Mientras la inseguridad energética se cierne sobre la UE, Bruselas dirige su atención a África y, en particular, a Mozambique

La guerra de Ucrania y la inseguridad energética europea: ¿una ventaja para las exportaciones de gas de Mozambique a la UE?

Ante el riesgo cada vez mayor de que se interrumpa el suministro de energía de Rusia a la UE, Bruselas está estudiando todas las posibilidades de obtener recursos energéticos de todo el mundo. En África, Mozambique atrae la atención de la UE. De hecho, en 2012 se descubrieron recursos de gas natural licuado (GNL) frente a la costa norte de Mozambique, en la región de Cabo Delgado, lo que llevó al Gobierno a invertir casi 20 millones de dólares para explotar este recurso. La planificación del proyecto ya está en marcha y el suministro de GNL se espera para principios de 2024. Estos grandes recursos son una ventaja para la UE, ya que Europa ha dejado de recibir gas ruso y se ha comprometido a buscar alternativas más baratas al gas estadounidense. Mozambique es ahora una alternativa creíble que la UE puede considerar dentro de su estrategia de diversificación de sus proveedores de energía.

El 5 de julio, el presidente italiano, Sergio Mattarella, viajó a Mozambique para reunirse con su homólogo, Filipe Nyusi, para negociar la explotación y el suministro de gas de Mozambique a Italia. Las grandes reservas de gas disponibles en Mozambique llevaron al nuevo embajador de la UE en el país, Antonino Maggiore, a afirmar que "con la cantidad de gas que existe, Mozambique se posiciona automáticamente como una alternativa para satisfacer las necesidades que existen actualmente y cuanto antes pueda el país poner su gas en el mercado, mayor será la posibilidad de aprovechar la actual crisis provocada por el conflicto ruso-ucraniano".

Aunque Mozambique ya cuenta con su primera plataforma de licuefacción de GNL -denominada Corel-Sul-, con una capacidad de producción anual de casi 3,5 millones de toneladas, fue suspendida el pasado marzo tras un atentado yihadista en el noreste del país. Esto hizo que el buque insignia francés TotalEnergies tuviera que dejar en suspenso su proyecto de 16.500 millones de euros. Ahora la zona parece más segura, favorable a la reanudación de las actividades económicas. Durante una conferencia de prensa celebrada la semana pasada, el ministro de Recursos Minerales y Energía, Carlos Zacarías, no dejó de recordar su deseo de que las operaciones se reanuden rápidamente porque "la situación de seguridad en la zona donde se ejecutarán los proyectos de TotalEnergies y ExxonMobil ha mejorado mucho". En una entrevista en Maputo, Antonio Sánchez-Benedito Gaspar afirmó que "el gas de Mozambique, con la presencia de grandes multinacionales europeas, tiene ahora un valor aún mayor y más estratégico".

Mozambique también desea aprovechar este recurso natural para un mayor desarrollo económico y social y está muy abierto a esta nueva asociación entre el país y la UE. La Empresa Nacional de Hidrocarburos (ENH), propiedad del Estado mozambiqueño, se ha mostrado dispuesta a ayudar a la UE "especialmente por la incertidumbre de los suministros rusos tras la invasión de Ucrania", dijo su responsable. 

Para hacer frente al déficit energético de la UE, Mozambique está estudiando la posibilidad de poner en marcha la construcción de una segunda plataforma flotante basada en la ya existente. Sin embargo, este proyecto es una visión a medio plazo, ya que el tiempo de construcción se estima en tres años. No obstante, y con la progresiva explotación del gas natural en la región, Mozambique podría ser un importante socio energético africano para la UE dentro de unos años. Una publicación sobre los mercados africanos afirma que "no hay duda de que existe un gran potencial en África para suministrar gas a Europa. Sin embargo, es muy limitada a corto plazo, sobre todo porque los proyectos de gas tardan en materializarse, pero a medio y largo plazo es posible que África, sobre todo Mozambique, pueda satisfacer todas las necesidades de gas de Europa".

El único obstáculo para el inicio de las obras es el factor seguridad, que aún no se ha resuelto del todo, pero cuando lo haga el proyecto debería crear 5.000 puestos de trabajo para mozambiqueños - durante la fase de construcción - y otros 1.200 en la fase operativa, así como la movilización de 2.500 técnicos para el desarrollo del plan de formación. El ministro Zacarías también señaló que estos proyectos de construcción son un revulsivo para el empleo: "Estos proyectos también tienen una gran capacidad para crear puestos de trabajo indirectos, ya que la mano de obra extranjera disminuye a lo largo del proyecto y la mozambiqueña aumenta. Se espera que la mayoría de estos trabajos sean proporcionados por contratistas y subcontratistas", dijo. 

Además, con el fin de satisfacer la demanda de mano de obra cualificada para los proyectos de la industria extractiva en el país, el director del Instituto Nacional del Petróleo (INP) prevé el desarrollo de un marco de recursos humanos que sea capaz de satisfacer las demandas del mercado con el fin de abordar la brecha entre la inversión en la industria y su capacidad para crear puestos de trabajo

La estabilización de la seguridad a largo plazo en el norte del país es ahora la clave para desbloquear las actividades económicas del país e iniciar un posible proyecto de cooperación entre Mozambique y la Unión Europea.