Israel confirma la muerte de Hashem Safieddine, el sucesor de Nasrallah
Las Fuerzas de Defensa de Israel han confirmado la muerte Hashem Safieddine, un alto cargo de Hezbolá, después de encontrar su cuerpo en el búnker donde fue eliminado hace tres semanas. Safieddine, uno de los principales sucesores Hassan Nasrallah, murió junto a otras 25 personas en el cuartel general de inteligencia de la milicia ahí libanesa, en el barrio de Dahieh en Beirut, uno de los bastiones del grupo terrorista.
De acuerdo con la cadena saudí Al Arabiya, entre los fallecidos también se encontraban varios miembros del comando de inteligencia de Hezbolá, incluyendo a Bilal Saib Aish, quien se encargaba de recopilar inteligencia aérea en la sede de Hezbolá en Siria, y Ali Hussein Hazima, el comandante de la sede de inteligencia de la milicia.
Safieddine, primo de Nasrallah, “ejerció una influencia significativa en la toma de decisiones dentro de la organización terrorista”, según señala un comunicado del Ejército israelí. “A lo largo de los años, dirigió ataques terroristas contra el Estado de Israel y participó en los procesos centrales de toma de decisiones de Hezbolá”, añade.
Mientras Nasrallah se centraba en los asuntos militares y estratégicos del grupo armado, Safieddine -que figura dentro de la lista de terroristas de Estados Unidos desde 2017-, se encargaba del sistema educativo, las finanzas y las inversiones extranjeras de Hezbolá.
Es por ello que Safieddine mantuvo estrechas relaciones con la República Islámica de Irán, el principal respaldo económico de la milicia libanesa. Además, tal y como recuerda Ynet, su hermano Abdullah es el enviado de Hezbolá en Irán.
La muerte de Safieddine representa una nueva derrota para el grupo terrorista, que en las últimas semanas ha perdido gran parte de su cúpula militar y política. A pesar de ello, Hezbolá continúa lanzando de manera recurrente ataques contra territorio israelí, incluidas las ciudades de Haifa y Tel Aviv.
Asimismo, este pasado fin de semana, un dron lanzado por la milicia desde el Líbano logró impactar contra la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la ciudad costera de Cesarea.
Además de Hezbolá, Israel ha acusado al régimen iraní de este ataque, asegurando que los funcionarios de la embajada de Irán en Beirut “están involucrados en el intento de asesinato de Netanyahu”. El primer ministro, por su parte, aseguró durante un vídeo grabado en Jerusalén que los agentes de Irán que intentaron asesinarle a él y a su esposa “cometieron un grave error”.
Oriente Medio aún está a la espera de la represalia de Israel al ataque de Irán del pasado 1 de octubre, cuando el régimen de Teherán lanzó cerca de 200 misiles balísticos contra el Estado hebreo. Se espera que esta represalia sea “significativa” y tenga como objetivo lugares militares o infraestructura de producción y exportación de petróleo.
En este sentido, según el medio de comunicación árabe con base en Estados Unidos, Alhurra, las naciones árabes del golf Pérsico habrían instado a Israel a asestar un “golpe decisivo” a Irán. “Los países del Golfo han enviado mensajes a Israel subrayando la necesidad de que su respuesta a Irán sea estricta y clara”, señaló un fuente israelí al medio.
“Israel está recibiendo contactos y solicitudes de los países del Golfo para informarle con antelación de la respuesta esperada para que pueda tomar precauciones en caso de un contraataque”, añadió.
Recientemente, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, trató de buscar apoyo entre los países de la región, instando a estos países a permanecer neutrales en caso de un enfrentamiento. En este sentido, Teherán también aseguró a sus vecinos árabes y regionales que enfrentarían represalias si Israel o Estados Unidos usan su territorio o espacio aéreo durante un ataque contra el régimen.