Macron pierde la mayoría absoluta y la situación política se hace más compleja
Según las proyecciones tras el cierre de las urnas en Francia, Emmanuel Macron ha perdido la mayoría absoluta en el Parlamento francés en unos comicios electorales marcados por una relevante abstención anunciada por las estimaciones. El retroceso de la formación política del actual presidente galo ha sido importante, aunque ha ganado en esta segunda vuelta ante Jean-Luc Mélenchon, líder de la alianza de izquierdas, y la representante de la derecha más dura, Marine Le Pen.
Emmanuel Macron necesitaba 289 escaños para mantener la mayoría absoluta que logró en los últimos comicios de este tipo y se ha quedado lejos de esta cifra ante el fuerte ascenso de Mélenchon, por un lado, y de Le Pen, por otro.
Este nuevo reparto de poder en la Asamblea gala puede abrir una etapa de inestabilidad política, más aún teniendo en cuenta que Macron previsiblemente va a tener muchas dificultades para llevar a cabo las reformas que tiene pendientes tras perder la mayoría absoluta de la que gozaba antes. Con especial mención a la reforma de las pensiones de jubilación, rechazada totalmente por la izquierda y los sindicatos. Una situación muy diferente a la anterior que tenía el máximo mandatario francés gracias a una mayoría que le permitía ejercer con tranquilidad sus planes políticos.
La coalición política Emsemble encabezada por Emmanuel Macron ha conseguido 245 escaños en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, según los datos del Ministerio de Interior francés, lejos de los 289 que necesitaba para tener mayoría absoluta. La alianza de izquierdas que lidera Jean-Luc Mélenchon, Nupes, alcanzó 131 y se convierte en segunda fuerza política, mientras que Reagrupamiento Nacional, el partido de Marine Le Pen, logra un hito histórico, al pasar de tener ocho diputados a conseguir 86. Esto no sólo le permite crear un grupo parlamentario, algo que no ocurre desde 1988, sino que además se convierte en la tercera fuerza política.
Ahora Emmanuel Macron requerirá de mucha negociación, mucha cesión y muchos pactos con formaciones que están más en los extremos a la izquierda y a la derecha, un escenario que puede desembocar en una Asamblea francesa difícilmente gobernable. En este sentido, el propio ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha señalado que “hará falta mucha imaginación” para poder materializar las políticas que quiere la formación liderada por Macron, como recogió el diario El Mundo. “Nunca la Asamblea había vivido una distribución semejante. Esta situación es inédita y tiene un riesgo”, ha explicado la primera ministra, Élisabeth Borne.
Esta situación de mayoría insuficiente por parte de un presidente no ocurría desde 1988 durante la reelección de François Miterrand. Ahora Macron ha perdido terreno ante Mélenchon y Le Pen.
“El pueblo ha decidido darle un lugar en la Asamblea a un poderoso Reagrupamiento Nacional. Es el mejor resultado de la historia del partido. Hemos conseguido lo que queríamos: dejar a Macron en minoría, sin control sobre el poder”, ha declarado una exultante Marine Le Pen.
Por su parte, Jean-Luc Mélenchon también ha cosechado unos grandes resultados ya que su alianza de izquierdas ha obtenido el segundo puesto en las elecciones a pesar de que la izquierda francesa estaba dividida; ahora, desde el Gobierno y el Parlamento se le prestará mucha más atención gracias a la gran presencia obtenida en la Asamblea Nacional. “Francia se ha expresado. La derrota del partido de Macron es total”, ha señalado Mélenchon, en palabras recogidas por el diario El Mundo. El líder de la coalición de izquierdas ha señalado que "todas las posibilidades" están sobre la mesa y que pretende dirigir el Gobierno, pese a que las proyecciones lo dejan lejos de tener una mayoría parlamentaria sin muchas opciones a las alianzas que le permitan tener esa mayoría a la que incluso aspiraba.
Junto al auge de los grupos más extremos de izquierda y derecha, también hay que destacar la amplia abstención que ha habido en esta segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Algo que se ha producido seguramente por el descontento social ante la situación actual y la protesta ante las políticas del momento. Según estimaciones, más de la mitad de las personas con derecho al voto habría decidido no ejercerlo en esta cita electoral.