Marruecos abre un nuevo consulado en Canadá
La llegada de Aziz Akhanouch al Gobierno de Marruecos ha impulsado un cambio que se antojaba necesario para el Reino. Desde que el magnate se hiciese con la victoria en las elecciones del pasado 8 de septiembre, los movimientos en búsqueda de afianzar lazos diplomáticos y crear otros nuevos se han sucedido. Tras la designación de un nuevo embajador israelí, David Govrin, en Rabat y la de Mohamed Benchaâboun como embajador marroquí en París, las acciones de los de Mohamed VI se suceden. En esta ocasión el nuevo Ejecutivo cumple con el anuncio realizado en enero de 2020 e inaugurará el próximo miércoles un nuevo consulado de Marruecos en Toronto.
“La apertura de este nuevo consulado general se ajusta a las Muy Altas Directrices de Su Majestad el Rey Mohammed VI, con el objetivo, entre otras cosas, de proporcionar servicios administrativos locales y de calidad a los ciudadanos marroquíes residentes en el exterior, para acompañarlos, para cumplir con sus expectativas y sus aspiraciones al tiempo que fortalecen sus vínculos con la madre patria”, anunciaba en un comunicado de prensa la embajada marroquí en Canadá. El Consulado General de Marruecos en Toronto cubrirá también las provincias del oeste como son Manitoba, Saskatchewan, Alberta, Columbia Británica y los Territorios del Noroeste, Nunavut y Yukon.
La embajada de Marruecos ha anunciado que el Consulado marroquí ya existente en Montreal se encargará de cubrir las provincias atlánticas: Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Nuevo Brunswick, Terranova y Labrador. Además, el comunicado oficial informa de que, de momento y hasta que se haga el traslado y organización de ambos consulados de forma íntegra, los servicios consulares relativos a la tarjeta nacional de identidad (CNIE, por sus siglas en inglés) y los servicios notariales seguirán estando a cargo del Consulado General de Marruecos en Montreal.
Esta apertura supone un importante paso para el reino alauí en el estrechamiento de sus relaciones con los países al otro lado del Atlántico. El nuevo consulado marroquí se enmarca en un contexto de expansión diplomática en Marruecos, a pesar de las complicaciones que están viviendo con otros países como Argelia. La ruptura de los lazos diplomáticos a causa de la disputa sobre la autoridad en el Sahara acabó por dinamitar las relaciones entre dos países clave en el norte de África. No obstante, Rabat ha optado por impulsar sus vínculos con otros Estados e intentar paliar las consecuencias que puede traer consigo esta importante ruptura con el país argelino.
Arabia Saudí es uno de los países considerados de máxima importancia, no sólo por Marruecos, sino por la comunidad internacional debido al continuo progreso que se está consiguiendo en el país saudí. De hecho, el presidente marroquí decidió visitar Riad en su primer viaje oficial para reunirse con el príncipe heredero, Mohamed bin Salman. Las relaciones entre Marruecos y Arabia Saudí atraviesan uno de sus momentos más dulces. Abdullah al-Mouallimi, embajador saudí ante Naciones Unidas reiteró el apoyo de su país a Rabat en el asunto saharaui diciendo que desde Riad rechazarían “cualquier perjuicio a los intereses superiores o a la soberanía e integridad territorial del reino de Marruecos”.
El trabajo del reino alauí está siendo muy importante de cara a mejorar la imagen exterior de Marruecos. Tras diez años de Gobierno islamista, el cambio, aunque paulatino, ya se está notando en Rabat que no puede quedarse de brazos cruzados en un momento complejo tanto en sus relaciones exteriores, como dentro de sus fronteras debido a la aún presente crisis económica y sanitaria a causa de la COVID-19. Los esfuerzos del nuevo Ejecutivo de Rabat no han hecho más que comenzar, pero lo han hecho de manera rápida y firme.
