Libia ofrece estrechar lazos de colaboración con España

El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij, con Pedro Sánchez en la reunión de la Internacional Socialista en Rabat
El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij, desea superar los problemas con España tras la visita a Bengasi del embajador español en Libia porque: “el avión libio está a punto de despegar y el gobierno de España no tiene tarjeta de embarque”

El aprecio que manifiestan los libios por los españoles es notorio y se manifiesta en cualquier lugar del país donde reciben nuestra visita. 

Durante los contactos mantenidos en Bengasi con autoridades libias en el Parlamento, en la Alcaldía, en la Cámara de Comercio, en las universidades, en medios de comunicación, en el Ministerio de Asuntos Exteriores y otras instituciones hemos comprobado la necesidad de superar informaciones sesgadas sobre la realidad que vive Libia en estos momentos, en proceso de recuperación y reconstrucción después de los años de guerra tras la caída de Gaddaffi y con los terroristas del ISIS. 

La clave de la paz, la estabilidad y la seguridad que se vive en la casi totalidad del territorio libio, el 80%, es el trabajo profesional del Ejército Nacional libio bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar, a quien todos le muestran el reconocimiento de ser el pilar básico de haber recuperado la normalidad, bajo la autoridad del Parlamento reconocido y único en toda Libia y el Gobierno. Falta la unidad política porque el gobierno de Trípoli, que controla apenas el 20% del territorio, se niega a dejar el poder como estaba previsto tras la celebración de elecciones. 

El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij

Nos recibe el ministro de Asuntos Exteriores libio, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij, y la primera cuestión es ¿Cómo está la situación ahora mismo en Libia?

Yo nací y he vivido en Trípoli. Luego residí en el extranjero por mi familia de diplomáticos durante una década. Pero cuando decidí volver, regresé a Bengasi en vez de a Trípoli. En Bengasi disfrutamos de las leyes, hay seguridad, tenemos una constitución… Estos días habéis tenido la oportunidad de moveros por Bengasi con total libertad, hablar con la gente, con el pueblo. Por eso es importante que contéis, a través de vuestros medios de comunicación, la realidad que habéis vivido en estos días, para desmentir las intoxicaciones que circulan por España.

Incluso el embajador de España nos ha pedido disculpas a nosotros y a la institución militar. Sabe que las Fuerzas Armadas de Libia dependen de la Constitución y del Parlamento de Libia. Por eso, decir que las Fuerzas Armadas no son legales es como decir que el Parlamento tampoco es legal.

¿Cómo están las relaciones con España?

El pueblo libio quiere mucho al pueblo español, lo respetan y tienen una mayor cercanía en cuanto a sentimientos y cultura que con otros países europeos. Y creo que el pueblo español también tiene muchas simpatías con el libio.

Embajador de España en el Parlamento libio

¿La visita del embajador español, Javier Soria, a Bengasi y sus contactos políticos han servido para superar algunas dificultares?

La visita del embajador de España se gestó tras el encuentro fructífero que mantuvimos con el presidente Pedro Sánchez en Rabat. Y su deseo es, además de la visita del embajador, ampliar la relación con visitas institucionales al Parlamento y a instituciones de carácter económico.

El embajador reafirmó el compromiso de España en seguir respaldando a Libia en su camino hacia la estabilidad y el desarrollo que su presencia en Bengasi marca un paso importante en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Libia y España, reflejando el interés mutuo en la estabilidad política, la cooperación económica y la seguridad regional.

¿Qué problema tienen con la Guardia Civil española?

La Guardia Civil española es una institución de seguridad que se ha convertido en una institución política, al atreverse a hablar del Ejército Nacional libio, una institución militar reconocida por el Parlamento y el Gobierno, y calificarla como “una milicia”. Esto ha tocado la fibra sensible tanto del Gobierno como del propio pueblo de Libia: es una institución que ha salvado a nuestro país del terrorismo y de muchos otros problemas, ha ayudado al pueblo. Gracias a ella se ha evitado la inmigración ilegal y, ahora mismo, están trabajando codo con codo con el Gobierno de Libia para la reconstrucción, la estabilidad y la seguridad del país.

No queremos que nadie invente nada: solamente pedimos que adopte una postura neutral, como la del resto de sus homólogos europeos y como la de la mayoría de los países del mundo. Las relaciones deberían ser de amistad, de interés común y de respeto mutuo. Pero lo que no admitimos es lo que hizo y denunció la Guardia Civil, porque han tocado a una institución que el pueblo libio respeta y quiere.  Y, además, no es verdad.

Imagen de Khalija Haftar, mariscal libio, y su hijo Sadam

¿Estaría también en la agenda una posible visita de Pedro Sánchez a Bengasi después de la conversación que tuvo con usted en Rabat?

Hay muchas posibilidades de que venga él también. No queremos que España se quede en el último vagón, porque el avión va a despegar y no queremos que sean los últimos. Todas las semanas recibimos a delegaciones diplomáticas y comerciales de países europeos y americanos: de Francia, de Turquía.... La base de nuestro gobierno es que no queremos tener problemas con ningún país del mundo.

Pedro Sánchez con el ministro libio de Asuntos Exteriores

¿Las empresas que tuvieron que salir de Libia tienen la posibilidad de volver?

Con toda seguridad. Queremos organizar una reunión en Bengasi o en Madrid. Estamos preparados y tenemos la mano tendida a España, a su Gobierno y a su pueblo. Pero no va a ser posible recuperar esta relación sin la consideración y el respeto que merece la institución militar. 

¿Qué reclama al Gobierno español para que se zanje este problema y se reanuden las relaciones hispano-libias en todos los sentidos?

Nosotros nunca hemos dicho que el Ejército español es ilegal, ni hemos apoyado a los separatistas del País Vasco. Y no hemos hablado del separatismo de Cataluña y de Puigdemont, que está en Bruselas. Nosotros nunca hemos intervenido en los asuntos internos del reino de España. Lo que queremos es que España, las autoridades españolas, sepan la verdad de este hecho.

La diplomacia tradicional a través de las embajadas ya no es la única. Hay otras formas de hacer diplomacia, como la que hacéis vosotros: la diplomacia de la información, de la comunicación. O la diplomacia económica, la parlamentaria.... Por eso, lo que pedimos es que nos dejen construir el puente entre las dos orillas. A nosotros nos encanta que el tejido empresarial español esté aquí más que los demás, por las relaciones culturales que nos unen.

Escuela militar libia

Os voy a decir la verdad, pero no os enfadéis: el avión va a despegar y el Gobierno de España aún no tiene tarjeta de embarque. Hemos tenido reuniones con el embajador de Italia, y se van a empezar a impartir clases de italiano en los colegios. En cambio, no hay presencia de la lengua española: ¿por qué no tenemos un Instituto Cervantes aquí, para enseñar a los ciudadanos libios a hablar español? Hay que buscar con un telescopio para encontrar a un libio que hable español, es uno de cada mil. Eso es un tremendo fracaso de la diplomacia clásica de embajadores. Y hay que cambiarlo.

¿Es un error que el Gobierno de España espere a que haya solo un Gobierno en Libia para subirse al avión, para coger esa tarjeta de embarque?

La economía no tiene color, no es política. Cualquier empresa que venga de España para invertir será bienvenida. Les pedimos que muevan los mecanismos del tejido empresarial. No hay que esperar a las decisiones políticas. Libia hoy en día es un megaproyecto en el que cabe todo el mundo. Hay proyectos de infraestructuras gigantes que constituyen una enorme oportunidad para el Gobierno y las empresas españolas.

Vosotros tenéis la experiencia, tenéis la competencia, tenéis la calidad y la cultura que nos une a las dos orillas del Mediterráneo. Pero, sinceramente, está Francia, está Estados Unidos, está Italia, está China… 

El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij

Naciones Unidas reconoce al Gobierno de Trípoli y ustedes mantienen conversaciones en Marruecos con los representantes de Trípoli con una ley de reconciliación que ya está en marcha. ¿Es optimista pensar que en Libia habrá un solo Gobierno en poco tiempo?

¿Quién es el miembro de la Comisión Permanente de las Naciones Unidas? Francia, que está ahí, con Naciones Unidas, y también aquí, en Bengasi. Hace poco se organizó un foro económico libio-francés aquí. Ellos quieren la paz. Y nosotros queremos la paz. Nuestro objetivo es la reconciliación nacional, es el desarrollo económico, la buena educación, la buena sanidad para los libios y trabajar para que las nuevas generaciones vivan en paz y libertad.

El Parlamento de Libia está en Bengasi y ha declarado la reconciliación nacional. Este decreto va en la línea de lo que ha preguntado, porque somos optimistas respecto a la reconciliación y la unidad nacional. Libia es una y no está partida ni dividida.

Libia no es para una zona sí, y para otra zona no. Queremos una Libia que tiene la soberanía nacional, la integridad territorial, que protege sus fronteras, que vela por las libertades personales, que vela también por la libertad de las mujeres, que cree en los derechos humanos, que carece de cárceles, que carece de inmigración, que no tiene tráfico de humanos y que lucha contra el crimen organizado y las drogas. Esto no lo van a hacer los ángeles, claro. Esto lo van a hacer las Fuerzas Armadas. Y además, supervisadas por el Gobierno de Libia que ha sido elegido por el pueblo de Libia. Y además, con los servicios pertinentes para la seguridad de Libia.

Formación militares libios

¿Qué medidas están tomando respecto a la inmigración ilegal?

Este Gobierno pertenece a la cuenca del Mediterráneo, que queremos que sea un espacio de paz. La costa de Libia se extiende a lo largo de 2.000 kilómetros, desde Túnez hasta la frontera con Egipto. De esos 2.000 kilómetros, nosotros controlamos 1.500. ¿Habéis escuchado o habéis leído que alguna patera haya salido de esta parte de la costa? La respuesta es no. ¿Son los ángeles los que protegen estas costas? La respuesta es no. Nuestros ángeles son los militares y las instituciones del Estado. ¿Y en los otros 500 kilómetros? Todos los días: un día sí y otro también se producen salidas de embarcaciones ilegales. Algunos llegan, otros no. La cuenca del Mediterráneo está llena de cadáveres.

Y todo ello sin que la Unión Europea haya apoyado ni organizado maniobras para instruir al Ejército libio para la protección de sus costas; tampoco nos han ofrecido recursos, ni apoyo logístico. En cambio, cientos de millones de euros han ido a Trípoli. Y el resultado es un gran número de inmigrantes: las autoridades de Trípoli permiten la salida de embarcaciones, tráfico de inmigrantes… y a ellos sí se les ofrece material, dinero, logística. Es una ecuación desequilibrada.

Calle Bengasi

Vistas las buenas relaciones con Italia, ¿podría desempeñar el Gobierno italiano un papel de mediador a favor de la reconciliación?

Esta pregunta la puede contestar el Gobierno de Italia. A Italia no le interesa que haya reconciliación, porque se aprovecha de esta situación. Meloni nos ha visitado muchas veces por una sencilla razón: vela por los intereses económicos de Italia, de sus empresas y del pueblo. El embajador de Italia trabaja en ambos lados: en Bengasi y en Trípoli. La embajada italiana tiene un consulado en Bengasi, que suministra los visados a los ciudadanos libios, y ejerce de interlocutor en el mundo empresarial entre Italia, Libia y Bengasi. Además, como primicia, os puedo decir que muy pronto tendremos una línea aérea directa entre Roma y Bengasi.

A pesar de todos los problemas que hemos tenido con Turquía, tenemos vuelos diarios entre Turquía y Bengasi. El consulado turco ofrece todos los servicios, igual que otros países como Malta o Grecia. Queremos tener también un consulado español y una representación económica de España en Bengasi. Confío en que transmitáis todo lo que habéis visto aquí y ayudéis a levantar la bandera española en Bengasi.

El ministro de Asuntos Exteriores de Libia, Dr. Abdul Hadi Al-Hawaij,

España tiene mucho interés en África. ¿Cómo puede contribuir Libia a consolidar la posición de España en África?

Estamos preparando importantes infraestructuras como el puerto de Bengasi y otro puerto en Sert. Hemos construido una autopista de 650 kilómetros que conecta con los países limítrofes del sur de Libia. Pero la empresa que lo ha hecho no es española porque no están presentes aquí en Libia: el concurso lo ganó una empresa emiratí. Tenemos excelentes relaciones con los países africanos porque nosotros somos la puerta del norte de África. Estamos preparados para ayudar a España a través de nuestras conexiones con toda África.

Las últimas informaciones publicadas en España hablan de la posible apertura de una base rusa en Tobruk. ¿Es cierto?

Eso es falso: estamos en contra del establecimiento de cualquier base militar extranjera. Nosotros estamos por la colaboración y la cooperación, por la independencia y la soberanía de Libia. El jefe supremo del Ejército cree en la unificación y en la independencia de Libia. Nosotros, como Gobierno, no tenemos en nuestra hoja de ruta la apertura de ninguna base militar de ningún país del mundo.

Tienda en Bengasi

¿Nos puede hablar de cómo es la relación de Libia con los países de la UE?

Grecia, Malta, Francia, Italia… todos los países europeos vienen a Bengasi, y también los de fuera de la Unión Europea: africanos, asiáticos. Hasta Japón, que está al otro lado del mundo, ha venido aquí para resolver la crisis con Libia.

¿Qué mensaje quiere transmitir a los españoles?

En concreto, que la Guardia Civil no se meta en la situación política de Libia y pida disculpas a nuestro pueblo. Y que pidan disculpas al pueblo y a las Fuerzas Armadas de Libia. Les voy a dar otra primicia: el presidente del Parlamento de Libia ha enviado una carta de protesta a la presidenta del Congreso Español. Lo único que queremos es suavizar las tensiones y normalizar las relaciones. Queremos colaboración y cooperación. Queremos una relación cultural. Queremos unas relaciones económicas. Queremos hermanamientos entre ciudades, entre universidades, entre hospitales. Queremos que los estudiantes libios estén en las universidades españolas y viceversa. Queremos también intercambios entre profesores españoles y libios.

Restaurante en Bengasi

Crear un foro económico hispano-libio y organizar una gran feria de productos españoles aquí, y crear grupos de amistad entre los parlamentarios libios y los parlamentarios españoles, entre los hombres de negocios, las cámaras de comercio, los 17 gobiernos autónomos... Hay muchísimas cosas que podemos hacer conjuntamente, pero debemos tener la buena voluntad. En definitiva, tendemos la mano a España y estamos abiertos a la colaboración.