El analista internacional pasó por los micrófonos del programa “De cara al mundo” para analizar la situación en Ucrania tras el posible envío de misiles Patriot de Washington a Kiev

Lucas Martín: “Estados Unidos habría convencido a Marruecos para suministrar carros de combate T-72 a Ucrania”

REUTERS/VIACHESLAV RATYNSKYI - Militares ucranianos disparan un cañón autopropulsado 2S7 Pion en una línea de frente en la región de Jersón, Ucrania, en noviembre de 2022

En el último episodio de “De cara al mundo”, en Onda Madrid, contamos con la participación de Lucas Martín, analista internacional, que como cada viernes analizó el avance y la situación en Ucrania, especialmente con el inminente envío de misiles iraníes a las fuerzas rusas y de misiles Patriot estadounidenses a las ucranianas. 

Me decías que hay noticia poque Marruecos puede enviar carros de combate que estaba modernizando en República Checa a Ucrania. 

Sí, ya saltó la noticia de que Estados Unidos habría convencido a Marruecos para que suministrara piezas de repuesto de carros T-72 a Ucrania. Esto es importante porque hasta ahora Rabat había mantenido una posición un tanto ambigua, sobre todo en algunas votaciones que se habían producido en el seno de Naciones Unidas. 

Al parecer ese suministro de piezas de repuesto se está transformando en la posibilidad de que los T-72 marroquíes, que se están modernizando en una empresa en la República Checa, sean suministrados directamente a Ucrania, el carro completo. Lo cual, esto se produce, como ha ocurrido en otros países, a cambio de que Estados Unidos compense a Marruecos con el envío de algún otro tipo de carros como el M1 Abrams, que son los que últimamente están adquiriendo Rabat. 

Hablando de cuestiones militares, lo que justifica el posible envío de baterías de misiles Patriot a Ucrania por parte de Estados Unidos es que Rusia está recibiendo misiles iraníes. 

Eso es muy interesante porque el envío de misiles Patriot, que es un sistema aéreo bastante eficaz y especializado también contra misiles, era una posibilidad que estaba prácticamente descartada. Hace como dos semanas se comentó que Alemania en un plazo de meses podría enviar una batería de estos sistemas, pero desde hace unos días atrás se está comentando que es prácticamente inminente el envío de sistemas de varias baterías por parte de Estados Unidos. Se ha sabido además que personal ucraniano ha estado adiestrándose en Estados Unidos en el manejo de estos sistemas.  

Esto evidentemente tiene que estar motivado por el envío inminente, no de drones, sino de misiles iraníes a Rusia. Parecía que eso estaba un poco aparcado. De hecho, yo pensaba que eso no iba a suceder, pero al parecer debe ser algo inminente y eso ha acelerado el suministro de estos sistemas para que Ucrania pueda defenderse de los misiles iraníes que seguramente son de tipo Sabah con un alcance de 300 y 800 kilómetros de alcance. 

Se habla de ofensivas ucranianas en un sitio, ofensivas rusas en otro. ¿Qué información y tipo de análisis podemos hacer donde las bajas temperaturas condicionan mucho este tipo de movimientos? 

Sí, evidentemente, la climatología ahora mismo es la que está acondicionando todos los movimientos y aquí cobra muchísima importancia la calidad que tenga el equipo, no sólo a nivel general, sino el que tenga también el combatiente individual. 

Estamos en un compás de espera porque ambos contendientes necesitan algún tipo de victoria mediática que puedan vender a sus receptivas poblaciones, sobre todo Rusia. Y creo que es allí donde se puede enmarcar ese intento constante del Kremlin de tomar Bakhmut. Conseguir recuperar esta ciudad sería algo que podrían vender como una victoria. De hecho, parece ser que se están relevando en Bakhmut las unidades de la Wagner y están empezando a tener mucho protagonismo unidades regulares, lo que es significativo. 

Ucrania está tanteando el frente y lo que tiene más sentido es esa posible ofensiva que todos esperamos en la zona de Zaporiyia dirección hacia Meritópol. No hacia la ciudad concretamente, sino al nudo ferroviario que está justo al norte, porque eso cortaría la línea principal de abastecimiento rusa que abastase a todo el óblast de Jersón que aún queda en su poder. Y eso sería, bajo mi punto de vista, no un punto final a la guerra, pero sí un golpe mortal para esta invasión.  

¿Y en el norte, qué pasa con Bielorrusia y Lukashenko? 

Esto no deja de ser una historia repetitiva. Al comienzo de la guerra unidades rusas cruzaron la frontera de Bielorrusia para dirigirse hacia Kiev. Ahora mismo, hay movimiento de tropas en la zona, Lukashenko ha puesto a su ejército una vez más en alerta, pero todo esto lo enmarco en una maniobra de distracción para forzar a Kiev a tener siempre sus unidades distraídas cubriendo ese frente, pero Bielorrusia no va a participar en la guerra.  

La posición de Lukashenko es muy débil y tiene una gran oposición incluso dentro del propio Ejército, y eso provocaría seguramente una guerra civil y le crearía un problema importante al Kremlin. También Rusia está utilizando a Bielorrusia como un campo de entrenamiento, porque no tienen capacidad para formar a todos los que movilizaron en su momento, a esas 300.000 personas. También Bielorrusia está suministrando material que está perdiendo Rusia por su falta de capacidad para reponerlo por su propia fabricación.   

Coordinador de América: José Antonio Sierra