes de redistribución de las tropas de EEUU dentro de Irak”, apuntaba el parlamentario.
En consonancia con estas declaraciones, el domingo, una fuente de seguridad iraquí advirtió sobre el repentino aumento en el número de tropas estadounidenses desplegadas en la base aérea de Ain al-Asad, según recoge la agencia de noticias árabe al-Maalomah.
Según los últimos movimientos, parece probable que este años se retire la mayoría de las fuerzas militares estadounidense, igual que las francesas, inglesas y australianas que a principios de año solicitaron también la retirada de sus tropas. Ahora queda ver qué tipo de relación se establecerá entre Washington y Bagdad.
Barack Obama retiró tropas de Irak en 2011, incapaz de asegurar un nuevo acuerdo con el gobierno iraquí para mantenerlos allí por más tiempo. Irak se vio obligado a invitar al Ejército estadounidense a volver para luchar contra Daesh, que en el verano de 2014 amenazaba con el genocidio contra los yazidíes y decapitaba a los rehenes, incluidos los estadounidenses.
En 2016, y ya con Trump en la Casa Blanca, aceleró la campaña militar contra Daesh y obtuvo la caída de la capital iraquí del Estado Islámico en 2017. En 2019, el presidente norteamericano declaró la derrota territorial de Daesh y ese mismo año, tras una redada de operaciones especiales de Estados Unidos, el líder del grupo terrorista, Abu Bakr al-Baghdadi, perdía la vida.
La labor de EEUU en Irak parecía terminada, pero Trump no prometió retirarse de Irak, aunque sí lo ha hecho con sus tropas en Siria. La decisión de permanecer en el país puede tener varias intenciones, como la de presionar a un aliado de Irán en su propio territorio. El asesinato al general Soleimani en territorio iraquí demostró cuán efectiva es la presencia norteamericana en Irak. La campaña de Trump contra Irán ha sido cada vez más intensa con sanciones contra el régimen del ayatolá Jomeini.
Ahora queda ver en qué condiciones y cómo se lleva a cabo la desescalada de las tropas norteamericanas en Irak.