Irán impulsa el enriquecimiento mediante el bombeo de gas uranio
Teherán ha impulsado el enriquecimiento de uranio con centrifugadoras de próxima generación en su principal sitio nuclear, según un informe. La noticia marca el último paso en la ruptura del acuerdo nuclear de 2015.
Irán ha comenzado a bombear gas hexafluoruro de uranio (UF6) en la cascada de centrifugadoras avanzadas IR-2m instaladas en una planta subterránea en Natanz, dijo Reuters, citando un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). El gas UF6 se utiliza durante el enriquecimiento de uranio.
El último informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), aseguraba que Irán cuenta con unas reservas de uranio enriquecido de 2.449 kilos, muy por encima del límite de máximo de 300 kilos establecido en el pacto nuclear con las grandes potencias.
La OIEA ha pedido a Irán una aclaración, al considerar "no creíble desde el punto de vista técnico" la información facilitada sobre un sitio sospechoso, según un informe consultado el miércoles 11 de noviembre por la AFP en Viena.
En 2007, Naciones Unidas impuso un embargo de armas formal a la teocracia iraní, en medio de las creciente tensiones por el programa nuclear del país persa.
La respuesta de Teherán fue suspender su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y seguir hacia adelante con su programa nuclear a pesar de la “intimidación” de la ONU.
Entre las sanciones impuestas estaban: la compra o adquisición de dólares; el comercio de Irán de oro o metales preciosos; las transacciones relacionadas con petróleo; las vinculadas al sector energético; o el embargo sobre transferencias de armas.
En 2015 llegó el trascendental acuerdo nuclear entre Irán y seis potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. El acuerdo fue firmado tras más de dos años de negociaciones. Conocido como el Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA, por sus siglas en inglés) fue considerado como un hito en la política exterior del por entonces presidente de los Estados Unidos, Barak Obama.
El pacto contemplaba levantar las sanciones económicas contra Teherán a cambio de que este limitara su programa de energía atómico. Este programa había levantado ciertas preocupaciones entre las potencias internacionales por su posible uso en una hipotética carrera nuclear.
Sin embargo, en 2018 pareció que todo se venía abajo, o casi. La llegada a la Casa Blanca del ultraconservador Donald Trump, que durante la campaña presidencial en 2016 ya hablaba de la retirada del acuerdo de 2016, supuso la salida de la principal potencia global.
Con la salida de Washington del acuerdo de 2015, la Administración Trump desafió a sus aliados europeos, que advirtieron que la medida podría tener devastadores consecuencias humanitarias; mientras, la Administración Trump impuso nuevas sanciones al sector financiero de Irán.
Londres, París y Berlín, continuaron sus diálogos con Teherán para salvar el JCPOA. "Juntos enfatizamos nuestro compromiso continuo con el JCPOA. Este acuerdo es muy importante para nuestra seguridad compartida", se puede leer en un comunicado conjunto de los Gobiernos de Francia, Reino Unido y Alemania.
El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo al diario Iran Daily que Estados Unidos "no tiene otra opción" que volver al acuerdo de 2015, ya que "la resistencia de los iraníes condenó al fracaso la campaña de 'presión máxima' (sanciones)".
El 2 de noviembre, Irán autorizó la producción anual de, al menos 120 kg, de uranio enriquecido al 20%. También ordenó a los funcionarios que modernizaran las instalaciones nucleares y que operaran al menos 1.000 centrifugadoras IR-2m.
Según la cadena de televisión estatal iraní Press TV, el Gobierno pedirá al Parlamento que restablezca el pleno cumplimiento de Irán con el acuerdo de 2015 si los Estados europeos comienzan a "cumplir con sus obligaciones" en virtud del acuerdo.