Bruselas quiere ser partícipe del cese de hostilidades en Libia e impedir que Turquía lleve la voz cantante en el proceso

Josep Borrell visita a Sarraj en Trípoli para apoyar el diálogo y el levantamiento del embargo petrolero

PHOTO/AFP - El jefe de la política exterior Josep Borrell, se reúne con el jefe del Gobierno del Acuerdo Nacional de Trípoli, Fayez Sarraj, en Trípoli el 1 de septiembre

“Libia sigue siendo una prioridad absoluta para la Unión Europea”, escribió en su cuenta personal de Twitter el alto representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, a su llegada a Trípoli.
Es la primera visita de Borrell a Libia tras asumir sus funciones como alto representante de la diplomacia europea en 2019. A su llegada a la capital libia, el jefe de la diplomacia europea se reunió con el líder del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) -apoyado por Naciones Unidas-, Fayez Sarraj para analizar la guerra civil que desde 2015 ha destrozado el país.Desde la caída del régimen de Muamar El Gadafi en 2011, Libia, país con las mayores reservas de petróleo de África, ha sido centro de sucesivos conflictos que han acabado con la paciencia de la población.  

El GNA, respaldado por Naciones Unidas y Turquía, y el Ejército Nacional Libio, liderado por el mariscal Jalifa Haftar, apoyado por Rusia, Egipto, EAU, Jordania, Sudán y, en menor medida Francia, compiten actualmente por el poder en el país del Mediterráneo. Con este viaje, la Unión Europea espera que el alto el fuego decretado el pasado 21 de agosto por el Gobierno de Trípoli y por el presidente del Parlamento, Aquila Saleh, aliado de Haftar, no sea momentáneo y sea una medida eficaz para “una solución política”, dijo Borrell.

Miliciano

La propuesta, negociada a través de Rusia y Turquía y presentada por ambas partes al mismo tiempo, pero de forma separada, no ha sido respaldada aún por Haftar, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país. En una declaración en nombre de los 27 Estados miembros de la UE el alto representante declaró que se trataba de “un progreso inicial constructivo que indica la determinación de los funcionarios libios de superar el estancamiento actual y crear una nueva esperanza de alcanzar un consenso para una solución política pacífica a la crisis y detener cualquier interferencia extranjera”.

Sobre el embargo de armas

Borrell insistió en la necesidad de mantener el embargo de armas que sufre el país desde la revolución de 2011 y que la operación militar naval de la UE en aguas del Mediterráneo central, llamada “Irene”, trata de hacer efectiva. “Hemos discutido vías para hacer avanzar el proceso político, como volver a las conversaciones en el marco de comité militar del Grupo + y el fin del bloqueo petrolero. La UE apoya el proceso de Berlín, los esfuerzos de mediación y las medidas de desescalada, incluido el embargo de armas, un elemento clave para poder poner fin al conflicto”, resumió el político español.

AFP

Intereses turcos y rusos en el proceso de paz

Además, Bruselas busca tener el protagonismo en este proceso y evitar que Turquía expanda su influencia en una región sensible. La UE ha expresado su enfado por la participación de Turquía en el polvorín libio. 
Ankara y Moscú también buscan su influencia en la zona y ambas están interfiriendo con la celebración de reuniones bilaterales con el fin de encontrar una solución política
. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores turco, sobre la visita de dos días de una delegación encabezada por el viceministro de Relaciones Exteriores de Turquía a Rusia, anunciaba la continuación de las reuniones entre Turquía y la Federación de Rusia “para contribuir a encontrar una solución política en Libia”. El funcionario turco explicó que durante las conversaciones se destacó la necesidad de definir los mecanismos para la evacuación de las ciudades de Sirte y Jufra de las fuerzas militares, para lograr un alto el fuego permanente.

Josep Borrell
Crisis petrolera

Las consecuencias del conflicto para el sector petrolero del país ha sido devastador ya que ha reducido a menos de 100.000 barriles diarios la producción de crudo frente a los 1,8 millones que extraía anteriores a la revolución contra Gadafi. A esto hay que sumarles los saqueos constantes a las instalaciones. El domingo, Mustapha Sanallah, presidente de la Compañía Nacional libia de Petróleo (NOC), denunció la entrada de milicias afines al mariscal Haftar en el yacimiento petrolero de Al-Sharara, el más importante del país. Borrell se reunió con Sanallah para abordar este saqueo que ocupó la planta y obligó a todo el personal de la multinacional Akakus, integrada por la NOC, la petrolera noruega Equinor, la austríaca OMV y la española Repsol a abandonar la planta. “Es necesario dialogar para garantizar que la producción de petróleo se pueda recuperar, tanto para el beneficio de los libios como para la prosperidad el país”, afirmó Borrell. 

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