Los últimos ataques terroristas producidos en el país preocupan a los organismos internacionales que ya han anunciado la creación de misiones internacionales para frenar la amenaza yihadista

Llegan las tropas de la SADC a Mozambique para reforzar la lucha antiterrorista

PHOTO/AP - Las fuerzas armadas ruandesas se preparan para abordar un vuelo a Mozambique, en el aeropuerto de Kigali, Ruanda, el sábado 10 de julio de 2021

Varias aeronaves militares de la Comunidad del Desarrollo de la África Austral (SADC) han llegado al aeropuerto de Pemba, la capital de Cabo Delgado, para proseguir la luchar contra la amenaza yihadista. En esta región del África oriental, los yihadistas han protagonizado varias ofensivas desde octubre del 2017 que han sido posteriormente reivindicadas desde el 2019 por el grupo terrorista del Estado Islámico en África Central (ISCA).

Sin embargo, el ISCA no es el único grupo yihadista que se encuentra en la región. Milicianos islamistas conocidos como Al-Shabaab que no tendrían relación con el grupo homónimo que se encuentra operando en Somalia, pero que sí mantendrían relación con Al-Qaeda. Aun así, la mayoría de los ataques han sido reivindicados en su mayoría por el ISCA, que ha acrecentado más sus acciones violentas desde marzo. 

Por el momento, se han desplegado hasta la zona soldados de Sudáfrica y Botsuana pertenecientes a la SADC. Sin embargo, aún se espera una cifra oficial del número de desplegados pudiendo ser un total de 3.000 soldados para combatir la insurgencia. En este sentido, la presencia del yihadismo en el territorio ha provocado el desplazamiento de unas 800.000 personas desde 2017. A este se le añade que al menos 1.300.000 personas tanto en la provincia de Cabo Delgado como en las vecinas Niassa y Nampula necesitarían ayuda humanitaria y protección de forma inmediata.

En los últimos días, el ISCA ha reivindicado la autoría de un ataque en el norte de Mozambique que habría costado la vida al menos a 15 militares sin que las autoridades del país africano se hayan pronunciado al respecto. Junto a esto, a mediados de junio al menos 10 personas fueron asesinadas en Quiwiya, una aldea en Mozambique cercana a la frontera de Tanzania. En este sentido, a finales de junio, el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, destacó que el Ejército mozambiqueño intensificaría “la caza de terroristas” ante el aumento de los ataques en la provincia de Cabo Delgado. 

De acuerdo con el diario mozambiqueño O País, el presidente habría declarado que “todos los mozambiqueños deben mantenerse unidos para combatir el terrorismo. Fue así en el pasado y ahora no será diferente. Debemos mantenernos unidos para luchar contra el terrorismo”. De esta forma, como medida para erradicar la amenaza yihadista, la SADC decidió enviar tropas a Mozambique en una reunión en la que se aprobó desplegar las tropas militares en el país después de meses de deliberaciones y desacuerdos. Los desencuentros fueron protagonizados por el propio presidente ya que se mostraba reacio a recibir tropas extranjeras en su país, mientras que otros Estados, como Sudáfrica, habían mantenido una fuerte presión para que se llevase a cabo una intervención militar.

Del mismo modo, las tropas de Ruanda intervinieron en Mozambique desplegando un contingente de 1.000 tropas que pertenecían a las Fuerzas de Defensa y de la Policía Nacional de Ruanda, despliegue que se autorizo con este mismo objetivo después de semanas de negociaciones entre los gobiernos de Ruanda y Mozambique. Sin embargo, la SADC y Mozambique han rechazado la participación de Malawi en la misma misión, según informó el portavoz del Ejército de Malawi, Calvin Mleremba. 

La intención del grupo terrorista es hacerse con la ciudad de Palma, un importante puerto nacional. Además, hace unos meses y a tan solo 12 kilómetro de Qiwiya, una aldea fue asaltada y saqueada por terroristas de la ISCA.

El salto cualitativo de los ataques terroristas en la región se produjo el pasado marzo en la ciudad de Palma. Desde el Ministerio de Interior español reiteraron su “solidaridad con el Gobierno de Mozambique en su lucha contra el terrorismo, y con el pueblo mozambiqueño, muy especialmente con los ciudadanos de Cabo Delgado que sufren desde hace más de tres años las consecuencias de un conflicto que ya ha causado más de 2.000 víctimas y 650.000 desplazados”. 

Junto a esto, el Consejo Europeo ya ha anunciado una misión militar de la Unión Europea en Mozambique, la EUTM Mozambique. El objetivo de esta misión es “formar y ayudar a las Fuerzas Armadas de Mozambique” para proteger a la población civil y volver a restablecer la seguridad en la provincia de Cabo Delgado.

Esta decisión responde a las peticiones demandadas por parte de las autoridades mozambiqueñas. En principio, la misión se establecerá por dos años y tendrá como objetivo estratégico “apoyar el desarrollo de capacidades de las unidades de las Fuerzas Armadas mozambiqueñas seleccionadas para conformar una futura fuerza de reacción rápida”, según informan desde el Consejo Europeo. 

Además, la comisión impartirá formación militar, información especializada sobre la lucha contra el terrorismo y educación referente a la protección de la población civil, además de velar por el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos.