Después de 12 meses y tres primeros ministros, el país mediterráneo sigue sin formar un Ejecutivo que haga frente a la grave crisis económica

El Líbano, un año sin Gobierno

PHOTO/DALATI&NOHRA - Michel Aoun, presidente de Líbano

El Líbano cumple un año sin Gobierno. Tras la trágica explosión del puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, el Ejecutivo de Hassan Diab se vio obligado a dimitir seis días más tarde como consecuencia de las multitudinarias protestas que se registraron a lo largo de todo el país. Durante los últimos doce meses se han designado tres primeros ministros, dos de los cuales han tenido que renunciar al ser incapaces de formar un Gobierno. La última esperanza para el país mediterráneo es Najib Mikati, nombrado primer ministro el pasado 26 de julio y que recoge la tarea incompleta de su antecesor Saad Hariri.

La situación en el Líbano es cada vez más insostenible con falta de productos básicos como medicinas o cortes de suministros que llegan a alcanzar las 12 horas diarias. Casi tres semanas después de ser nombrado para formar Gobierno, Mikati se encuentra con las mismas dificultades que su antecesor, los desacuerdos políticos en torno al reparto de cargos según las cuotas confesionales, pese a que todos los líderes políticos coinciden en la urgencia de formar un Gobierno que pueda hacer frente a la grave crisis económica. El primer ministro interino, Hassan Diab, ha instado a los políticos a dejar de lado sus "intereses" para acelerar la formación de un Ejecutivo que ayude al país a salir de la crisis económica, al cumplirse un año desde su dimisión y de interinidad de su Gobierno.

La única salida a la crisis económica del Líbano pasa porque la élite política deje de lado su afán de poder y acuerde una cartera ministerial lo antes posible. La ayuda internacional, así como las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentran totalmente paralizadas, ya que han condicionado la entrega de ayuda no urgente el Líbano a la implementación de reformas y a la formación de un Gobierno. Najib Mikati y el presidente del Líbano, Michel Aoun, han mantenido ya seis reuniones y al parecer cada vez existen más diferencias entre ambos.

Según varios analistas, el presidente del Líbano sería el principal obstáculo a la hora de formar un Gobierno. Aoun estaría buscando un mayor poder en el Ejecutivo de cara a las elecciones del próximo mes de mayo. Según recoge Arab News, durante las reuniones entre el primer ministro designado y el presidente del Líbano, Aoun habría solicitado a Mikati la designación de 12 de los 24 ministros, entre ellos el ministro de Asuntos Sociales. Mientras la formación de un Gobierno en el Líbano parece dilatarse cada vez más, la población se enfrenta a una de las peores crisis económicas del siglo XXI.

El Líbano arrastra una grave crisis económica desde 2019 que se ha visto exacerbada por la pandemia de la COVID-19 y experimentó su máximo estallido social a raíz de la explosión del puerto de Beirut. La detonación sesgo la vida de 205 personas, hirió a más de 6.500, con unos daños estimados en hasta 5.000 millones, desplazó de sus hogares a otros 350.000 vecinos, y destruyó numerosos edificios, dejando a un gran número de personas sin hogar, en un momento crítico para muchos libaneses.

Transcurrido un año de la que se considera una de las explosiones no nucleares más potentes que ha visto el mundo, en este escenario de inestabilidad, la sociedad del país sigue clamando respuestas y preguntándose dónde están sus líderes. Tras conocerse que la explosión se provocó por la deflagración de más de 2.500 toneladas de nitrato de amonio, que habían permanecido almacenadas en el puerto de Beirut sin las debidas precauciones, desde entonces la indignación ciudadana no ha hecho más que crecer, y las preguntas siguen sin respuestas.