La llegada de soldados norcoreanos agudiza el problema de las movilizaciones forzosas

Esta foto tomada el 11 de septiembre de 2024 y publicada por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) a través de KNS el 13 de septiembre de 2024 muestra al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un (C), posando para una foto con soldados durante una visita a la base de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de operaciones especiales del Ejército Popular de Corea (KPA) en un lugar no revelado en Corea del Norte - PHOTO/AFP PHOTO/KCNA VIA KNS
María Senovilla habló en los micrófonos del programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre la presencia de soldados norcoreanos en las filas rusas 

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid la confirmación del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre el entrenamiento de 10.000 soldados norcoreanos para luchar junto a Rusia.  Además, consideró la movilización forzosa en relación con redadas de reclutamiento en zonas de ocio ucranianas. 

María, lo que faltaba, soldados norcoreanos en las filas rusas. 

De ser así se confirmaría un secreto a voces. Hacía ya tiempo que algunas fuentes de inteligencia dentro de Ucrania ya apuntaban a la posibilidad de que Corea del Norte enviara soldados para luchar en el Ejército de Putin. 

Parece ser que 18 soldados norcoreanos ya desertaron hace unos días de las filas del Ejército ruso y se entregaron a los ucranianos en la región de Kursk. Desde la inteligencia ucraniana alertan de que el contingente que Kim Jong-un podría enviar a Rusia tiene nada menos que 10.000 militares. Esto sería un nuevo paso en la colaboración entre Rusia y el régimen norcoreano después de haber visto cómo Kim Jong-un ya le enviaba al Kremlin cantidades ingentes de misiles y otro tipo de proyectiles que Vladimir Putin usaría para atacar ciudades ucranianas. 

Hace aproximadamente un año, uno de estos envíos superaba el millón de proyectiles y es que, ahora mismo, el líder de Corea del Norte, que ha llegado a calificar la invasión de Ucrania como la Guerra Sagrada contra Occidente, en estos momentos suministraría la mitad de los proyectiles que dispara Rusia, que proceden de un arsenal que Corea del Norte tiene de la época soviética y que, en muchos casos, tienen una baja efectividad, no explotan o no explotan por completo, pero que, aun así, estarían haciendo un daño terrible de cualquier modo. 

Ya se había confirmado hace algo más de un año que Rusia había reclutado soldados en países como Cuba, Venezuela y otros países de América Latina, pero siempre se hablaba de unas cantidades muchísimo más moderadas como las que podría estar recibiendo Ucrania de combatientes extranjeros. Pero de confirmarse que Corea del Norte puede enviar un contingente de nada menos que 10.000 hombres, aunque a lo mejor no compartan la doctrina militar de las tropas rusas, sí podría hacer un daño real en el centro de combate ucraniano.  

Por otro lado, la OTAN reitera su apoyo a Ucrania, pero no acepta los términos del plan de la victoria de Zelenski.  

Y por términos nos referimos a la incorporación de Ucrania a la Alianza Atlántica. Zelenski, que presentó su Plan de la Victoria en Bruselas, ha asegurado que Ucrania va a seguir luchando tanto para hacer frente a las tropas rusas como para que finalmente su país llegue a ingresar a la OTAN. 

En estos momentos, el 84 % de los ucranianos apoyaría esta entrada en la OTAN y, además, es un apoyo que ha ido “in crescendo”, porque al principio de la guerra el porcentaje de gente de a pie, de los encuestados, que apoyaban esta incorporación a la OTAN era mucho menor porque había una parte del país que tenía miedo de que, si Ucrania entraba en la Alianza Atlántica, las represalias rusas pudieran ser peores. 

A estas alturas de la guerra, ya es una mayoría aplastante del 84 %. La gente que ve esto, ve la entrada de Ucrania en la OTAN como única garantía real de que no les vuelva a invadir su vecino en un futuro cercano. El presidente de Ucrania pidió también un aumento del apoyo a sus aliados y lanzó la propuesta de implementar en suelo ucraniano un paquete de disuasión que obligue a Rusia a sentarse en una mesa de negociaciones, porque, el mandatario ucraniano dijo: “El mundo libre no puede temblar ante las amenazas del Kremlin”. 

Por supuesto, hubo respuesta de Rusia tanto al discurso de Zelenski como a su visita a Bruselas. Rusia lanzó nuevas amenazas veladas y la advertencia de que el plan de la victoria de Zelenski intentaba empujar a la OTAN a una guerra directa y a una confrontación global. 

Esta foto tomada el 17 de octubre de 2024 y difundida por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) vía KNS el 18 de octubre de 2024 muestra al líder norcoreano Kim Jong Un (C) visitando el mando del 2º Cuerpo del Ejército Popular de Corea, en un lugar no revelado de Corea del Norte - AFP PHOTO/KCNA VIA KNS/AFP

El problema de la movilización forzosa dejó un episodio que se ha hecho viral. Los reclutadores han hecho una redada coordinada en zonas de ocio y en varias ciudades a la vez. Hay muchos ucranianos que no quieren ir a la guerra.  

Hay muchos ucranianos que no quieren ir a la guerra. Los que querían ya se movilizaron de manera voluntaria a lo largo de estos dos años y ocho meses. En estos momentos, los reclutadores están buscando entre las personas de 25 y 60 años. Según informan los propios reclutadores, a las personas en la franja de edad de entre 50 y 60 años solo se les llamaría en caso de urgencia. Sin embargo, a los que se encuentran entre los 25 y los 50 años, que no desempeñen trabajos esenciales, se les invitará a incorporarse a filas. 

Estos reclutamientos forzosos han dejado un episodio viral en los últimos días porque esa redada conjunta que se producía en ciudades como Leópolis, Kiev, Odesa y alguna más, se producía a la salida de eventos culturales multitudinarios, como pudo ser en el caso de Kiev el concierto del cantante más famoso de Ucrania, que además su banda estaba de aniversario y tenía programados seis macroconciertos en la capital de Ucrania. Hablamos de miles de personas que acudieron a la cita y se encontraron con que a la salida del concierto estaban esperándolos, alineados, los reclutadores, para pedirles los papeles de que habían pasado ya por el centro de reclutamiento, de que se habían identificado y de que, aunque no estaban en filas, sí estaban en el sistema. 

Se produjeron detenciones de gente que intentaba escaquearse, que intentaba huir, a gente a la que arrastraron a un furgón para llevarle luego al centro a identificarlos. La gente muy indignada grabó las escenas. La policía se sobrepasó con la fuerza en algunos momentos y todo eso circuló por redes sociales y se supo después que en estas otras ciudades se habían redado también en clubes nocturnos y centros de ocio. 

Fíjate si habrá sido viral la polémica que tuvo que salir el ministro de Cultura a decir que no es buena idea reclutar hombres en los eventos culturales, porque esto puede terminar de dar la puntilla a un sector, como el cultural, al que le cuesta mucho salir a flote en mitad de una guerra que ya va para tres años. Era curioso, porque el ministro de Educación dijo que estaba bien que los reclutadores fueran a las discotecas, a los restaurantes o a las tiendas de lujo a identificar a la gente, pero que respetaran todo lo relacionado con la cultura, la música, el teatro, el cine y no hicieran redadas en estos sitios.  

Un edificio gravemente dañado en la ciudad de Chasiv Yar en la región de Donetsk, Ucrania, el 25 de junio de 2024 - PHOTO/Oleg Petrasiuk/Servicio de prensa de la 24.ª Brigada Mecanizada Separada Rey Danylo de las Fuerzas Armadas de Ucrania vía REUTERS

El descontento crece día a día, sobre todo, entre un sector más joven de la población que es gente que no ha querido ser reclutada y que apenas cambiará de idea. Más a estas alturas, que ya hemos visto imágenes procedentes del frente de combate y los ucranianos saben lo que viven y lo que padecen allí sus tropas. La cantidad de gente que cae herida, la cantidad de bajas, de muertos, la dureza del frente de combate que además no merma en intensidad porque Rusia está apretando cada día más duro, sobre todo, en el frente del Donbás. 

No ha cambiado la dinámica. La gente que no quiere ir al frente cada vez las contempla con más desconfianza y con más descontento. Al soldado que está en la trinchera en primera línea, hay que ponerse en la piel y al que no le parece bien que, mientras él esté jugándose la vida y perdiéndola, haya otro sector de hombres, que podrían ayudar y empujando al unísono, que prefieren estar de conciertos, teatro o restaurantes.