Irán, a la espera de un nuevo Gobierno para retomar el pacto nuclear
La vuelta al pacto nuclear entre Irán y Estados Unidos continua en punto muerto. Desde el pasado mes de abril ambos países llevan manteniendo contactos indirectos mientras que paralelamente se desarrollan las conversaciones de Viena entre los otros países firmantes del pacto- Rusia, China, Francia y Reino Unido- con el objetivo de recuperar el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).
Las conversaciones de Viena auspiciadas por la Unión Europea acumulan ya seis rondas de negociaciones. La última sesión tuvo lugar el pasado mes de junio, y aunque el Gobierno de Biden ha expresado en reiteradas ocasiones su intención de volver al pacto nuclear de 2015 en la práctica no resulta tan fácil. Irán, bajo la presidencia de Hasan Rohani, y Estados Unidos, durante la Administración Obama con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, como vicepresidente, cerraron en 2015 un acuerdo nuclear que limitaba el programa nuclear iraní a cambio de un alivio en las sanciones económicas.
En 2018 la Administración de Donald Trump decidió retirarse de manera unilateral de este acuerdo y volver a imponer sanciones a la República Islámica, imponiendo una “política de asfixia” al país persa. Muchos países europeos criticaron esta decisión mientras que países como Israel, gran enemigo de Irán, aplaudió la reimposición de sanciones. Desde que Estados Unidos se saliera del PAIC, Irán ha ido saltándose el acuerdo nuclear llegando a enriquecer una pequeña cantidad de uranio hasta el 60%, mientras que el pacto nuclear limitaba el programa de Teherán a un enriquecimiento de hasta el 3,67%, suficiente para alimentar un reactor nuclear civil.
En otro intento de presionar a Estados Unidos para que levante las sanciones económicas impuestas al país persa y poder así volver al pacto nuclear, el presidente iraní, Hasan Rohani ha aseverado que su país es capaz de enriquecer uranio al 90%. "Si algún día se necesita el 90% para algún reactor, podemos alcanzarlo", afirmó. Asimismo, Irán informó a principios del mes de julio al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que había iniciado el proceso de producción de uranio metálico enriquecido. La República Islámica justificaba esta decisión explicando que este uranio se utilizaría con fines médicos.
El enviado de Irán ante el OIEA, Kazem Gharibabadi, explicó que la primera placa de combustible de silicio se producirá pronto utilizando uranio enriquecido al 20 por ciento para fines médicos. "Esta medida, que mejorará significativamente la calidad y la cantidad de radiofármacos, convertirá a la República Islámica en uno de los países avanzados en tecnología nuclear", aseveró. Sin embargo, el uranio metálico también podría utilizarse para fabricar el núcleo de una bomba nuclear, por lo que países como Francia, Alemania y Reino Unido han mostrado su “grave preocupación" ante esta noticia y han urgido a llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear iraní “lo antes posible”.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Francia y Alemania expresaron en una declaración conjunta que "Irán no tiene ninguna necesidad civil creíble de I+D y producción de uranio metálico, que son un paso clave en el desarrollo de un arma nuclear". "Con sus últimos pasos, Irán está amenazando el éxito de las conversaciones de Viena, a pesar de los avances logrados en seis rondas de negociaciones", añadieron. A pesar de la urgencia de los países europeos, así como de Estados Unidos de llegar a un acuerdo con Irán este último ya ha adelantado que las conversaciones no se retomaran hasta mínimo “mediados de agosto” una vez que el nuevo presidente electo de Irán, Ebrahim Raisí, haya jurado su cargo.
Los países firmantes del pacto, tras la última ronda de negociaciones, habían compartido su esperanza de retomar la séptima y última sesión antes de que el ultraconservador, Raisí, jurará su cargo el próximo mes de agosto. Irán ya ha adelantado que no será hasta que se forme el nuevo Gobierno cuando se vuelvan a retomar las conversaciones de Viena. Este anuncio supone un varapalo para las potencias occidentales. El nuevo presidente electo, Ebrahim Raísi, ha adelantado que seguirá con las negociaciones, pero su postura se caracteriza por ser mucho más dura que la del actual presidente iraní, Hasan Rohani.
Por su parte, Rohani, ha lamentado que durante su mandato no se haya podido llegar a un acuerdo y ha admitido que su Gobierno "perdió la oportunidad" de lograr una conclusión. Asimismo, ha manifestado que esperan que “el próximo Gobierno pueda completar este trabajo. Lamentamos que se hayan perdido cinco o seis meses". Ebrahim Raisí coge el testigo de las negociaciones para la vuelta al pacto nuclear lo que implica que las negociaciones aún llevarán su tiempo.
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense confirmó a Reuters que Irán había pedido más tiempo antes de reanudar las conversaciones en Viena debido a la transición presidencial. "Cuando Irán termine su proceso, estamos preparados para planificar nuestro regreso a Viena para continuar con nuestras conversaciones", añadió. "Seguimos interesados en buscar el retorno mutuo al cumplimiento del PAIC, aunque como ha dejado claro [el secretario de Estado Antony Blinken], esta oferta no estará sobre la mesa indefinidamente", añadió el portavoz.