María Senovilla: “El bombardeo en Izium revive el horror de la ocupación rusa y las fosas comunes”
La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid el ataque ruso que ha destruido el Ayuntamiento de Izium. Además, consideró el intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania.
María, Rusia sigue bombardeando objetivos civiles en Ucrania con misiles balísticos. Esta semana ha reducido a escombros el Ayuntamiento de Izium, una de las ciudades que estuvo ocupada al principio de la invasión y donde, recordemos, se hallaron cámaras de tortura y fosas comunes.
Así es, fue un nuevo ataque masivo contra varias ciudades, pero la peor parte se la llevó Izium. Yo acudí allí tras el bombardeo. Kramatorsk, la ciudad donde vivo, está a escasos 60 kilómetros de Izium, y llegué tan solo unas horas después del ataque para ver lo que ya nos temíamos. Muertos civiles, más de medio centenar de heridos y un nivel de destrucción terrible porque Rusia empleó un misil tipo Iskander con gran poder de destrucción. El misil fue lanzado directamente contra el edificio del Ayuntamiento, que ya fue destruido por Rusia en 2022 y los ucranianos lo habían vuelto a levantar.
Se iba a inaugurar, de hecho, durante las próximas semanas y la parte buena de que aún no estuviera en funcionamiento es que no había trabajadores en sus instalaciones, solo operarios trabajando en la zona de calderas, me contaba el alcalde de la ciudad, pero nadie en los despachos y eso ha evitado una auténtica masacre.
La peor parte se la llevó el edificio de enfrente que es donde están ubicados los servicios sociales de la ciudad y donde había 100 funcionarios y muchos ciudadanos realizando gestiones a las 11:30 de la mañana que es cuando el Kremlin lanzó el ataque. El resultado: cinco muertos, más de 55 heridos y entre los asesinados había dos hermanas de 18 y 19 años y una de las cuales estaba embarazada.
Fue durísimo ver el golpe que supuso esto para los vecinos de Izium, ver cómo metían los cuerpos en bolsas de plástico, porque les recordó ese capítulo tan negro que se vivió allí cuando empezó la guerra. Esta ciudad estuvo ocupada por las tropas rusas entre marzo y septiembre del 22. La bombardearon de arriba a abajo para conseguir ocuparla, por eso ahora tienen que reconstruir edificios como este del Ayuntamiento, y, una vez la ocupación se produjo, sucedió un hecho terrorífico.
Los rusos instalaron cámaras de tortura y practicaban detenciones arbitrarias contra los residentes ucranianos a los que luego llevaban a esas cámaras de tortura para interrogarlos. Todo se descubrió en septiembre de 2022 cuando el Ejército ucraniano logró liberar la ciudad y se hallaron muchas fosas comunes con casi 500 cuerpos. Ya publicamos por aquel entonces esto en la revista Atalayar, así que te puedes imaginar cómo se sintieron los habitantes de Izium cuando volvieron a ver la destrucción que causaban esos misiles rusos y a sus vecinos en bolsas de plástico.
Dejando un poco al margen esta cruda realidad de la guerra que son los misiles y su destrucción, que no dejan de caer en Ucrania, hablemos de los últimos movimientos políticos, esas futuras negociaciones que podrían estar cada vez más cerca. Trump, en su papel mediador, va definiendo sus propios objetivos y uno de ellos, además de querer parar la guerra, son las tierras raras que tiene Ucrania, unas tierras raras con las que se fabrican ordenadores, teléfonos móviles, etcétera.
Con el que se fabrica nuestra vida diaria y nuestra tecnología de hoy. La propuesta de Trump de intercambiar metales raros a cambio de seguir ayudando a Ucrania, parece que ha sido bien recibida por el Gobierno de Zelensky, puesto que la otra opción es que se los quede Rusia a cambio de nada. Pero lo que sorprende es la manera tan directa, tan poco diplomática, que tiene Trump de plantear las cosas. Todos sabemos que cuando llegue ese alto el fuego, empezarán a firmarse acuerdos para la reconstrucción con los socios que han ayudado a Kiev en estos tres años de guerra, pero ninguno ha planteado las cosas como lo hace Trump.
De todas formas, el Ejecutivo de Zelensky lo interpreta en clave positiva. Asegura que cuantas más empresas extranjeras haya en Ucrania, menos posibilidades habrá en un futuro de que se produzca una nueva agresión rusa. Ya sabemos que Rusia tiene antecedentes de retirarse de una ciudad y luego, a los pocos años, volver a asediarla, como hizo por ejemplo en Chechenia. Esto es una manera de decir, por parte del Gobierno ucraniano: “No estamos en la OTAN, pero si los países de la OTAN están en Ucrania, es una medida disuasoria para las ansias expansionistas de Putin”.
Queda por saber qué minerales le interesan a Trump. En la parte del Donbás, que aún está bajo control ucraniano, en toda la zona norte de Donetsk, los hay. Pero probablemente la mayor parte de esas reservas de metales raros estén en los territorios que ha ocupado Rusia. Queda ver si Trump obliga a Putin a retirarse de parte de esos territorios ocupados, aunque sea con la finalidad de que Estados Unidos explote esas minas, y esto podría ser una jugada maestra para Ucrania.
Por cierto, María, en esta dinámica, este miércoles pasado se ha producido un nuevo intercambio de prisioneros, lo que lleva a pensar que la ofensiva ucraniana en Kursk, en esa zona rusa, sigue muy activa. Continúan haciendo prisioneros rusos para que luego puedan intercambiar por sus prisioneros ucranianos.
Así es, han sido 300 prisioneros de guerra los que han vuelto a casa, 150 de cada bando. Los prisioneros rusos fueron llevados a Bielorrusia, donde están recibiendo asistencia psicológica y médica, y los ucranianos fueron recibidos directamente por sus familias. Llegaron en autobuses, se produjeron escenas muy emotivas durante el reencuentro, y es que había tanto soldados como oficiales, y algunos de ellos llevaban más de dos años cautivos en unas condiciones terribles.
Rusia no respeta el estatuto del prisionero de guerra, y cada vez que vuelven prisioneros de guerra ucranianos en esos intercambios, se denuncian las torturas a las que el Kremlin los está sometiendo sin respetar ninguno de sus derechos. Si al final han conseguido intercambiarlos, es precisamente gracias a esos prisioneros que Ucrania ha capturado en Kursk, porque recordemos que los intercambios se reactivaron en agosto del año pasado, tras la operación ucraniana en Kursk, y llevaban muchos meses en los que no se habían producido porque Ucrania no tenía prácticamente prisioneros rusos que ofrecer. Estos intercambios se producen regularmente, todos los meses hay uno o dos, y eso significa que el frente de Kursk sigue activo, y que Ucrania sigue haciendo prisioneros rusos allí, que luego intercambian en estos actos.
Y un último apunte, han sido Emiratos Árabes Unidos los que han mediado para el intercambio, y los que están mediando también para el retorno de los miles de niños ucranianos que están secuestrados por Rusia. La mayoría son de esos territorios ocupados, fueron deportados ilegalmente a suelo ruso, y se cree que hay unos 12.000 niños separados en contra su voluntad de sus familias, y que se lleva tres años mediando para intentar que regresen a casa. Algunos lo han conseguido, unos pocos cientos, pero desde luego la gran mayoría todavía está en manos rusas, y Emiratos Árabes está mediando para que se produzca esa vuelta a casa de los menores ucranianos.