La OIEA trata de averiguar ahora si Irán ha producido esta cantidad intencionadamente o si ha sido resultado de una acumulación no intencionada causada por problemas técnicos relacionados con las centrifugadoras

Irán enriquece uranio al 84%, cerca de la cantidad necesaria para adquirir un arma nuclear

PHOTO/FILE - Desde abril de 2021 varios informes han alertado de que la República Islámica ha estado enriqueciendo uranio hasta un 60% de pureza

Las capacidades nucleares de Irán vuelven a generar desconfianza y preocupación a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El organismo dependiente de Naciones Unidas ha anunciado que se encuentra en medio de conversaciones con Irán para verificar los recientes informes acerca del enriqueciendo de uranio que está llevando a cabo el régimen de Teherán.

Tal y como señalaron diplomáticos a Bloomberg y Reuters, los inspectores nucleares han detectado niveles de enriquecimiento justo por debajo del 90%, porcentaje necesario para producir una bomba atómica. Las fuentes, en concreto, indicaron que Irán ha enriquecido uranio al 84%.

La OIEA trata de averiguar ahora si Irán ha producido esta cantidad intencionadamente o si ha sido resultado de una acumulación no intencionada “debido a las supuestas dificultades técnicas con las cascadas de centrifugadoras”, señala Bloomberg.

Irán por su parte, no ha tardado en desmentir los informes. “Hasta ahora, no hemos hecho ningún intento de enriquecimiento por encima del 60%. La presencia de partículas por encima del 60% no significa una producción con un enriquecimiento superior al 60%”, señaló Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, según informa la agencia estatal de noticias, IRNA.

Desde abril de 2021 varios informes han alertado de que la República Islámica ha estado enriqueciendo uranio hasta un 60% de pureza. Hace pocos meses, el régimen iraní comenzó a enriquecer hasta ese nivel en la planta subterránea de Fordow, al noreste de Qom.

Las recientes declaraciones de varios diplomáticos y observadores se producen poco después de que la OIEA acusase a Irán de realizar un cambio en la interconexión entre dos grupos de centrifugadoras de uranio en la central de Fordow sin notificarlo. Esta acción se percibió como un intento por parte de Irán de aumentar el nivel de enriquecimiento.

Después de que el expresidente Donald Trump sacase a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán en 2018 e impusiese sanciones contra Teherán y la industria nuclear iraní, la República Islámica ha dejado de respetar las restricciones nucleares de la OIEA, elevando peligrosamente su enriquecimiento de uranio.

Por otro lado, las negociaciones nucleares entre Irán y varias potencias internacionales para reinstaurar el acuerdo de 2015 llevan estancadas desde hace varios meses. El apoyo armamentístico de Teherán a Moscú durante su invasión sobre Ucrania, así como las protestas antigubernamentales iraníes, han aumentado la brecha entre Irán y Occidental.

Recientemente, países como Estados Unidos o Canadá han impuesto nuevas sanciones contra la élite política-militar iraní por la brutal represión contra los manifestantes. Cerca de 500 personas han muerto durante las protestas que comenzaron el pasado mes de septiembre tras el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini. Además de los fallecidos en las manifestaciones, el régimen ya ha ejecutado a 4 hombres por su participación en estas, aunque hay muchas más personas condenadas a muerte.