Israel promete represalias tras el masivo ataque con misiles de Irán
El ataque de Hamás del 7 de octubre sumió a Oriente Medio en una espiral de violencia y tensión con consecuencias imprevisibles. A pocos días de cumplirse un año de las masacres cometidas por el grupo terrorista y de la consiguiente guerra en Gaza, la región continúa inmersa en la inestabilidad, mientras se aproxima a un conflicto a gran escala.
Días después del asesinato en Beirut de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, la República Islámica de Irán ha lanzado más de 180 misiles balísticos contra Israel, haciendo sonar las alarmas antiaéreas en prácticamente todo el país, incluidas las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén.
Las autoridades militares israelíes enviaron mensajes a los teléfonos móviles avisando a la población e instando a todos los ciudadanos a buscar refugio inmediatamente. A pesar de los avanzados sistemas de defensa aérea, el Ejército israelí resaltó la necesidad de seguir las instrucciones del Comando del Frente Interior. “Es posible que escuchen explosiones, que podrían ser el resultado de intercepciones o impactos”, advirtió.
Los misiles, la mayor parte de ellos interceptados por los sistemas de defensa aérea, provocaron la muerte de un hombre en Cisjordania, así como daños materiales en Israel, impactando directamente contra zonas de Tel Aviv y en el desierto del Néguev.
Tal y como aseguró el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, el ataque de Irán -el segundo desde abril- “tendrá consecuencias”. “Tenemos planes y actuaremos en el momento y lugar que elijamos”, añadió.
En la misma línea se ha pronunciado el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien ha prometido una respuesta contra Teherán. “Esta noche, Irán ha cometido un grave error y lo pagará”, indicó el líder israelí al comienzo de la reunión del gabinete de seguridad. “El régimen de Teherán no entiende nuestra determinación de defendernos y de exigir un precio a nuestros enemigos”, agregó.
Según recoge Axios basándose en altos cargos israelíes, Jerusalén lanzará una “represalia significativa” dentro de unos días que podría tener como objetivo instalaciones de producción de petróleo dentro de Irán y otros sitios estratégicos.
Por su parte, el régimen iraní amenazó con más ofensivas si Israel responde al ataque. Si eso sucede, los funcionarios israelíes aseguran a Axios que todas las opciones estarán sobre la mesa, incluidos ataques a las instalaciones nucleares de Irán.
El medio estadounidense informa que la respuesta israelí podría incluir ataques desde aviones de combate contra los sistemas de defensa aéreos, así como operaciones clandestinas similares a la que eliminó al líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán hace dos meses.
Las fuerzas militares estadounidenses en la zona ayudaron a Israel y sus defensas aéreas a hacer frente al ataque, mientras la administración Biden coordina con los funcionarios israelíes los próximos pasos, de acuerdo con el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan.
"Se trata de una escalada importante por parte de Irán, un acontecimiento significativo”, declaró a los periodistas en la Casa Blanca. “Hemos dejado claro que habrá consecuencias, consecuencias graves, por este ataque, y trabajaremos con Israel para que así sea”, concluyó Sullivan.
El masivo ataque comenzó dos horas después de que altos cargos estadounidenses alertasen sobre la ofensiva, ordenando a su personal diplomático en Israel a refugiarse y permanecer cerca de las zonas protegidas. Poco antes de que comenzase el ataque, Hagari advirtió en una rueda de prensa que el esperado ataque de Irán “probablemente sería de gran alcance”.
Pocos minutos antes de que las alarmas antiaéreas comenzasen a sonar en Tel Aviv y en otras muchas ciudades, un ataque terrorista perpetrado por dos palestinos procedentes de Hebrón dejó 7 muertos y 11 heridos en una estación de tranvía en Jaffa, al sur de Tel Aviv.
Los proxies iraníes frente a la coalición árabe-israelí
Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, otras milicias respaldadas y financiadas por la República Islámica de Irán comenzaron a atacar Israel en “solidaridad” con Gaza. Hezbolá, los hutíes y las milicias pro-iraníes en Siria e Irak se sumaron a la guerra, lanzando ataques recurrentes contra territorio israelí y empujado al Gobierno israelí a tomar acciones militares contra estos grupos armados en Líbano y Yemen.
El panorama cambió radicalmente la noche del 14 de abril, cuando Teherán decidió, por primera vez, atacar directamente a Israel, abriendo una nueva fase en el conflicto. Este ataque sin precedentes impulsó el nuevo escenario regional que llevaba años gestándose tras la firma de los Acuerdos de Abraham basado en una especie de coalición árabe-israelí contra las amenazas del régimen iraní, ya que países como Jordania y Arabia Saudí interceptaron muchos de los misiles o drones lanzados contra el Estado judío.