La ONU condena los planes de Erdogan en el distrito chipriota de Varosha
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado las últimas acciones de Turquía en Chipre. El pasado martes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, junto con otras autoridades del país anunciaron la reapertura de Varosha. Este distrito, perteneciente a la localidad de Famagusta, ha permanecido cerrado desde la guerra de 1974. La decisión de Ankara va en contra de las resoluciones de la ONU en la zona y tensa también las relaciones con Grecia y, por tanto, con la Unión Europea.
“Todas las acciones ya emprendidas para alterar el estatus de Varosha en contravención de las disposiciones muy claras de estas resoluciones del Consejo deben ser revertidas sin demora. No se puede exagerar la gravedad de los acontecimientos en Varosha, ni su impacto para la paz de Chipre”, declaró Andreas Hadjichrysanthou, representate chipriota en la ONU.
Por otra parte, los 15 países del Consejo de Seguridad han señalado en un comunicado que “cualquier intento de asentamiento en cualquier parte de Varosha por personas que no sean sus habitantes es inadmisible”. Asimismo, han recordado que “estas acciones unilaterales” contradicen las anteriores resoluciones y declaraciones del Consejo, por lo que instan implantar estas medidas “completamente” mientras se “respeta la libertad de movimiento”. Para finalizar, la ONU se ha comprometido con una solución “duradera, global y justa que cumpla con los deseos del pueblo chipriota”.
Como era de esperar, Ankara ha expresado su rechazo al comunicado del Consejo, considerando que esas declaraciones “se basan en afirmaciones inconscientes con la realidad de la isla”.
“Estas declaraciones se basan en propaganda negra grecochipriota y en afirmaciones infundadas, como que Maras (como se refieren los turcos a Varosha) no es territorio de la República Turca de Chipre del Norte”, explicó Turquía en un comunicado. La República Turca de Chipre del Norte es un Estado tan solo reconocido por Turquía presidido por Ersin Tatar, aliado de Ankara que apoya los planes de Erdogan en la zona. Sin embargo, tal y como señalan algunos medios internacionales como el azerí AzerNews o el griego Greek City Times, existen indicios de que Pakistán y Azerbaiyán puedan reconocer a la República Turca de Chipre del Norte en un futuro próximo. Este “país” se creó en 1983 después de la división de la isla. La parte norte de Nicosia, la última capital dividida del mundo, es el centro económico y político de este Estado de reconocimiento limitado.
“Esto es inaceptable. Altera o es un intento de alterar el ‘statu quo’ de Famagusta, que está definido por las resoluciones del Consejo de Seguridad. Reaccionaremos de forma apropiada”, declaró el presidente chipriota Nicos Anastasiades.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, también ha criticado los planes de expansión de Erdogan subrayando que la solución de dos Estados está prohibida y no es negociable. El presidente turco, por el contrario, ha señalado que “no es posible avanzar en las negociaciones sin reconocer la existencia de dos pueblos y dos Estados”.
Por otra parte, Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, expresó su “profunda preocupación” por los anuncios “inaceptables” de Erdogan sobre la apertura del barrio de Varosha. “No se deben llevar a cabo acciones en relación con Varosha que no estén de acuerdo con esas resoluciones. La UE sigue responsabilizando al Gobierno de Turquía por la situación en Varosha”, añadió Borrell.
El Ministerio de Relaciones Exteriores francés se ha pronunciado al respecto “lamentando profundamente este paso unilateral”. Además, el Ministerio de Jean-Yves Le Drian ha tildado de “provocación” la decisión turca.
Grecia, tradicional enemigo turco, ha seguido la línea de París y ha acusado de Turquía de buscar expandir su ocupación en Chipre para “establecer una nueva autoridad otomana”. Atenas y Ankara han estado recientemente enfrentadas por las reservas de gas en el Mediterráneo oriental. “No puede haber una mejora en las relaciones entre Turquía y Grecia y entre Turquía y la Unión Europea mientras Ankara actúe ilegalmente en Chipre”, advirtió Nikos Dendias, ministro de Relaciones Exteriores griego.
La crisis en Chipre ha llegado también al otro lado de Atlántico. Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, ha condenado “la decisión de los turcochipriotas de tomar partes” del distrito de Famagusta, lo cual “es inaceptable e inconsciente”.
El conflicto en Chipre se remonta a 1960, año en el que Reino Unido concede la independencia a la isla mediterránea. La población chipriota era una mezcla entre turcos y griegos que habían convivido durante siglos. No obstante, durante la ocupación británica, al igual que ocurrió en otros lugares, el odio y la división comenzaron a crecer entre la población mixta. Empezaron a surgir los términos, por un lado, griego “Enosis” (unificación con Grecia) y, por otro, turco “Taksim” (división), mientras la isla sufría episodios violentos en los que los dos pueblos se enfrentaban. Como la Crisis de Chipre entre 1955 y 1964 en la que hubo más de 600 fallecidos, o la Navidad Sangrienta de 1963.
Finalmente, el 15 de julio de 1974, la Guardia Nacional de Chipre, encabezada por fuerzas griegas, dio un golpe de Estado que buscaba la anexión de la isla con Grecia. Cinco días después, Turquía responde con una ofensiva militar sobre Chipre para defender a la comunidad turcochipriota en caso de persecución. Tal y como señala el medio británico, The Telegraph, antes de la invasión 30.000 turcos fueron desplazados.
La intervención por parte de Ankara consiguió anexionarse más del 36% del territorio chipriota, creando la Línea Verde administrada por la ONU que separa las dos comunidades. Como consecuencia, comenzó una migración masiva entre dos poblaciones que, actualmente, continúan divididas.
Múltiples expertos y analistas coinciden en que Erdogan busca utilizar Varosha para presionar a la Unión Europea y a Estados Unidos y así lograr beneficios económicos y comerciales. Igualmente, esta decisión está encaminada a negociaciones para llegar al ansiado plan turco de dos Estados.