Macky Sall elogia la política de Marruecos
El IX Foro Internacional de Dakar sobre la Paz y la Seguridad en África se inauguró, el lunes en Diamniadio, con la participación de políticos, expertos e investigadores de varios países bajo el tema “África, potencial y soluciones a los desafíos de seguridad y a la inestabilidad institucional”.
En el marco de la novena edición del Foro, el máximo mandatario senegalés tuvo un encuentro con el rey de Marruecos, Mohamed VI, a quien elogió en base a las buenas acciones diplomáticas llevadas a cabo por el país alauí. Al foro asistieron funcionarios del Gobierno y del cuerpo diplomático senegalés, incluidos los ministros de Asuntos Exteriores de Japón, Kosovo, Turquía, Alemania y Ruanda, así como el embajador de Marruecos en Senegal, Hassan Nachiri.
Sall situó las relaciones con Marruecos a la altura de Francia, Arabia Saudí y Estados Unidos y las describió como “particulares, antiguas y que necesitan consolidación”. Sall elogió el papel diplomático en la promoción de las relaciones con Marruecos, señalando que el país norteafricano es el socio económico más importante de Senegal en el continente africano y que Senegal fue el primer país en firmar un acuerdo bilateral con Marruecos.
Destacó que las relaciones de Senegal con sus socios más antiguos no sólo se basan en la tradición, sino que también deben fortalecerse para adaptarse a las dinámicas cambiantes de un mundo globalizado. Para aprovechar al máximo las relaciones, Sall subrayó que la política exterior de Senegal se basa en la apertura y la asociación, “preservando nuestras amistades tradicionales y estando abiertos a las nuevas tendencias en el contexto de la globalización, aprovechando al máximo nuestras relaciones con los demás, mientras se adoptan las nuevas tendencias en la era de la globalización”.
En este contexto, Macky Sall elogió los esfuerzos de los diplomáticos senegaleses que dieron importancia a la política exterior de Senegal. “No debemos olvidar que Senegal es el principal socio económico de Marruecos en África y el primer país que firma un acuerdo bilateral con el Reino”, añadió.
Marruecos y Senegal han desarrollado y mantenido vínculos ancestrales en diversos ámbitos de cooperación económica, política, cultural y espiritual. Al evento de dos días asistieron varios dignatarios internacionales, entre ellos el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, y el primer ministro de Guinea-Bissau, Geraldo Jaoa Martins.
En su discurso inaugural el presidente senegalés comenzó exponiendo los desafíos que afronta África. “El tema de esta novena edición, África de potenciales y soluciones a los desafíos de seguridad e inestabilidad institucional, destaca los contrastes de nuestro continente: una África grande y rica, que aspira a emerger, pero aún rezagada en el proceso de desarrollo; una África que avanza en el camino hacia la democracia, pero aún sacudida por la inestabilidad institucional; una África comprometida con silenciar las armas, pero aún bajo el fuego devastador de los conflictos y el terrorismo”.
En su intervención abogó por las soluciones y las casuísticas que más afectan al continente africano:
“Por supuesto, África es rica en su enorme potencial. Pero las reglas y prácticas del intercambio desigual contribuyen a empobrecerlo. Por eso pedimos una gobernanza política, económica y financiera mundial más justa y equitativa. Una gobernanza mundial más justa y equitativa ayudaría a aportar soluciones a África, es decir, una África que dependa más de sus propios recursos para financiar sus esfuerzos de desarrollo y ofrecer nuevas oportunidades de comercio e inversión a sus socios. El tema de esta novena edición también nos recuerda nuestra parte de responsabilidad en los desafíos de seguridad y la inestabilidad institucional que agitan el continente. Además de su costo humano y material, los conflictos armados guían nuestros esfuerzos por el camino del desarrollo económico y social”.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de la palabra por encima de la violencia: “Por lo tanto, es hora de silenciar las armas y priorizar el diálogo para resolver nuestras diferencias. También es a través del diálogo como se superan las divisiones partidistas para construir coaliciones necesarias para la estabilidad de las instituciones nacionales. Me parece igualmente importante garantizar que el ejercicio de las libertades individuales y colectivas se concilie, por un lado, con los imperativos del orden público, por otro. La libertad sin responsabilidad se convierte en una amenaza para la sociedad.
Esto significa que la democracia, la estabilidad institucional y el desarrollo económico y social no pueden hacer frente a factores desestabilizadores como el populismo, el radicalismo y el extremismo de todo tipo. En la era moderna, estoy firmemente convencido de que nada debería condenarnos a vivir al margen del progreso. El África de las soluciones está a nuestro alcance”.